
Poder Judicial: ¿celebración?
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Recientemente, el Poder Judicial celebró su día en un acto que estuvo presidido por el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Luis Henry Molina (colocado allí a dedo por Danilo Medina) y con la presencia del Presidente Luis Abinader y por supuesto, la procuradora Miriam Germán Brito.
En dicho acto conmemorativo se dijo que «el principal desafío que tienen por delante tanto el Poder Judicial como el Ministerio Público es garantizar a todos los ciudadanos el acceso rápido a los mecanismos legales y los procedimientos judiciales y siempre observando el debido proceso que mandan la Constitución y las leyes».
En realidad, en cada «celebración» del Poder Judicial dicen los mismos discursos de siempre, sin novedad en la práctica por el anquilosamiento, corrupción y mal manejo de esa misma justicia que todos ellos claman a boca llena. La justicia dominicana es lenta, preferencial, carísima y bastante corrompida, ayer, hoy, y por lo visto así continuará. Todo aquel que haya tenido algún asunto judicial sea de la índole que sea, puede asegurar lo que digo.
En ese acto del Día del Poder Judicial, el presidente de la Suprema dijo también, que el «objetivo no debe ser imponer medidas de coerción, sino servir justicia con prontitud y apego al Estado de derecho». Otra cháchara eterna cuando aquí todo son «medidas de coerción» dependiendo de quién y de qué se trate. Medidas de coerción que ya son parte de la burla ciudadana frente a tantos delitos en espera de solución. Medidas éstas que varían según también si es un caso político o civil. Nuestras cárceles, ese otro débil sistema que tenemos, están llenos de hombres y mujeres a la espera de juicios.
Resulta interesante leer este tipo de declaraciones de los protagonistas de nuestro Poder Judicial, de la Procuraduría y otras autoridades cuando aún duerme el sueño eterno en un Congreso mediocre, podrido, la deseada reforma del Código Penal. ¿Cómo pueden hablar de Justicia con un código más antiguo que el hambre? Cuando ninguno ha tenido el interés de resolver este asunto aunque haya que molestar a nuestros «honorables» congresistas.
¿De qué justicia habla Luis Henry Molina colocado allí por el ex Presidente Danilo Medina antes de dejar la Presidencia y que funge como un dique de contención para que no haya justicia con el ex gobernante y otros?
¿De qué justicia habla el jefe de la Suprema Corte de Justicia cuando él mismo tiene asuntos aún no aclarados, como por ejemplo lo dicho por un juez del descargo sobre la venta del barrio de Los Tres Brazos? Un hombre que tiene su gorra del PLD en su despacho.
¿Qué ha hecho la Suprema Corte de Justicia desde tiempos pasados por mejorar el sistema judicial decadente del país? ¿Qué hace la justicia para mejorar la profesionalidad y mecanismos de jueces, fiscales y trabajadores del poder Judicial?
En ese sentido, ¿qué uno puede pensar observando este panorama? que es un puro circo mediático toda esa alharaca sobre la Justicia. Sumado a la «independencia» de ese mismo Poder Judicial, que no será independiente nunca mientras a sus cabezas las nombre el Presidente de turno. No será «independiente» nunca mientras haya jueces y fiscales corruptos, políticos y vendidos al mejor postor. Mientras esa justicia sea política y no la que se preocupe por la ciudadanía.
Por cierto, ¿de qué debido proceso hablan, del que le atañe a ellos con presos de «alcurnia» en el que están en juego intereses y mucho dinero? pero y ¿los infelices presos con plazos vencidos de coerción? ¿Les importa o no a éstas autoridades judiciales?
En definitiva, décadas y años pasan por el país y las debilidades en ciertos sistemas como el judicial continúan en las mismas. Se reparte justicia a según bajo un código penal de risa que espera una «reforma» que no se aprueba porque los actores de los tres poderes principales del Estado se cobijan en el rancio conservadurismo.