
El PLD y su realidad electoral
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El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se enfrenta a un del certamen electoral más adverso desde su primer triunfo en las elecciones presidenciales del año 1996 encabezado por su candidato presidencial Leonel Fernández que surgía en el escenario político como la nueva estrella peledeísta, después de la ausencia del escenario electoral de su líder y fundador el profesor Juan Bosch.
Ese triunfo del 1996, el cual serviría de laboratorio para aprender de sus errores y formarse para retener el poder desde el poder, conocimientos aprendidos de la escuela de Joaquín Balaguer, político que mejor conocía la idiosincrasia de la sociedad dominicana, el cual se convertiría en el mejor consejero político de Leonel Fernández, para los próximos certámenes electorales, ya que para las elecciones del 2000 no podía presentarse como candidato presidencial por la prohibición constitucional de ese entonces.
El PLD escoge a Danilo Medina como su candidato presidencial para los próximos comicios electoral del año 2000, el cual fue derrotado en primera vuelta por el candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) Hipólito Mejía, hombre de campo y con un discurso llano que se identificó rápidamente con el dominicano de a pie y después de la muerte de José Francisco Peña Gómez el pueblo tenía una deuda política y sentimental que pagar al líder del partido de oposición, el cual se reflejó en las urnas otorgándole un triunfo contundente al PRD y su candidato.
Después de sufrir una derrota por el PRD y su candidato, Hipólito Mejía en el año 2000, el PLD se preparaba para las próximas elecciones del 2004 y apostar a su mejor gallo de pelea, Leonel Fernández que llevaba consigo una imagen renovada, con experiencia, acaparando la mayor atención electoral con un discurso moderno de un estadista, con una visión clara de cómo manejar el estado.
Fernández se convierte por segunda ocasión Presidente de la República y lleva al PLD a dos triunfos consecutivo 2004 y 2008, para luego pasar la antorcha a su sucesor y el mayor estratega político que hemos visto en las últimas décadas, Danilo Medina, el cual le garantizó dos triunfos 8 años más de gobierno que junto a Leonel Fernández mantuvieron por 16 años consecutivos al peledeísmo en el poder.
16 años consecutivo en el poder sirvieron para construir la mayor maquinaria electoral antes vista en nuestra historia democrática. Ahí comienza el problema para el PLD que se ve en la encrucijada de tener dos gallos en una misma traba, transformando un partido que gozaba de una unidad monolítica e institucional dirigido por su omnipotente comité político a una organización de luchas grupales que ostentaban el mayor poder políticos y económico del país.
Se concretiza lo que ya para todos era un hecho, la división del todo poderoso PLD cuando Danilo Medina impone su candidato presidencial, Gonzalo Castillo, por encima de las aspiraciones presidenciales del líder y presidente del partido, Leonel Fernández, quien alega que se usó toda la estructura del estado para derrotarlo.
¿El peor error de Leonel Fernández fue llevar a Danilo Medina a la Presidencia de la República?
¿Porqué Leonel no ejecutó el libro político de su gran consejero Balaguer que mientras yo respire nadie aspire?
¿Será que la historia llevará a estos dos titanes políticos a unirse para poder saborear las mieles del poder y evitar que el PRM y Luis Abinader no lo barra en las próximas elecciones?
¿Qué dicen las encuestas, cómo va el posicionamiento del recién nacido partido Fuerza del Pueblo y Leonel Fernández?
¿Podrá Abel Martínez transformar y revertir su débil posicionamiento como transformó a Santiago?
¿Cómo podrían convivir la FP y PLD en una gran alianza opositora sin que una absorba la otra?
¿Cuál es la realidad electoral del PLD y su nuevo rol opositor? Pero las repuestas a esas preguntas serán tema de un próximo artículo.