
El desafío de la paridad de género en la política
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El presidente de la Junta Central y Electoral, Román Jáquez Liranzo, plantea establecer un nuevo pacto social por una democracia paritaria para el próximo período electoral del 2024.
El anuncio lo hizo al culminar la primera Cumbre Nacional de Mujeres Políticas cuyo eslogan «la paridad como principio de la democracia», evidencia el sentir de este organismo especial que ha querido tomar una participación activa ante el tema de la paridad de género en el política y que actualmente tiene mayor énfasis a propósito de la celebración del 80 aniversario del sufragio feminista en el país.
“El Estado no puede seguir siendo cómplice de la subrepresentación de la mujer en política, y abogo por enmendar las deudas históricas con diversos colectivos con una reforma a la Ley de Partidos y la de Régimen Electoral”, exigió con voz contundente la presidenta de la Comisión de Igual de Género de la JCE, Patricia Lorenzo Paniagua.
Si existe un ambiente positivo para que se den los pasos necesarios de una mayor representación femenina de cara al proceso electoral del 2024, se debe al trabajo intenso de la Comisión de Políticas de Igualdad de Género, cuya miembro titular aprovechó el escenario de la Cumbre Nacional de Mujeres Políticas para denunciar la subrepresentación de las mujeres y hasta se atrevió a hacer una advertencia: “El Estado no puede seguir siendo cómplice”, de esta situación. Lorenzo Paniagua cree que estamos en el momento oportuno para enmendar “las deudas históricas con una reforma a la Ley de Partidos y la de Régimen Electoral”.
El reto que pretenden alcanzar las mujeres políticas del país es que en lugar de una representación por cuota en los escaños electivos de 40-60, como lo establece ahora la Ley 33-18 de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, exista una paridad de género de un 50-50, sobre la base de la capacidades y el trabajo partidario.
Una de las excusas usadas hasta este momento en la mayoría de los países, que como aquí le han frenado el avance a la mujer de la representación en el quehacer político, es que no existe una cantidad oportuna para tener esa representación en igual de condiciones con los hombres. Se habla de cierta reticencia, de parte de las mujeres, temores a incursionar en un ambiente que ha estado dominado por los hombres. Sin embargo, la primera Cumbre de Mujeres Políticas, que se llevó a cabo a casa llena el pasado martes 10 de mayo en el hotel El Embajador, con la participación activa de féminas que llegaron de todas partes del país, con la única intención de demostrar que ellas sí tienen interés de involucrarse en la política.
Así quedó evidenciado, entre las senadoras, diputadas, legisladores, magistradas y gobernadoras, quienes han logrado abrirse paso en este difícil mundo, que los hombres entienden está reservado exclusivamente para ellos.
Patricia Lorenzo considera que «es indudable que contamos con avances, pero también hay que reconocer que alguno de estos han sido desiguales, basta con mirar la tasa de representación y quienes suelen tomar las decisiones».

La primera edición de esta cumbre contó con mujeres comprometidas y esperanzadas en que para el proceso del 2024 tendrán buenas nuevas, siempre y cuando los partidos en los que militan asuman “un compromiso proactivo y explícito con el principio de igualdad y no sigan apostando a la discriminación” tal y como espera suceda la magistrada Lorenzo y no sólo ella, sino también la gobernadora de El Seibo, Irene Martínez, Janet Camilo, secretaria electoral del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y muchas otras que han desafiado el machismo imperante en esta profesión para ser parte de las tomas de decisiones.
Hablan las protagonistas
Laura Chinchilla: “Los partidos nos hacen trampas”
La ex presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, que estuvo en el país como invitada especial de la Junta Central Electoral para el cierre de la cumbre, ofreció un testimonio real de las visicitudes que como mujer ha debido vencer para gravitar en el mundo político que la llevó a la primera posición de su país.
Ciertamente fue presidenta de la República de Costa de 2010 a 2014, convirtiéndose en la primera mujer costarricense elegida para ese cargo desde que se permitió el voto femenino en 1949 y la octava mujer presidenta de América Latina.
Chinchilla invitó a las políticas dominicanas a luchar por la paridad, de manera que en el futuro inmediato contribuyan para que el panorama sea totalmente diferente.
«Sí se puede, claro que se puede cuando hay voluntad política», afirmó la expresidenta de Costa Rica, sobre su participación en los procesos electorales, sobre todo. No obstante, reconoció que la lucha a favor de los derechos de la mujer siempre ha sido un camino empinado y lleno de obstáculos.
La costarricense reveló que aún sigue siendo una práctica que los partidos «nos hacen trampa, y en lugar de ponernos en los puestos elegibles, nos ponen abajo. Es lo que sigue explicando por qué hoy, en República Dominicana, a pesar de los avances normativos indiscutibles. En las elecciones del 2020 se mantuvo una brecha de 35% entre los puestos que consiguieron las mujeres y los hombres».
Considera oportuno el cambio y la apertura a una participación igualitaria entre ambos géneros, porque “República Dominicana no se merece seguir ocupado el lugar 62 de 188 naciones en materia de porcentaje de mujeres que participan en el Congreso Nacional”.
Llamó a las mujeres a aceptar el desafío planteado por el presidente de la JCE de establecer un nuevo pacto social por una democracia paritaria.

Chinchilla valoró el apoyo que recibió de su esposo para asumir el mayor de los retos en términos políticos –la presidencia de Costa Rica– y fue posible gracias a que “él reconoció que era mi momento”.
Mónica Banegas:
«Si somos el 50 por ciento de la población ese porcentaje debe gobernar»
Desde Ecuador, el segundo país donde por primera vez las mujeres pudieron ejercer el derecho al voto, la directora del Observatorio Nacional de la Participación Política de la Mujer en esa nación, Mónica Banegas, aseguró que la paridad nos es un tema de las mujeres, sino de la democracia.
Está de acuerdo y defendió las cuotas de género las que según ella, son necesarias. Entiende que es oportuno la democracia paritaria de 50-50, planteamiento que espera defender y promover la JCE.
«Creo firmemente que si somos el 50% de la población, ese 50% debe y tiene que gobernar», dejó claro la activista política que estivo de visita en el país.
Janet Camilo
«No sólo votamos, sino que ganamos elecciones y sabemos gobernar»
Para Janet Camilo las mujeres deben ocupar el lugar que merecen dentro de la mesa de discusión de los temas políticos y así como para las posiciones electivas.
«El liderazgo femenino político tiene un camino para demostrar que no solo votamos, sino que ganamos elecciones y sabemos gobernar», sostiene la secretaria electoral del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Valora los pasos que se están dando desde la Junta Central Electoral para promover a través de las leyes que regulan el ejercicio político nacional la paridad de género. «Tiene sentido que la JCE que administra el sistema electoral, sea quien promueva la paridad de género. Es positivo, porque eso va creando conciencia en la sociedad y en el liderazgo político, de que el organismo está a la vanguardia de la conquista de los derechos fundamentales de las mujeres”.

Califica como un avance que la JCE lo tenga como bandera, y reconoce la ex ministra de la Mujer que se hace difícil romper los estereotipos que «nos discriminan en el ejercicio político y yo espero que esta generación de mujeres políticas trabajemos para que las que lleguen después encuentren una camino más fácil».
Camilo se atrevió a recomendar a sus iguales a atreverse a incursionar en un mundo que no sólo debe ser para los hombres, teniendo claro, lo que se persigue como mujer en la política. A su juicio, la política sigue siendo machista por lo que «tenemos que seguir construyendo alianzas estratégicas entre los lliderazgo femeninos y masculinos».
Karen Ricardo
Confía en que por primera vez el pueblo escogerá una mujer como candidata a la presidencia del país
La precandidata a la presidencia por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y panelista invitada en la cumbre, valora con mucho optimismo la propuesta de la JCE de luchar por la paridad de género, dado a que es evidente la preparación de este importantísimo segmento de la población para ser parte de la toma de decisiones.
«Hemos demostrado que somos capaces de llevar con excelencia múltiples roles como el profesional, laboral, personal, familiar, maternidad, social y también el político», dice segura la miembro del Comité Central del PLD.
Para Ricardo romper con los estereotipos propios de la política ha sido un gran reto, «pero soy una mujer de desafíos, y sí, he tenido que demostrar con hechos que tengo la capacidad, la vocación de servicio y el carácter y utilizar los resultados del liderazgo, el esfuerzo y trabajo de quienes creen en mi como carta de presentación”.
El 80 aniversario del sufragio femenino que la JCE quiso recordar con esta Cumbre de Mujeres Políticas donde se debatieron todos los temas relacionados a sus avances en este campo y las limitaciones persistentes, le hacen recordar que aunque parecía una misión imposible, para aquél momento-1942, las mujeres de esa época encabezadas por Abigail Mejía, decidieron cambiar la historia, y la hicieron posible.
«Esto me aumenta la fe en que, con la ayuda de Dios y el pueblo, el próximo 16 de octubre conmemoraremos el día histórico en que la República Dominicana por primera vez escogerá una mujer como candidata a la Presidencia por el PLD”, enfatizó la peledeísta que trabaja arduamente para lograr su candidatura.
Mientras tanto la cumbre terminó con un balance positivo dejando en la boca de todos los presentes un dulce sabor de que por primera vez un organismo electoral se convierte en garante de los derechos políticos de la mujer, en el entendido de que tengan las mismas oportunidades que los hombres, procurando así una paridad de género 50/50, que trascienda a una simple cuota figurativa, que por lo general resume su participación en posiciones decorativas y de relleno para simplemente cumplir con la cuota asignada del 40/60.
Primer país aprobó sufragio femenino
El primer país de América Latina en aprobar el sufragio femenino fue Uruguay. Allí, las mujeres pudieron votar por primera vez el 3 de julio de 1927, en un plebiscito local organizado por la comunidad de Cerro Chato, en el centro del país. Sin embargo, pasarían varios años más antes de que las mujeres participaran en una elección nacional, el 27 de marzo de 1938. Esos hitos se lograron gracias a la labor de figuras como Paulina Luisi (1875-1949), una médica, docente y activista feminista, hija de inmigrantes polacos que llegaron al Río de la Plata en 1872.
El voto femenino América Latina
1927: Uruguay.
1929: Ecuador y Puerto Rico.
1932: Brasil.
1934: Cuba.
1939: El Salvador.
1942: República Dominicana.
1945: Panamá y Guatemala.
1947: Argentina y Venezuela.
1949: Chile y Costa Rica.
1952: Bolivia.
1953: México.
1955: Perú, Honduras, Nicaragua.
1957: Colombia.
1961: Paraguay.