
Catalina Olea: «Espero en el 2024 un voto de repudio contra el populismo y la simulación»
Comparte Este Artículo
Catalina Olea es una mujer joven que vive en la provincia Samaná, demarcación en la que ha hecho vida política, impulsada en sus inicios por su padre, Ramón Aníbal Olea Linares, líder destacado del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), ya fallecido, que fue presidente provincial por largo período y candidato a senador durante 1982-1994. Él fue quien la llevó a las filas del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), al que renunció hace poco porque «descubrió» que las compatibilidades que la atraparon en ese entonces se volvían cada vez más escasas.
Promotora de la justicia social, por eso decidió dar el paso junto al ex senador por Santiago, Julio César Valentín, para seguir canalizando sus inquietudes políticas. Está convencida que «desde las instituciones públicas se debe servir no sólo a los miembros del partido que ganó las elecciones, pues aquellas les pertenecen al pueblo y es a este que los funcionarios tienen el deber de servir y con éste (oposición y sociedad en general) deben diseñar y construir las posibles soluciones y herramientas de servicio».
Considera importante que la política «no debe formularse solamente por lo que dicen las encuestas. La política es técnica pero debe tomarse en cuenta también la formación integral (intelectual y espiritual) junto con el compromiso personal». Con Olea conversamos de su militancia partidaria, sus inquietudes en pos de un mejor ejercicio político y los pasos que espera dar en el futuro inmediato en ese orden.
¿Por qué aceptó la candidatura a la diputación nacional en el pasado proceso electoral?
Acepté porque ya, desde dos días antes del cierre del proceso de inscripción de precandidaturas para las primarias del PLD en 2019, había tomado la decisión de explorar nuevas vías para aportar mis conocimientos y experiencia en derecho parlamentario, técnica legislativa, derecho público y derecho constitucional, para la consolidación del Estado de derecho en nuestro país, desde un espacio de toma de decisiones con repercusión directa en la implementación y ejecución de soluciones colectivas, para propiciar las transformaciones necesarias y anheladas, tanto en mi provincia Samaná, como en el resto del país, que garanticen la preservación de los recursos naturales como fuente de riqueza múltiple sostenible para elevar la calidad de vida en paz, igualdad y equidad, de la presente y las futuras generaciones, conforme los objetivos de desarrollo sostenible para ‘no dejar a nadie atrás’.
¿Qué ha aprendido del ejercicio político?
Que mi adversario no es el miembro de otro partido, sino toda persona que diluye el bienestar colectivo en la búsqueda de sus intereses personales y particulares. Que la política conlleva confrontación y debates pero no siempre ni en todos los lugares. De igual manera que desde las instituciones públicas se debe servir no sólo a los miembros del partido que ganó las elecciones, pues aquéllas les pertenecen al pueblo y es a éste que los funcionarios tienen el deber de servir y con éste (oposición, sociedad civil y sociedad en general) deben diseñar y construir las posibles soluciones y herramientas de servicio.
¿Su renuncia del PLD, es irrevocable?
Siempre habrá espacio en mi vida para recomponerme, quién soy yo para no disponerme a ello. Pero siempre y cuando surja de un sincero reconocimiento expreso de lo que no debió ocurrir, con verdaderas intenciones, pensamientos, palabras y sentimientos de no repetir, prevenir y enmendar con acciones concretas. Pero decidí abrazar mi libertad, y me tomaré el espacio y el tiempo de transitar por un nuevo sendero.
¿Qué tomó en cuenta para asumir este paso?
Mis vivencias como especie de pasantía en el ejercicio de la política desde la niñez, de mucha cercanía con mi papá, Ramón Aníbal Olea Linares, líder destacado del PRD en Samaná, presidente provincial por largo período, candidato a senador durante 1982-1994, y quien ha sido y será por siempre mi primer ejemplo de ejercicio sublime de la política y de respeto de la libertad de afiliación partidaria y demás libertades, después de Jesús. Mi deber de honrar la memoria de mi padre, esforzándome cada día por emular su ejemplo y poner en práctica sus enseñanzas de igualdad, equidad, inclusión, transparencia, justicia y preservación de los recursos naturales para que los niños nacidos y por nacer puedan disfrutarlos y les dejemos las bases establecidas para un mundo forjado en valores de amor, hermandad, amistad, lealtad y gratitud que trascienda generaciones, de lo cual conversábamos cada día, incluyendo sus últimos días de vida. Descubrí que las compatibilidades que me atraparon se volvían cada vez más escasas, sobre todo en mi demarcación.
¿Esas inquietudes donde las canalizará, ya tiene nueva casa política?
En este momento nos encontramos completando los requisitos para presentar ante la Junta Central Electoral (JCE) una nueva propuesta de partido que estamos consensuando denominar Justicia Social, encabezado por Julio César Valentín. Un partido desde el cual pretendemos compartir con las demás organizaciones políticas el desafío de sentir el más profundo llamado de procurar la alegría y la satisfacción de construir juntos, desde el servicio, un hogar, nuestra Patria, nuestra Casa Común, nuestro país, con dignidad, libertad, igualdad, equidad, transparencia, inclusión y justicia social, pues en una coyuntura difícil y complicada como la que transitamos hoy, se impone dejarnos convocar por la amistad social entre nacionales, extranjeros residentes, nacionalizados y de turismo.

¿Qué fue lo que más decepción le produjo en el PLD para marcharse con tantos años de militancia y trabajo?
Fueron varias situaciones, tres de ellas muy sentidas por mí, pero fundamentalmente se pueden resumir en la ambivalencia y la incoherencia entre la ideología, estatutos, líneas políticas de acción y reglamentos partidarios y las acciones y omisiones, de algunos compañeros de la alta dirigencia local y en menor cantidad del nivel nacional, en quienes se suponía descansaba la gran responsabilidad de propiciar las transformaciones que asumió el partido como urgentes, en el IX Congreso Ordinario José Joaquín Bidó Medina. Tengo gran respeto y admiración por la alta dirigencia del PLD que ha hecho grandes esfuerzos de transformación reales y verdaderos, los cuales constaté por mí misma, y de quienes recibí apoyo institucional cada vez que expresé mis inquietudes, pero se requiere que también la totalidad de la alta dirigencia de cada provincia asimile y adopte este objetivo como un nuevo estilo de vida.
¿Cómo mujer jóven, cuál ha sido su experiencia en torno a la paridad de género?
A nivel provincial, en Samaná, estamos muy distantes de la paridad, más bien, predomina la exclusión, la intolerancia, la subestimación, la represión, sobrecarga de trabajo, irrespetos y desconsideración, ausencia de apoyo económico y mentoría. Cuando se ha dado espacio para alcanzar la ‘paridad’, ha sido en la cantidad de integrantes de una comisión, no en los puestos de dirección de las mismas otorgándole a las mujeres los puestos de vocal y secretaría. Mi experiencia a nivel nacional e internacional ha sido diferente, pues se esfuerzan más y se logran mejores puestos, pero falta mucho también aún.
¿Qué falta a las mujeres para seguir ocupando espacios de alto nivel en la política?
Superar las barreras que nos auto imponemos y colocamos a las demás mujeres, como son los estereotipos, de los cuales vale destacar y –es de vital importancia que se profundice aún más en ello–, el relativo al cuidado y gerencia doméstica que resta tiempo de gran valor a la mujer que puede ser utilizado en el fortalecimiento de sus capacidades intelectuales y políticas y de su espiritualidad, o; en actividades propias de los puestos de alto nivel, como el diseño de estrategias de supervisión, evaluación, captación, acompañamiento y encuentros en el territorio y fortalecimiento de los lazos de interacción y cercanía, tanto en la estructura partidaria como con la militancia en general y el pueblo y entidades estatales y privadas, iglesias, organismos internacionales y sin fines de lucro, a nivel nacional e internacional, a lo cual tienen acceso con mayor facilidad los hombres, porque están exentos de gran parte de las tareas del cuidado y gerencia doméstica.
¿Hacer política en los pueblos y provincias es difícil?
Es difícil en general, en tanto tienes que interactuar, gestionar soluciones y articular consensos en sociedades con menos acceso a información y a los niveles de educación superior, por las limitaciones económicas y brechas tecnológicas existentes en sus territorios, y; para una mujer es aún más difícil, ya que, se nos presentan propuestas indecorosas e insinuaciones irrespetuosas, chantajistas y de represión, tanto de la dirigencia política alta, media y de la base, como del sector privado. Generalmente, se sigue viendo a la mujer con exclusivo potencial para responder a la atracción que ella le despierte a un caballero; se espera que sea sumisa y con capacidad de perdonar inagotable rayando en el irrespeto a sí misma y a sus convicciones.
¿Aspirará nueva vez a una posición electiva?
Mi aspiración es seguir sirviendo desde donde me encuentre por disposición de Dios, ya sea desde una posición electiva o no, para propiciar bienestar colectivo con justicia social, a nivel nacional e internacional a partir de la protección del planeta, la integración regional y mundial; y, el fortalecimiento del diálogo y participación ciudadana que rescate la interculturalidad y la inclusión de la diversidad en los escenarios de procesos deliberativos y toma de decisiones, tanto a nivel local como entre los distintos países. Tengo la firme esperanza de que podemos lograrlo desde el nuevo partido que se encuentra en fase de formación: Justicia Social.
¿Cómo vislumbra el panorama del 2024?
Es parte de mi más profunda esencia no adelantarme al presente para hacer predicciones. Me fundamento en lo palpable, es decir, en lo comprobable por mí misma y, en función de las informaciones y hechos publicados recientemente, podría afirmar que para el 2024 nuestra democracia resultará favorecida porque tendremos nuevos partidos, adicionales a los existentes hoy, de distintas ideologías y; también una ciudadanía más organizada, integrada, crítica y participativa, empoderada aún más de sus derechos de movilización y voto, partiendo de una perspectiva comparada, que propugna por inversiones que fomenten nuevos patrones de producción y consumo justos y amigables con el ambiente y con tendencia a la reducción de la huella de carbono, de forma tal que, el incremento de la economía dominicana vaticinado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), para el 2024, sea sostenible y acorde con los ODS 2030.
¿Cuál espera sea el papel que juegue la sociedad en las elecciones del 2024?
Espero que acuda a las urnas de manera masiva y ejerza un derecho al voto informado, con conciencia crítica y objetiva, sin dejarse permear por la inmediatez, ruido y superficialidad que, en muchos casos, se presentan en las redes sociales. Que su voto sea de repudio al populismo y la simulación, para el rescate de la dignidad del dominicano y de preservación de la institucionalidad.
«Quien no tiene fe en una sociedad mejor que la actual y se resigna a adherirse al denominado sistema imperante que resulta insatisfactorio, debe abandonar la política. El cinismo en política es corrosión de la sociedad y acaba en corrupción. La política es transformar el presente no sólo mantener el ‘equilibrio’»
El apoyo a Julio César Valentín
La decisión de Julio César Valentín de abandonar el PLD y formar un nuevo partido, «me ofrece una brecha para liberarme de la decepción experimentada y me despierta nuevamente la esperanza de formar parte de una organización con ideología y estatutos coherente con sus acciones, y con oportunidad de que sean efectivas y aplicables las vías para garantizar que se mantenga así, porque está comprobado que cuando empiezas a diseñar desde cero, estás recibiendo más chance para hacer las cosas bien, todo ello porque tuve el privilegio de conocerlo y trabajar bien de cerca las cuestiones propias de un legislador prolífico como ha sido su identidad característica, y de un presidente de una de las Cámaras del primer poder del Estado, incluyendo sus otras tareas como escritor, consultor e integrante de comisiones ante organismos de financiamiento multilaterales y entidades políticas internacionales.
La mujer en política
«La participación de la mujer en política está incrementándose, es cierto, pero está limitada generalmente a los parámetros resultantes de las creencias y etiquetas preestablecidas para los roles de cuidado, asistencia y atención reservados tradicionalmente a la mujer, tanto por hombres como por mujeres, de: secretaria o asistente, decoradora del hogar y de la oficina, encargada del funcionamiento y organización de la agenda diaria y actividades cotidianas, maestra de ceremonias o atención al cliente por citar algunos, lo que constituye exclusión y mutilación de los derechos y libertades de la mujer, de su dignidad humana».