
Omar Liriano: «Ser presentador de un Presidente no es una labor sencilla»
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Omar Liriano es un veterano de la comunicación con casi 42 años de trayectoria desempeñando una labor frente al micrófono. Ha tenido la posibilidad de crecer junto a los líderes que ha admirado y seguido como militante político que es. Fue así que el destino lo llevó a estar cerca del expresidente de la República, Leonel Fernández, conociéndole cuando este aún daba clases en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Para las elecciones de 1990, Liriano fue el presentador oficial del profesor Juan Bosch, presidente en ese momento del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Su trabajo tiene un sello especial, dado a la experiencia acumulada. Sin embargo, ha dejado claro en diferentes momentos que ser el maestro de ceremonia del Presidente de la República «no es una labor sencilla, y requiere enfrentarse a múltiples intereses y egos de las personas que quieren influir sobre un gobernante o líder».
La gente supone que una persona con estas funciones debe ver frecuentemente a un mandatario y por consiguiente quieren usarlo de puente para lograr llegar hasta él, pero no siempre es así. Tal y como lo aclara el veterano locutor y periodista oriundo de Sosúa, Puerto Plata.
Omar es nuestro invitado en la segunda entrega de esta semana de la serie en la que País Político destaca el trabajo de los presentadores de los Presidentes dominicanos –José Guillermo Sued dijo que lo más importante para él fue asumir el trabajo con respeto al público–, función en la que pocas mujeres han tenido la oportunidad de demostrar su capacidad.
¿Fuiste presentador del Presidente en qué período y cómo se da esa propuesta?
Fui maestro de ceremonias del Presidente Leonel Fernández en sus tres períodos de gobierno, en el primero de 1996-2000 y los otros dos correspondientes al 2004-2012. También presentador de las actividades políticas. Creo que llego a ser maestro de ceremonias del presidente, porque ya era el presentador en todas las actividades políticas en las que participaba. El vínculo se estrecha porque fui también el presentador del profesor Juan Bosch para las elecciones del año 1990. Con el presidente Fernández fui su presentador desde la precampaña que inició en 1995, luego siguió la campaña hacia las elecciones de 1996, y de ahí el trabajo en la Presidencia de la República.

¿Qué condiciones debe tener un profesional de la comunicación, para lograr esta posición?
Las condiciones que debe tener un profesional de la comunicación para ser presentador o maestro de ceremonias pueden variar. Quien ejerce esas funciones debe tener conocimientos varios sobre la dinámica que desarrolle el presidente. Debe manejar muy bien los protocolos establecidos para un presidente y el ordenamiento establecido por organismos internacionales. Debe estar al tanto de todo cuanto sucede.
¿Cómo define su experiencia?
Mi experiencia durante todos estos años la defino como inigualable. La recibo como el más grande privilegio profesional. Una época de crecimiento permanente.
¿Quiénes han marcado su trayectoria, influencias de la locución o comunicación si las hay?
Desde muy jovencito pertenecí a la iglesia Templo Bíblico de Sosúa, debo agradecer por siempre al pastor Pascual de la Cruz, a quien todos llamábamos Ningo. El me daba la responsabilidad de dirigir los cultos de los domingos, donde participaba la feligresía, incluso, gente de la comunidad que iba a ver la ceremonia.
También fui un admirador de Don Ramón de Luna veterano locutor de Santiago, siempre lo escuchaba y le reconocía como uno de los mejores locutores de la época.
¿Hay alguna anécdota que recuerde de esas funciones que puedas compartir con nosotros?
En un trabajo como este siempre hay muchas anécdotas. Un día presentando una persona de mucho reconocimiento en la sociedad resalté en demasía sus cualidades como historiador, maestro, profesional y demás, al terminar el acto me buscó, inmediatamente le dijo a sus amigos «tú ves ese muchacho, es el mejor».
¿Como todo evoluciona, siente que ha cambiado hoy día la función del presentador del Presidente de la República, si es afirmativo en qué aspectos?
Las cosas siempre serán las mismas, lo que pudiera cambiar son las características que se puedan presentar por el criterio o la visión del Presidente de turno y la forma como lo asuma el maestro de ceremonias. Unos serán más estrictos con los protocolos, otros más informales.
¿Cómo y porqué llega a la comunicación?
Creo que nací siendo comunicador. En mi pueblo, Sosúa, cada vez que en la escuela o en el liceo se buscaba un estudiante para hablar, los profesores siempre me señalaban. De ahí en la iglesia hacía lo mismo, hasta que emigré a la ciudad de Santo Domingo. Me inscribí en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) para estudiar comunicación social, luego a la Escuela Nacional de Locución, en cuyo período establecí una estrecha relación con el profesor Otto Rivera.

¿Porqué han sido más hombres que mujeres los presentadores oficiales del Presidente?
Talvés el machismo entronizado en la sociedad no ha permitido que también mucho más mujeres puedan hacerlo. En mi criterio, en nuestro país hemos tenido y tenemos locutoras con igual o más capacidad.
¿Qué tan retador es asumir una función de esta naturaleza?
Esa es una gran responsabilidad, porque tú eres el ordenador de lo que va a suceder en cada evento. Entendí que siempre debía extremar el esfuerzo para que todo resultera como se plantea. Nuestra función es preparar el escenario para que la estrella, que es el Presidente de la República, encuentre un ambiente adecuado en el que pueda llevar su mensaje y ser recibido en la misma proporción.
Háblenos un poco de tus orígenes, cuando vivías en tu pueblo natal.
Soy de un pueblo al que quiero y añoro, Sosúa, un municipio de la provincia de Puerto Plata. Con raíces emocionales en un campito llamado Las Espinas. En mi pueblo trabajé en una finca de un extraordinario judio, Erick Benjamín, en la finca, ordeñamos las vacas, atendíamos a los cerdos y a todo lo que implicaba vivir en un lugar como ese. Fui profesor entre otras cosas, además de locutor oficial de la emisora católica Radio ABC.
De Radio ABC a ser el presentador oficial del Presidente Leonel Fernández.
Es así, pero es importante señalar que estando trabajando en Radio ABC nunca me pidieron que me alejara de la actividad política.
Un locutor exitoso
Omar Liriano es uno de los maestros de ceremonia de mayor reconocimiento en el ejercicio político. En el primer gobierno de Leonel Fernández fue designado como director del Centro de Información Gubernamental, que también fue creado en esa administración. Además de sus años como locutor en Radio ABC, laboró en La Voz del Trópico, Radio Unión, Radio Visión, Radio Antillas y Radio Cima. Es miembro del Círculo de Locutores Dominicanos. La Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) le nominó en el 1988 a los Premios Casandra como Locutor musical. Es director de comunicación del partido Fuerza del Pueblo.