
María Teresa Cabrera: «Un cambio de época política sigue pendiente en el país»
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Frente a decenas de dirigentes políticos, viejos militantes revolucionarios y seguidores de los distintos sectores sociales, María Teresa Cabrera fue proclamada candidata presidencial del movimiento Congreso Cívico, convirtiéndose así en la primera mujer que se postula a la Presidencia de la República para las próximas elecciones generales.
Reconocida por su militancia y activismo en las luchas sociales más importantes de las últimas dos décadas, María Teresa, una maestra que lideró la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), ahora aspira a convencer a las y los dominicanos para que le confíen su voto y poder dirigir el país desde el Palacio Nacional.
Su discurso no tiene dobleces. Sostiene que el país necesita una alternativa que dé paso a «un cambio de época política. Es lo que reclamó el pueblo en las calles tras la caída de Trujillo. Debió ser cuando ganó Bosch en 1962, pero el golpe de Estado y la intervención del 1965 y la derogación de la Constitución, malograron la posibilidad de un cambio de época en el país. Por lo tanto, esa tarea sigue pendiente».

Cabrera proclama que su candidatura es parte de los esfuerzos unitarios encaminados junto a otras organizaciones de izquierda que tiene como prioridad «articular una propuesta unitaria, lograr la unidad como una alternativa a los partidos tradicionales, con vocación de poder y con propuestas viables para encarar los males del país y avanzar hacia el progreso y el desarrollo». Por eso se adelanta a explicar que su candidatura está sujeta a competir con otras que pudieran proponer las demás organizaciones, y entonces decidir la candidatura definitiva «por un método democrático, y la que resulte con mayor nivel de respaldo, entonces, esa representa al conjunto».
Tras su proclamación el pasado domingo, País Político conversó con María Teresa Cabrera, una entrevista en la que ella explica su propuesta y su opinión de diversos temas de actualidad e importancia para el país.
¿Qué es Congreso Cívico?
El Congreso Cívico es un movimiento político que no tiene la vocación de ser partido. Pero está presente en el debate político y social del país. Un espacio de reflexión sobre la problemática de República Dominicana con un espíritu prepositivo. Un espacio de encuentro y diálogo de intelectuales, profesionales, técnicos de distintas áreas y distintas generaciones.
¿Cómo surge esta entidad no partidista que origina la propuesta de que usted encabece la candidatura a la Presidencia de la República?
El Congreso Cívico surgió en el marco de la coyuntura hacia el proceso electoral del 2020. Formó parte de la Coalición Democrática que promovió la necesidad del cambio, pero su horizonte trascendía esa coyuntura, siempre planteo la necesidad de impulsar una nueva transición democrática en el país.

En resumen, ¿qué propone el proyecto de su candidatura?
Consideramos que el principal imperativo de los sectores progresistas y de izquierda es propiciar la apertura a una nueva época política en país. Esto significa modificar rasgos sustanciales del sistema político vigente heredado del régimen de la dictadura, por ejemplo: la concentración de las riquezas en pequeños grupos, la centralización del poder que se expresa en presidencialismo, la lógica clientelar del Estado, un sistema impositivo muy inequitativo que obliga a los que menos ingresos reciben a pagar más impuestos que los que concentran las riquezas y los beneficios; altos niveles de corrupción e impunidad, salarios de miseria y muchos privilegios para un pequeño grupo.
Por esa razón, la economía crece pero la desigualdad e inequidad social se mantiene, porque la riqueza que se genera con el trabajo de muchas mujeres y muchos hombres, no se redistribuye con sentido de justicia, los salarios son de hambre, y esa política salarial es consustancial al modelo impuesto.
Los recursos que recauda el gobierno provienen en su mayoría del ITBIS que graba el consumo en lugar de poner el foco en la propiedad y las ganancias. Encima de eso las exenciones que benefician a los grandes empresarios son verdaderamente irritantes.
Abrir una nueva época política en el país significa darle concreción a la democracia en todas sus dimensiones: económica, política y social, significa que las personas puedan ejercer plenamente sus derechos y cumplir sus deberes, que el derecho a la salud, a un retiro digno al concluir su vida laboral, a una buena educación; el derecho a la agua, a una vivienda digna, a un medio ambiente sano; que el derecho a ser feliz, a no ser discriminado- discriminada por ninguna razón, a vivir libre temores e incertidumbres, estén garantizados para todas las personas.

¿Quiénes le acompañarían como equipo, con qué fuerzas cuenta?
La propuesta surgió de un grupo de ciudadanos y ciudadanas, luego el Frente Amplio la asumió y ahora el Congreso Cívico proclamó la propuesta nuestra. Pero debo decir que estos meses de conversación política, de caminar y dialogar con familias y sectores sociales, he recibido muchas expresiones de confianza y respaldo; personas que nunca se habían comprometido políticamente con ninguna propuesta se han sentido convocadas por esta iniciativa, también muchas personas jóvenes. Todas esas expresiones de confianza las valoro mucho y la asumo con mucho sentido de compromiso.
¿Participan en las pláticas que buscan la creación de un gran bloque electoral de las fuerzas progresistas?
Participo y estoy decida a contribuir en todo lo que, humanamente, pueda para que los esfuerzos unitarios se materialicen. Esa unidad es absolutamente necesaria para presentar, desde los sectores democráticos, progresistas y de izquierda, una opción política que responda al reclamo de un segmento importante del pueblo, que ve en esa unidad la posibilidad de abrir paso a una época política nueva en el país.
¿No podría significar la proclamación de su candidatura un obstáculo para los esfuerzos unitarios con otras organizaciones progresistas que participan en las conversaciones unitarias?
No. De ninguna manera. Por eso hablamos de una precandidatura que se somete a la consulta que determinará la candidatura oficial de la unidad popular, democrática, progresista y de izquierda que se articule. Tenemos la gran oportunidad de demostrar que podemos desarrollar una competencia sana, virtuosa y de complementariedad entre las partes de la unidad. La propuesta que gane la consulta esa representa al conjunto. De manera, que no es un obstáculo, al contrario quiero contribuir a que esos esfuerzos logren concreción.

Como mujer, ¿qué siente usted al encabezar una candidatura a la Presidencia de la República?
Considero que es un reto. La confianza de las organizaciones, ciudadanos y ciudadanas que han presentado y asumido la propuesta, me otorgan una confianza que me desafía permanentemente. Las mujeres tenemos un peso importante en los triunfos electores pero los partidos del sistema, con sus prácticas, revelan una instrumentalizaciòn de las mujeres. Basta observar sus conductas, en debate de la Ley Electoral, en la demanda de las 3 Causales. Entonces ese comportamiento nos emplaza a procurar espacio donde se deciden las políticas, donde se toman las decisiones.
Desde su perspectiva, ¿cuáles son sus expectativas de caras a las elecciones del próximo año, qué papel considera jugará el sector progresista en esos comicios?
Mis expectativas están puestas en que logremos un polo unitario democrático, popular, progresista y de izquierda, en base un programa básico, viable, alternativo al modelo neoliberal y su expresión política. Es decir, presentar una opción política en las elecciones del 2024 que se instale y desempeñe un buen papel en esas elecciones, que aumente la representación progresista en el congreso y en los ayuntamiento. Desde luego, trabajo con determinación para ganar la nominaciòn, pero en caso de ganarla, trabajaré con la misma determinación por la que represente la unidad.

¿Ha valido la pena dedicar todo el tiempo que en su vida ha dedicado al activismo gremialista y a la política?
Claro que ha valido la pena. Hemos alcanzado victorias importantes en esas luchas en las que junto al pueblo hemos participado. Por esas luchas del pueblo no han devorado a Loma Miranda, por esas no se instaló la cementera en Los Haitises, por esas luchas tenemos libros de textos y desayuno y almuerzo escolar gratuito en las escuelas públicas, por esas luchas logramos el 4% para la educación, por esas luchas tenemos un Ministerio Pública que está persiguiendo el delito, que investiga e instrumenta expedientes robustos y estamos viendo apellidos sonoros respondiendo ante la Justicia. Ha valido y sigue valiendo la pena luchar. Es una manera de procurar el bien común, la justicia social, que el Estado de Derechos tenga concreción en la vida de la gente.
¿Cuáles son los principios políticos que la identifican como marca política?
Antes que nada, así dice la gente, el interés nacional es mi norte fundamental, por eso reivindico un ejercicio pleno de soberanía, que nos permita decidir nuestro destino; y el ideal de la democracia verdadera, sin lo cual no se construye ciudadanía plena. Creo que esos principios han motivado los compromisos que asumo.
¿Cuál es su postura en torno al proyecto de Código Penal, ya aprobado por el Senado?
Me parece una vergüenza que todavía en este país tengamos que luchar por una demanda tan racional y que constituye un derecho fundamental de las mujeres pobres, porque no está en discusión ese derecho para las mujeres ricas. El comportamiento de los partidos tradicionales es revelador de la falta de seriedad en la conversación política. El PLD tuvo mayoría en el Congreso pero no «pudo aprobar» las tres causales aunque el presidente Medina las apoyaba. El presidente Abinader dice que apoya las tres causales pero las mayorías congresuales de su partido no aprueba las causales. En campaña se comprometieron, pero una vez en poder aparecen los “peros”.
¿Cuál es su evaluación acerca del desempeño del actual Gobierno, desde su rol de opositora?
El presidente Luis Abinader al designar a Miriam Germán como procuradora, a Yeni Berenice y Wilson Camacho al frente de los órganos de persecución de la corrupción, envió un mensaje que expresa una voluntad de perseguir la corrupción, de poner límite a la impunidad, por eso estamos viendo expedientes e imputados que era impensable tres años atrás; ha mostrado también forma menos verticales en el ejercicio del poder. Eso es bueno, pero su política económica se mantiene en la esencia del modelo neoliberal.
No ha mostrado ninguna señal de voluntad para democratizar la propiedad económica, al contrario, su política económica favorece la concentración de las riquezas generadas con el trabajo de la mayoría trabajadora; no vemos ninguna intención de eliminar el clientelismo, sustituir la falsa caridad pública por la garantía del ejercicio de los derechos de las personas. Por eso es necesario proponerse superarlo sin retroceder, porque los del pasado reciente que quieren volver no tienen nada que ofrecer, tuvieron oportunidad de llevar a cabo cambios sustanciales y no lo hicieron, se movieron al conservadurismo y elevaron la corrupción a niveles inimaginables. Una opción democrática, popular, progresista y de izquierda es la que puede proponer abrir una nueva época política en el país.
Marcha Verde, ¿ya cumplió su papel histórico, o es un movimiento que podría reactivarse en algún momento?
Los movimientos sociales por definición son efímeros, distinto a las organizaciones sociales que tienen una estructura duradera. Los movimientos sociales surgen con un tema y con ese tema concluyen.
¿Qué pasará con la lucha por las tres causales?
Tenemos que continuar con la lucha por las tres causales, rendirse no es una opción, creo que tenemos que apostar a ampliar la representación política de los y las que nos comprometemos y somos consecuentes con los derechos de las mujeres.