
El huevo y la piedra
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Todos recordamos la famosa historia del huevo y la piedra de nuestra época de estudiantes, lo que pasa es que cuando se trata de las relaciones entre Estados Unidos y República Dominicana siempre seremos el huevo y ellos la piedra cuando se trate de intereses que choquen.
El conflicto diplomático que atravesamos con Estados Unidos, pone en pausa la luna de miel con Luis Abinader, que en su discurso de toma de posesión fue enfático en calificar a los Estados Unidos como nuestro principal socio comercial y darles un asiento privilegiado en la asamblea nacional para presenciar dicho evento.
Lo que pasa es que como dice un viejo dicho, las potencias no tienen amigos, tienen intereses, mientras Estados Unidos pueda quitarse una carga de encima al dirigir el flujo de migrantes haitianos hacia el país más cercano, que en este caso es la República Dominicana, lo hará porque es un alivio económico, político y social para ellos el reducir la migración haitiana hacia su país.
De ahí vino el secreto a voces de un pedimento diplomático en donde se le propone a la República Dominicana instalar campos de refugiados por la crisis de violencia que atraviesa Haití, a lo cual por supuesto el gobierno dominicano se negó, pero nada en esta vida es sin consecuencias, y esas consecuencias la tuvieron que pagar la empresa Central Romana, quée se vieron con la sorpresa de qué sus exportaciones de azúcar hacia los Estados Unidos fueron detenidas debido a supuestas violaciones de derechos humanos y laborales con los haitianos qué trabajan para le empresa.
Según el gobierno norteamericano tenían más de 10 años investigando estas situaciones y de manera «coincidencial» las sanciones vienen ahora. Aunque el punto principal es ver que tanto Luis Abinader puede resistir sin qué le doblen el pulso, si va a preferir el disgusto del pueblo o qué los norteamericanos empiezan a hacer lo que mejor hacer, a ejercer presión a través de la economía, ya hemos visto que en ese sentido, son bastante persistentes y no perdonan fácil, sino pregúntenle a Cuba y Venezuela.
Lo que pasará es que Luis bajará las deportaciones gradualmente y relajará el tono del discurso para bajar las tensiones entre el gobierno dominicano, los empresarios y el gobierno estadounidense, no porque quiera, sino porque a la larga no le conviene a su sueño reeleccionista ni a los empresarios del país que son sus amigos el meterse con los gringos, en el fondo él lo sabe.
El mismo Abel Martínez tuvo que bajar el tono de su discurso nacionalista ahora que es un futuro candidato a la presidencia y se puso de parte de los Estados Unidos por lo menos de manera indirecta, reprochando a Abinader por enfrentarse a ellos, al final y al cabo el resultado entiendo que será el mismo, el Presidente no puede ganarle a la presión de Estados Unidos y le tocara hacer lo mismo qué hizo Danilo cuando Pompeo lo llamo por pensar reelegirse una tercera vez, aceptar que aunque es el Presidente dominicano, él es el huevo y los gringos la piedra.