
Elías Wessin dice: «Puede surgir un cuarto bloque político, al margen del PRM, el PLD y la FP»
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Elías Wessin Chávez, presidente del Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano (PQDC) y diputado nacional, llega puntual a la entrevista, con el buen ánimo que le caracteriza y dispuesto a responder a todo sin reservas. Un político de la derecha, conservador y una carrera que empezó desde muy joven.
Esa experiencia incide en su serenidad como ente político, y a su vez, les recuerda a quienes celebran el festival de juramentaciones en el Partido Revolucionario Moderno de alcaldes que provienen de otras organizaciones. «Eso desde los tiempos de Joaquín Balaguer ha sucedido en el país», advierte. «Y en el pasado Gobierno de Danilo Medina, el síndico que no estaba con el PLD, lo asfixiaban económicamente. Se logró el escrutinio electrónico, aunque no el voto electrónico. Algo es algo. Pero sí se logró que las actas sean cuadradas en los recintos electorales».
Wessin Chávez, que presidió la comisión especial de la Cámara de Diputados que trabajó en la reforma de la Ley de Régimen Electoral, asegura que «contamos con una pieza sustancialmente mejorada», cree que hay tiempo de que se forme un cuarto bloque político que no apoye al PRM, ni a la Fuerza del Pueblo ni al Partido de la Liberación Dominicana, compuesto por otras organizaciones y eventualmente los nuevos que reconozca la Junta Central Electoral.
El presidente del PQDC está convencido que para irse en una primera vuelta, sobrepasar el umbral del 50 más uno que establece la Constitución para ganar la Presidencia de la República, es elemental una gran alianza. Candidato presidencial de RD en 2016, ministro de Deportes, director general de Pasaportes y luego de Bienes Nacionales; fue diputado del 1986-90 y del 1998 al 2002 y actualmente es diputado Nacional. Con él conversamos sobre el panorama político actual y otros temas que maneja con bastante conocimiento.
¿Hubo un avance real con las reformas a la Ley de Régimen Electoral?
Indudablemente que el nuevo texto de régimen electoral está sustancialmente mejorado. Como usted recordará, el Tribunal Constitucional pronunció una serie de sentencias declarando inconstitucionales varios de sus artículos de la antigua ley, algunas diez, que afectaron esa pieza. Resulta que ya eso se corrigió, por un lado. Se insertaron aspectos muy importantes como el escrutinio electrónico, aunque no se logró el voto electrónico. Algo es algo. El voto sigue siendo manual. Pero sí se logró que las actas sean cuadradas en los recintos electorales. Primero en las mesas o colegios y finalmente, escaneadas en el recinto. Eso va a evitar que se puedan producir irregularidades en las juntas municipales que era donde iban las actas que estaban descuadradas. También se adoptaron topes para los gastos de los partidos y de candidatos. Estos últimos deben rendir informes periódicos de sus gastos. Obviamente, la Junta Central Electoral tendrá que hacer una labor.
Se mantiene la cuota de género, con la que usted no está de acuerdo.
Sí. También se rescató la cuota de género, porque en la primera modificación que se hizo y que nosotros estábamos corrigiendo en la Cámara de Diputados no había cuota, era por méritos. Con lo que estoy de acuerdo, no comparto el criterio de la cuota. Pero, se entendía que eso era una conquista de las elecciones pasadas, y se consagró 60-40. Hay otras conquistas que se lograron en esta reforma, documentar las alianzas y las coaliciones que antes la Junta, en el proceso pasado, había que ir a trabajar en una matriz electrónica y eso fue un lío grandísimo. Ahora, la ley establece que dos o más partidos que concurran aliados pueden hacerlo suministrando los documentos, y entonces la Junta tendrá que hacer las distribuciones de lugar. Se elimina el sistema que afectó las elecciones pasadas, que fue el preámbulo del fracaso de las elecciones municipales que fueron anuladas.
Ahora se puede decir que son siete niveles de elección.
Esa es otra cosa, en la nueva ley hay más niveles de elección. Los vocales de los distritos municipales es un nivel de elección, y el voto preferencial para los regidores y vocales también. Ya no es como antes que el síndico arrastraba a los regidores y el director municipal, a su vez, a los vocales. Ahora cada quien debe sacar sus votos, igual que los diputados. Creo que esa una conquista, en cuanto a la participación, está en que el clientelismo no lo dañe y que el «dinero oscuro» esté por medio, que eso sí lo daña todo. Pero para eso, la ley también incluye la estructura de un Ministerio Público Electoral. Ahora la JCE, a través de ese organismo, podrá perseguir los delitos electorales. No como antes, que no tenía garras, ahora sí.

El PLD insiste que eliminar el voto electrónico fue un retroceso para el sistema electoral.
Creo que el PLD debe recordar que si aquí hay dudas con respecto a ese sistema de votación fue en el gobierno pasado que se suscitaron, precisamente, en el proceso interno de ellos, en octubre 2019 cuando ellos eligieron a Gonzalo Castillo como candidato y todas las denuncias que se generaron, el tema del algoritmo que supuestamente afectó los resultados. Ahí comienza el descrédito de ese sistema y culmina, la tapa al pomo, fue el fracaso de las elecciones municipales de febrero del 2020. Ellos tienen que entender que hay una gran parte de la ciudadanía que no cree en ese sistema y nosotros como legisladores tenemos que interpretar eso. Ahora bien, qué les dije a ellos en el seno de la Comisión y en el plenario de la Cámara, que por lo menos se logró el escrutinio electrónico. Es un paso de avance, no se puede complacer por completo la petición de ellos. Otro aspecto que alegaron y por eso siguen criticando la ley es lo del transfuguismo, porque aspiraban a que en este texto se sancionara esa práctica. Eso no era posible porque eso le corresponde a la Ley de Partidos y no a la de Régimen Electoral.
Es una ley más adecuada a estos tiempos y a la idiosincracia partidaria dominicana.
Claro que sí. No es la mejor, porque nosotros, por ejemplo, queríamos que se aprobara el método Hare o cociente Hare para la asignación de escaños y no se logró, queríamos que los topes fueran de menos gastos, o sea, abaratar las elecciones aún más. Eso no se logró, pero se estableció un tope, o sea, se lograron mejorías significativas. Es un paso de avance.
¿Cómo van los trabajos en el Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano?
El PQDC ya está prácticamente estructurado a nivel nacional, diría que nos falta alrededor de un 15 por ciento. Donde no tenemos una directiva, tenemos coordinadores. Por ejemplo, estaba hace unos días en Peravia y allí juramentamos como algunos 15 coordinadores y la directiva de la provincia. Esos coordinadores tienen el deber de buscar otros dirigentes para completar la directiva. Esa labor se inicia con los comités afectivos, sus familiares. Nosotros estamos muy bien parados en ese sentido, estamos muy optimistas con lo que se avecina para el próximo proceso electoral. Debo decir que estamos cerca de Leonel Fernández y en los próximos días, diríamos que a finales de este mes, el partido tomará una decisión con relación a las elecciones del 2024. El 21 de mayo celebraremos nuestra convención nacional donde decidiremos cómo vamos a participar. Quisiéramos que esto sea a través de una alianza, pero todo va a depender de las negociaciones que se puedan materializar.
¿Qué sucedió con la gran alianza de oposición que se estuvo gestando?
Nosotros hemos venido conversando con otros partidos que ideológicamente somos de derecha, porque somos demócrata-cristiano y hemos estado en conversaciones con Quique Antún, del Partido Reformista Social Cristiano; la Fuerza Nacional Progresista del doctor Vincho Castillo; con Juan Cohén, del Partido Nacional Voluntad Ciudadana. Ese es un núcleo de partidos que estamos reuniéndonos para decidir esa gran alianza, ya sea con un partido mayoritario o entre nosotros.
¿Es posible que surja un cuarto polo político, entre algunos existentes y otros que pudieran ser aprobados por la Junta, que no logren afinidad con el PRM, Fuerza del Pueblo y el PLD?
Eso es posible. Porque se van a agotar todos los esfuerzos, te hablo en nombre de mi partido para hacer una alianza programática y de participación en las elecciones. Pero esa es una posibilidad que está latente y que pudiera conformarse un bloque que no tenga nada que ver con los partidos mayoritarios. De hecho, creo que hay hasta conversaciones bajo esa premisa. Nosotros no hemos participado en esas reuniones, pero todo va a depender de cómo resulten las conversaciones que se están sosteniendo.
La Junta recibió 103 solicitudes nuevas de personas interesadas en lograr ser reconocidas, ¿no tenemos ya una cantidad considerable?
Eso es una exageración. Soy partidario del multipartidismo pero con controles y con límites. Todo lo excesivo es dañino. Creo que es una exageración esa cantidad que han solicitado reconocimiento en la Junta. No estoy de acuerdo con la polarización entre dos organizaciones, porque eso debilita la democracia. Lo que tenemos que hacer es fortalecer el sistema democrático, que incluye una palabra clave: participacipación. Una cosa es contar con un sistema compuesto por 27 partidos y otra es ahora aprobar 50.
¿Qué tan importante son los partidos minoritarios para la democracia?
Está demostrado que el que no concerta alianzas con otros partidos tiene desventaja. Está demostrado que las coaliciones fuertes son las que ganan las elecciones. Se recordará a Hipólito Mejía [en las elecciones del 2020] ganó porque hizo una alianza con la UD de Fernando Alvarez Bogaert –que aportó 67 mil votos– y con nosotros, que aportamos 52,500 votos. En el 2008, Leonel Fernández gana con los votos de sus aliados que alcanzaron un 9%. Si vamos a Danilo Medina, en el 2012, también gana por los partidos minoritarios, como peyorativamente a veces se les califica, sino hubiera sido por eso no gana tampoco, no cruza el umbral del 50 más uno. El PQDC le aportó 1.32%, si se lo resta, entonces se produce una segunda vuelta. Es decir que, desde Peña Gómez que fue el gran táctico de las alianzas, con el Acuerdo de Santiago y luego con el Acuerdo de Santo Domingo, estas son vitales. El líder político o el partido que menosprecia o subestima eso está cometiendo un craso error. Recordemos el caso de Jacobo Majluta en el 1986 que por 22 mil votos perdió las elecciones.
¿Cómo usted describe el panorama electoral actual?
Son siete niveles de elección, en el presidencial, si hoy fueran las elecciones con sinceridad le digo que hay dos vueltas electoral. Para una segunda ronda, el que haga los esfuerzos para concitar apoyo y hacer una alianza para la segunda vuelta, ese se cuela como ganador. Ya en los niveles municipales vamos a ver qué tipo de alianzas se producen. Hay muchos síndicos que se van a reelegir, de por sí llevan una ventaja ahí. Hay que ver cómo la oposición hace también su concertación y contrarrestra eso. Lo mismo sucede con los diputados y senadores, hay muchos que tienen planes de repostularse y vamos a ver si se da la misma fórmula que sucedió en las elecciones pasadas que hubo una alianza entre PRM y Fuerza del Pueblo.
Hay quienes entienden que si Fuerza del Pueblo y el PLD no sellan una alianza lo más pronto posible, facilitaría que el PRM continúe conquistando alcaldes de otros partidos y eso posibilitaría una victoria de Luis Abinader en primera vuelta.
He visto que aquí hay gente que se quiere rasgar las vestiduras con el tema de estos síndicos que se están yendo para el gobierno. Desde Balaguer eso ha sucedido aquí, en todos los procesos electorales. No nos puede sorprender eso. Además, si un campeón que hizo eso desde el Gobierno fue en el pasado, con Danilo Medina, implantaron ese precedente a nivel nacional. Si tú no estabas con ellos, siendo síndico, no te daban un solo centavo. Qué hacían los síndicos, de alguna manera tenían que plegarse, porque se debían a su comunidad y entonces lo estaban asfixiando. No sé porqué ahora el mismo PLD se rasga las vestiduras. Entendemos que el Gobierno siempre tiene una ventaja sobre todo cuando es por la reelección, tampoco ahora no vamos a inventar la fórmula del agua tibia. ¡Oh qué sorpresa, se están haciendo ese tipo de cosas! No, eso siempre ha sucedido en República Dominicana. Los partidos deben seguir trabajando en la conciencia de los pueblos, para que castigue o premie a los políticos que se lanzan a buscar posiciones. El pueblo dominicano es el protagonista. Decirle que ellos tienen un arma, que es su cédula, y decirles que el día de las elecciones pueden ir y votar a favor o en contra de quienes no benefician al país.