Los muertos como tema campaña
Comparte Este Artículo
Fue un sábado, el día de la inauguración de un comité intermedio del Partido de la Liberación Dominicana en la calle 26 del sector de Villas Agrícolas. Quedaba justamente en la esquina formada por la calle citada con Seibo.
Estamos hablando que eso ocurrió a pocos meses de formado el partido morado (1973). Yo era un adolescente y teníamos curiosidad por conocer –aunque sea de lejos– al profesor Juan Bosch, un escritor y expresidente de la República.
En mi barrio muy pocos mostraban sus simpatías por el nuevo partido, mis vecinos se inclinaban por el Partido Revolucionario Dominicano o Reformista Social Cristiano. El primero tenía como líder a José Francisco Peña Gómez y el otro al doctor Joaquín Balaguer.
Un 10 de mayo de 1998 falleció un coloso, un estoico de la política dominicana, el doctor José Francisco Peña Gómez. Un negro de una estirpe especial con un carisma extraordinario, discípulo de don Juan Bosch. El escritor de la Noche Buena de Encarnación Mendoza murió un primero de noviembre de 2001. El expresidente fue una lumbrera con una capacidad de resiliencia política como nadie nuestra clase política. Fue capaz de construir en el otoño de su carrera un nuevo partido, inspirado en la justicia social de la iglesia católica, formación militar y principios metafísicos.
Veinticinco años han pasado de la partida de José Francisco Peña Gómez, un líder político, que logró desde mi niñez seducirme con sus vibrantes discursos y su tesis política del gobierno compartido. Fue tanto su impacto que sufrí la primera cancelación como periodista por organizar un simulacro de elecciones en 1994 en la redacción de El Caribe, donde Peña Gómez resultó ganador y eso molesto al dueño de ese medio, doctor Germán Emilio Ornes. Obvio que fui cancelado.
Veintidós años han transcurrido del fallecimiento del ilustre profesor Juan Bosch, creador de un partido de cuadros, constructor de una maquinaria política electoral formidable. Este fin de semana, ambos líderes siguen muy vigentes en medio del fragor de la antesala de la próxima campaña electoral.
El presidente-candidato Luis Abinader dijo en La Romana que «Si Juan Bosch estuviera vivo, estuviera del lado de la transparencia». Eso no le agradó al expresidente Leonel Fernández y ripostó que «sí el doctor José Francisco Peña Gómez, con quien tuve una apreciada amistad, estuviese vivo, estaría del lado de los pobres y no de algunos ricos».
Abel Martínez, el joven candidato presidencial morado, se montó en la ola y expresó que el fundador de su partido «no conoció la hipocresía, la ambición, la simulación ni el oportunismo».
Resulta una obviedad: Pero esta campaña no tendrá nada distinto a las anteriores. La tendencia será usted me dice y yo respondo. Parece que el doctor Guido Orlando Gómez Mazara no logrará un debate con el compañero Luis Abinader. El ciudadano presidente sabe que no tiene oposición interna y ha preferido enfrentar al líder de la oposición Leonel Fernández.