La encuesta como método para elegir candidatos se pone en tela de juicio
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Los partidos en su gran mayoría en esta ocasión se pusieron de acuerdo para utilizar el método de encuestas como principal herramienta para la elección de candidatos oficiales a las posiciones electivas para la contienda del 2024. No obstante, ante el anuncio de los resultados por parte de algunas organizaciones políticas, han florecido deficiencias de una metodología que en los últimos años ha sido criticada, generando desconfianza en el electorado y en la misma clase política.
Uno de los desafíos acuciantes que debe enfrentar esta metodología en el plano político es que las encuestas de opinión, sobre todo las usadas para escenarios electorales, no son necesariamente un recurso estadístico para mostrar una realidad sino para inducirla.
Mientras que el Tribunal Superior Electoral se ha encargado de acrecentar el sentir de quienes aseguran que las encuestas se prestan a maniobras y caprichos a favor de determinados candidatos, vulnerando el derecho de otros a elegir y ser elegidos.
Esta alta corte celebra audiencias al vapor dado los plazos fatales que impone la organización de las elecciones municipales del domingo 18 de febrero del 2024, para conocer demandas de impugnación de primarias y encuestas sometidas por dirigentes de diferentes partidos. El resultado era inesperado: el TSE falló a favor de algunos de estos precandidatos emitiendo sentencias en la que ordena a los mismos a realizar nueva vez el procedimiento. Un ejemplo de ello, es la sentencia a favor de los precandidatos a diputados de la circunscripción tres del Distrito Nacional de la Fuerza del Pueblo.
El TSE anuló el proceso de encuestas realizado con el argumento que algunos de los precandidatos no fueron medidos y por el contrario fueron excluidos del proceso. De igual manera, emitió órdenes al Partido Revolucionario Moderno y el de la Liberación Dominicana.
Fortalecen la democracia
Pese a ese escenario en que el TSE coloca al liderazgo político, el politólogo y catedrático Fausto Montes de Oca considera que lejos de satanizar esta metodología, «las encuestas juegan un rol importante en el fortalecimiento de la democracia y las instituciones. Pero también entendemos que dicho método sólo debería aplicarse a los candidatos ya electos, ya que utilizarlo para la elección de precandidatos de partidos, puede ser considerado ineficaz y vulnerar la voluntad popular».
Montes de Oca recuerda que los partidos y los votantes han utilizado estas mediciones para evaluar la viabilidad de las candidaturas y tomar decisiones estratégicas. Sin embargo, en su contexto interno, se vulnera con gran frecuencia el derecho a elegir y ser elegido, un derecho que está constitucionalizado.
Es de los que considera que «es cierto que las encuestas mal diseñadas adolecen de sesgos metodológicos según los especialistas».
El Tribunal Superior Electoral ha fallado contra algunos casos de candidaturas de la Fuerza del Pueblo y del PRM.
Y en ese mismo orden, Víctor Bautista, especialista en comunicación estratégica, presidente de la firma consultora Mediáticos, defiende el fin principal de las encuestas, recordando que son investigaciones que «siguen siendo válidas y ahora mucho más que se pueden elaborar con base tecnológica, con inteligencia artificial generativa, que permite más rapidez y precisión en procesos de tabulación e interpretación, probablemente reduciendo costos», sostiene que eliminar una herramienta de investigación social y de mercado, como la encuesta «es una locura».
Un planteamiento que no comparte Melvin Peña, consultor y estratega de comunicación quien evalúa como un paso audaz hacia la transparencia y la democracia la propuesta del senador por Monte Plata, Lenín Valdez, de eliminar las encuestas como método de selección para las candidaturas políticas.
«Las encuestas intra partidarias, como vimos en la elección de Julio Romero, pueden prestarse para resultados cuando menos inesperados, que mueven a la suspicacia, y la falta de información sobre el proceso interno, crea desconfianza», reitera Peña, quien además evidencia el hecho de que «los procesos internos de elección en nuestros partidos necesitan ser monitoreados por árbitros neutrales, como se espera que sea la Junta Central Electoral. Observa que no hubo mayores complicaciones con las pasadas primarias del PRM, por ejemplo».
Para el diputado del PRM, Amado Díaz, lo único bueno de las encuestas «es que jamás ningún partido del sistema usará ese método de elección, el fracaso en su implementación, obliga desistir de ella para siempre, no obstante, para evitar cualquier desaguisado. Ya firmamos un proyecto de modificación de ley», sostiene el congresista en referencia a la propuesta de modificación de ley junto a más de 100 colegas del Congreso Nacional, confiado que prospere esta iniciativa legislativa.
Sobre la capacidad de influir o no que tiene este método, Díaz está consciente que influyen, más «no es medible hasta dónde influyen, pero generan percepción y la gente vota por el que va a ganar». El diputado se ubica entre los que creen que como método de elección no tiene credibilidad, aunque sí lo valora como un mecanismo de trabajo interno.
Un fenómeno mundial
Para el experto en comunicación Melvin Peña la pérdida de credibilidad de esta metodología no sólo es un fenómeno que se manifiesta en República Dominicana.
«Las encuestas han venido perdiendo credibilidad en todo el mundo debido a sus fallas en prever resultados. Han fallado estrepitosamente en la última década en Estados Unidos, en Europa, en Australia y en Latinoamérica, pero es que ha aumentado la complejidad de medir emociones con un método cuantitativo, en una política altamente polarizada y radicalizada. Pero eso no significa, sin embargo, que no se deba creer en las encuestas. El electorado debe estar consciente que, como cualquier método de investigación, la encuesta tiene sus limitaciones, sus pros y sus contras, y que, como suele decirse, ‘es una fotografía del momento’, pero la realidad no es estática».
Peña plantea la atención a encuestas realizadas por firmas reconocidas con una metodología clara, que por lo general, son mas acertadas en términos de resultados electorales y mediciones de aceptación de figuras políticas.
«En República Dominicana las encuestas de firmas establecidas y que se hacen para medios de comunicación profesionales nunca han fallado y siempre sus resultados electorales son acertados, unos puntos más, unos puntos menos. Nunca ha fallado Penn Shoen, nunca ha fallado Gallup, por ejemplo. Esas son las encuestas a las que se les debe prestar atención y ‘coger un grano de sal’ los resultados de las encuestadoras que trabajan para los partidos políticos, de forma meridiana o velada», sostiene Peña.
El ejercicio político es el que pierde credibilidad
Para Víctor Bautista la credibilidad la ha perdido el ejercicio político, «con una calidad cada vez mas cuestionable y en ese contexto el método de las encuestas es arrastrado. Se instrumentaliza para crear opiniones y percepciones en función de los intereses políticos que realicen la lectura y la interpretación».
Pese a ese escenario, el veterano periodista es de los que no está de acuerdo en que se prohiba las encuestas, pero sí regularlas en cuanto a su conversión en hecho público.
Por ejemplo, Bautista al igual que Peña propone que se tomen en cuenta a empresas encuestadoras debidamente acreditadas, con información transparente sobre accionistas o propietarios, perfil del cuerpo técnico, antecedentes, gobernanza, paquete tecnológico, y que junto a eso, cumplan con los requisitos para operar y para hacer públicos los estudios que realizan. Criterios parecidos, quizás a los de las agencias calificadoras de riesgos y las firmas de auditoría.
Influencia de las encuestas
El impacto en la mayoría es innegable, particularmente entre los indecisos, así lo considera Melvin Peña. «La mayoría de las veces ese impacto es favorable para ‘el caballo ganador’, pero, también puede ser un acicate para movilizar el voto en su contra, como ocurrió en las recientes elecciones en España. Todas las encuestas daban como ganadores a la derecha, pero ante el temor de perder muchos de los beneficios del estado de bienestar y del progresismo, los electores frenaron el avance de la derecha. Lo mismo pasó en las últimas elecciones de medio término en Estados Unidos».
Para el politólogo Fausto Montes de Oca las encuestas no están exentas de críticas. En ocasiones, han fallado en predecir con precisión los resultados, lo que ha generado desconfianza en su credibilidad. «Algunos sostienen que las encuestas moldean actitudes y comportamientos, lo que puede distorsionar la realidad y sesgar la toma de decisiones de los votantes».
Afianzar su credibilidad
Una de las propuestas que señala favorable Montes de Oca, para contrarrestar la desconfianza que genera de alguna manera las encuestas en el país, está la metodología que ha implementado Argentina, las PASO (Primarias Abiertas y Simultáneas), donde se escogen en un solo día todos los candidatos de todos los partidos políticos con el mismo padrón, evitando la elección basada en encuestas o que los simpatizantes de otros partidos se involucren en los temas políticos de una organización diferente a la suya.
«Es fundamental encontrar un equilibrio entre la necesidad de contar con información precisa y confiable y la búsqueda de métodos más inclusivos y transparentes para seleccionar a los candidatos», sostiene el catedrático.
Mientras que Víctor Bautista coincide al igual que los otros expertos, en que las encuestas sí generan influencia, «pero eso no es condenable, como tampoco lo es crear opinión pública favorable a determinados intereses políticos, hacer campañas, ejercer la oposición, activar el oficialismo».
La situación en el Congreso
Un total de 103 diputados, de una matrícula de 190, depositaron y firmaron un proyecto que busca modificar la Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas y lograr así la eliminación de las encuestas como método para escoger a los candidatos.
Los legisladores firmantes pertenecen a todos los partidos PRM, PLD, Fuerza del Pueblo, Opción Democrática, Alianza País, el bloque BIS y el Frente Amplio.
De acuerdo con la propuesta de los diputados, la Ley 33-19 de Partidos quedaría modificada en su artículo 45, que establece los métodos que tienen los partidos para escoger a sus candidatos a puestos de elección.
Los recursos que pueden usar los partidos para escoger a los candidatos son las encuestas, las elecciones primarias y las convenciones de delegados. Sin embargo, el proyecto de los 100 diputados busca que las encuestas queden descartadas como una herramienta de elección.