
Ejercicio crítico del elector
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El ejercicio crítico de un elector fortalece el desarrollo democrático y permite, a su vez, elegir a los mejores gobernantes. Esta educación origina la perspicacia de argumentos que abordan los partidos políticos en sociedades integradas por ciudadanos capaces de razonar, tomar decisiones vitales y con alto nivel de criticidad, obligando a los políticos cuestionar su accionar constantemente. La educación es una herramienta para la vida que nos permite tomar decisiones individuales y colectivas.
La vinculación entre representantes y representados impulsa una mayor discusión e involucramiento de los electores permitiéndole estar en capacidad de defender determinadas políticas públicas. Pero para que esto ocurra, la ciudadanía deberá estar bien informada, educada y adiestrada.
La educación ciudadana permite al elector estar informado y hacer un ejercicio responsable de su voto, pudiendo identificar -claramente- las propuestas que ofrecen en sus programas de trabajo los partidos politicos. Y es que el conocimiento nos permite discernir y escoger las mejores ofertas que los candidatos convidan para lograr representar al soberano en el Poder Ejecutivo, Congreso Nacional y los ayuntamientos.
De la escogencia de las mejores ofertas que presenten los partidos y sus candidatos dependerá la administración idónea del Estado y que los ciudadanos seamos «gobernados mejor de lo que nos merecemos», como decía un pensador.
De ahí que informar a la ciudadanía a la hora de ejercer el voto y apostar al desarrollo de unas elecciones diáfanas, transparentes, participativas y que fortalezca la democracia del país, es misión del órgano rector responsable de organizar el proceso electoral y los partidos políticas como lo establece la Constitución de la República Dominicana.
Sin embargo, la presentación de propuestas hechas por candidatos no puede confundirla con las dádivas, porque resulta que tal y como decía Plutarco: «El verdadero destructor de las libertades del pueblo es aquél que le reparte regalos, donaciones y beneficios» y no conocimiento; ya que bien saben los políticos que, si el elector está educado e informado tomará las decisiones que más convengan a la sociedad.
Recordarles a los políticos el artículo 165 de la Ley 20-23 en cuanto a la campaña electoral, la cual establece un conjunto de actividades lícitas organizadas y desarrolladas con el propósito de promover expresamente las propuestas electorales para la captación del voto a favor de candidatos a los cargos electivos nacionales y municipales, dejando claro que estos pueden promoverse y llevar al votante sus programas de gobierno y plataforma electoral, análisis de temas de interés, principios y realizaciones que harán de ser electo.
Estas promociones en la campaña proselitista que hacen los partidos y candidatos para buscar la aceptación de militantes y simpatizantes permitida en la ley, no incluyen entrega de dádivas como dinero, alimentos, medicina, agua, materiales de construcción u otros objetos de naturaleza económica, dejando bien claro que quien cometa este delito será pasible de drásticas sanciones que lo puede llevar hasta la exclusión de las Elecciones.
Sin embargo, aún lo establecido en la Ley de Régimen Electoral y Partidos Políticos, en sociedades como la nuestra, el sistema de partido, no se preocupa porque el electorado sea consciente, practique un voto sensato e informado. Eso no les interesa.
Los partidos deben incluir en las campañas políticas-electorales la promoción y edición de materiales educativos que ilustren al votante, para estimular al pueblo a elegir de forma consciente, informado y con responsabilidad las autoridades que nos representen y administren de forma apropiada el Estado dominicano como establece la Constitución y las Leyes 20-23 y 33-18, basada en la ética electoral, responsabilidad y respetando la voluntad popular.