
El día que Miguel Vargas derrotó a Luis Abinader
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Abinader estrenó el año electoral, este 21 de mayo, con una clara, abrumadora y contundente derrota política. Sus planes de comprar al PRD con recursos del Estado para atraerlo a su fallido proyecto reeleccionista fracasaron rotundamente en la Convención perredeísta. Apenas un puñado de los votantes se dejó seducir por la inmensa cantidad de dinero dispuesta por Abinader, a través de sus funcionarios, para imponerse en el proceso convencional del Partido Revolucionario Dominicano.
Sabedor de que la integración del PRD en un frente opositor, junto al PLD y la Fuerza del Pueblo, haría añicos su repostulación, Abinader y sus componentes dentro del partido dispusieron de una ofensiva nunca antes vista en una competencia interna de un partido político en la República Dominicana, para tomar el control de la organización política con el señuelo de la «reconciliación de la familia peñagomista».
A pesar de esa embestida gubernamental y del discurso de odio que diseminaron los componentes de Abinader a lo interno del PRD (por ahora), el 76% de los electores respaldaron a Miguel Vargas nuevamente como presidente del partido, avalando su liderazgo y, sobretodo, dándole la espalda a sus competidores que, abiertamente, promueven una alianza con el Abinader y el PRM.
El apabullante triunfo de Miguel Vargas en la convención del domingo 21 de mayo sobre los componentes de Abinader, además de desmontar las manipulaciones sobre el peso y la legitimidad de su liderazgo en el PRD, resulta un claro mandato de los perredeistas para que el partido mantenga su línea de oposición responsable, presente candidaturas propias en todos los niveles en 2024 y abra las puertas del partido a nuevos liderazgos.
A partir de su demoledora victoria sobre Abinader y sus componentes, Miguel Vargas tiene ante si el desafío de construir una época de conciliación, unidad y trabajo en el Partido Revolucionario Dominicano, sin dejarse arrastrar al terreno de quienes procuran entorpecer la marcha hacia el poder del partido de Peña. Debe tener claro que ahora, los enemigos del pais insertos aun en el PRD, travestidos en ovejitas y parapetados en el manido discurso de una unidad mal concebida, buscaran todos los medios de sabotear el crecimiento del partido y su proyecto alternativo al gobierno, porque su único interés es consumir las migajas del presupuesto nacional que les deje caer Abinader, así sea a costa del deterioro del pueblo dominicano.
Los perredeístas auténticos, quienes queremos un partido con vocación de poder y, sobretodo alejado de la incompetencia e incapacidad que caracterizan al gobierno Abinader, tenemos la obligación de trabajar sin descanso tras un objetivo común: conquistar el favor de la mayoría de los ciudadanos, llevar al poder al partido, para encabezar un gobierno distinto que saque al pueblo dominicano del estado de desesperanza, inseguridad y miseria en que le ha sumido la actual administración.
Si los componentes de Abinader, insisten en negarse a acatar el claro mandato de la militancia perredeista en la convención de este domingo para que el PRD lidere e integre un bloque opositor para expulsar del poder al PRM, tenemos la obligación de aislarlos y facilitarles el camino para que se vayan en paz al lado incorrecto de la historia.
La victoria arrolladora de Miguel Vargas en la convención del domingo 21 de mayo, además de un claro aval a su liderazgo y a la linea opositora del partido, fue un homenaje de cada votante perredeísta a la memoria de Peña Gómez y a su entrega por la democracia.

La vida de Peña es fuente de inspiración para cada perredeista, no solamente por su lucha, trabajo y aportes a la democracia dominicana, sino por su máxima dedicación a su partido, el Partido Revolucionario Dominicano, la cual, a pesar de las grandes dificultades y obstáculos, se traducía en los grandes esfuerzos que hacía para mantener que nuestra organización se mantuviera fuerte y unida a través de sus ideales que son y deben ser siempre el mejor punto de encuentro de quienes le hemos asumido como guía y modelo a seguir.
Peña Gómez trabajó con entusiasmo hasta el ultimo dia de su vida terrenal para que la familia perredeísta conviva de manera armónica y, sobretodo, para que el PRD sea un sólido instrumento al servicio de los mejores intereses del pueblo dominicano, en una búsqueda permanente de garantizar al pueblo dominicano salud, educación, vivienda, empleo, progreso y bienestar para cada dominicano.
Jose Francisco Peña Gomez nos enseñó a vivir con principios, valores y dignidad, ahora que el país padece su epoca de mayor decadencia en este siglo luego del gobierno de Hipólito Mejia, cualquier confrontación estéril o cesión ante quienes prefieren el caos antes que flojear la ubre estatal, solo benéfica a quienes no saben gobernar al país y lo llevan por el camino del caos y la improvisación.
El país siempre ha esperado mucho del PRD, durante una gran parte de la era democrática fue el partido que concentraba todas las esperanzas de bienestar y prosperidad del pueblo dominicano, hoy que somos un partido en pleno crecimiento, que apuesta por conquistar el favor mayoritario de las nuevas generaciones nos toca construir una unidad monolítica en torno al propósito de brindarle a los dominicanos una vida mejor, una vida distinta.
Para lograr ese objetivo es necesario, obligatorio, urgente abrir las puertas del partido para que entre todo el que quiera aportar a ese propósito y también para que aquellos que no lo compartan se marchen, se vayan en paz.