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Un viejo camarada solicitó la entrevista. Facilitó el contacto y de inmediato se produjo una conexión a través de la complicidad de la risa. Carolina Beltré, candidata a diputada en la circunscripción uno del exterior por Opción Democrática, cuenta en esta entrevista con País Político que quería estudiar derecho en su país, pero fue imposible. Hace 20 años que vive en los Estados Unidos, y en esa gran nación, por sugerencia de un profesor, decidió estudiar sociología. «Te gusta analizar los fenómenos», fue la motivación inicial. Y no se lo pensó dos veces, como dicen los dominicanos.
Es la primera vez que se postula para un cargo de elección popular. Nunca se lo imaginó cuando vivía en Los Bajos de Haina, municipio industrial de San Cristóbal.
Socióloga, madre y esposa, cuenta con una larga trayectoria de participación en movimientos sociales y sociedad civil. Con casi 20 años establecida en New York ha decidido entrar a la política de mano del partido Opción Democrática en defensa de ideales progresistas y de igualdad.
Carolina ha destacado por su compromiso con la formación de jóvenes adultos, principalmente de 16 a 24 años. Su labor como consejera ha sido fundamental para orientarlos hacia la obtención de un diploma de high school o su equivalente, así como para explorar opciones en carreras técnicas o el acceso a universidades estatales.
Además, ha brindado apoyo a mujeres migrantes, facilitándoles el proceso para obtener certificaciones y las habilidades necesarias para asegurar su primer empleo en los Estados Unidos.
Caracterizada por su autenticidad, honestidad, responsabilidad y solidaridad, para Carolina ya es tiempo de que alguien de la diáspora con amplios conocimientos de la realidad de los de allá y los de aquí llegue al congreso. Su promesa es convertirse en la voz y voto de la diáspora en Estados Unidos y todo el ecosistema que conforman los dominicanos allí junto a sus familias y amigos que permanecen en el país.
¿Cuál es tu opinión sobre los principales desafíos que enfrentan los dominicanos en el extranjero en términos de migración?
Los dominicanos que salen a otro país, todos lo hacemos motivados por una búsqueda común: una mejor vida. Esto se traduce en la búsqueda de mejores oportunidades de formación, laboral, más garantías para desarrollarnos, educar a nuestros hijos, cuidar la salud. También es cierto que muchos nos encontramos con los mismos desafíos o barreras: idiomáticas, académicas, psicológicas.
Según el estudio de CUNY, Dominican Study Institute, sobre el perfil socioeconómico de dominicanos en Estados Unidos 2022, hay un mayor porcentaje de inmigrantes dominicanos que presentan un nivel de inglés limitado en comparación con otros inmigrantes, con un 63% hablando el idioma a un nivel inferior a «muy bueno». Además, es menos probable que posean una licenciatura o un título universitario.
Otros de los desafíos es la falta de movilidad de los dominicanos a otras ciudades, la comunidad tiene una alta concentración en la ciudad de New York, lo que reduce el acceso a empleos de calidad.
¿Cuáles crees que son las características principales del inmigrante dominicano en Estados Unidos?
Los dominicanos en especial de tercera generación tienen un perfil educativo y profesional alto, sin embargo, en la generalidad aún es una comunidad en desarrollo.
El estudio de CUNY también explica cómo las dificultades en el mercado laboral contribuyen en parte a que los dominicanos en comparación con otros grupos étnicos y raciales en los Estados Unidos sean los que perciben los ingresos más bajos y tasa de pobreza y desempleo más altas, el 19.0% está por debajo del umbral de pobreza.
Muestra de esto es que los dominicanos perciben 20,000 dólares menos que los norteamericanos.
¿Qué papel juega la tercera generación de dominicanos en la sociedad estadounidense y en la relación entre ambos países? La tercera generación de dominicanos en Estados Unidos es una manifestación hermosa de dominicanidad, el arraigo de estos es increíble, muchos, aunque con dificultades de idioma se identifican como tal, abrazan sus raíces culturales, esto no sucede con esa vehemencia en otras comunidades hispanas/latinas.
Sin embargo, el Estado dominicano no ha creado políticas y canales de integración y aprovechamiento de estos recursos. Muchos jóvenes de padres dominicanos les gustaría aportar al desarrollo del país, pero en lugar de encontrarse como vías de cooperación agiles se topan con la burocracia, salarios indignos y poca apertura a la innovación en general.
¿Podrías explicar la diferencia entre el término diáspora y el término dominican-york y cómo afecta esto a la comunidad en el extranjero?
La diáspora es la comunidad dominicana en el extranjero (cualquier país), etimológicamente es cualquier grupo de personas establecida fuera de su territorio de origen.
En el caso de «dominican-york», es la etiqueta con que se ha popularizado la diáspora en New York. Aunque en el imaginario de una gran parte de los dominicanos es cualquiera que vive en Estados Unidos este tuvo sus inicios en los años 80, bajo el estigma del «tío de nuevayol» que venía con las cadenas, que traía regalos a los sobrinos, el perfume al hermano. Hoy en día este perfil ha cambiado mucho, los dominicanos que viven en Estado Unidos son parte fundamental aportando al capital económico e intelectual de ambos países.
¿Cómo balancearías el apoyo a través de remesas con la implementación de programas y planes específicos para la comunidad en el exterior?
Este año iniciamos con la noticia de que los dominicanos en el exterior aportaron 10,157.2 millones de dólares en remesas, el 84.2% de estos provienen de la diáspora en Estados Unidos. Pero este significativo aporte que representa el 12.9 % del PIB, no se traduce en políticas, programas o incentivos para la diáspora.
Una muestra es la baja participación en inversiones de dominicanos en el exterior en los principales motores económicos como: turismo, construcción o servicios. No hay apertura, incentivos ni garantías para que inviertan en su país a diferencia de los que existen para atraer inversión netamente extranjera a esos sectores.
Hay un diagnóstico claro de las necesidades de la diáspora y representantes de ultramar vienen y van sin dar respuestas, es hora de pasar de la queja a la acción, esta es una de las razones por las que decidí dar un paso al frente.
¿Cuál es el propósito y la función de la Casa Legislativa para la comunidad dominicana en el exterior?
Los dominicanos no saben dónde encontrar a sus actuales representantes, y eso debe cambiar. Es por ello que la casa legislativa es un anhelo y propuesta para que nuestra gente sepa que si pueden contar con su legislador.
Será un espacio amigable, abierto donde cualquier dominicano pueda ir para recibir orientaciones, ser parte de capacitaciones y aportar con propuestas. Un espacio donde siempre serán escuchados, desde el cual rendiremos cuenta permanentemente de nuestro accionar en el congreso nacional. Como dice su nombre, Casa, para que precisamente se sienta acogidos y respaldados.
¿Podrías detallar en qué consiste el Programa Viajero Feliz y cómo beneficiaría a los dominicanos en el extranjero?
Viajero feliz es una urgencia, siempre que vengo a República Dominicana pienso que no debería ser tan incómodo ni pagar para entrar a mi casa, pero la realidad es que debido a los altos impuestos de los pasajes, los trámites burocráticos innecesarios como el de reclamar reembolso de los famosos diez dólares, las nulas garantías de calidad en el servicio que recibimos, muchas veces convierte un viaje esperado en una mini pesadilla.
Con esta propuesta desde el Congreso Nacional buscaremos modificar la ley 491-06, e incluir la penalización a las líneas aéreas por retrasos excesivos y crear mecanismos más efectivos para que los dominicanos puedan someter sus quejas sobre el transporte aéreo sin temor.
También solicitaremos revisión a los impuestos para los viajeros frecuentes. El Estado debe incentivar y facilitar las visitas de nuestra gente en el exterior, con el mismo entusiasmo con que se trabaja la atracción de turistas extranjeros, es válido recordar que post pandemia fueron los dominicanos que contribuyeron sustancialmente a la recuperación de ese sector.
