
Alianza opositora: Leonel, Danilo y Abel ante el juicio de la historia
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Una de las claves principales del accionar político exitoso es saber sumar en cada momento, para lograr los objetivos que se buscan. Un lider político con visión y categoría de estadista, siempre pone los intereses generales de su organización y de la nación por encima de sus intereses y fines particulares. Cuando no actúa de esa forma, es muy difícil que pueda alcanzar las metas que se propone.
En el ambiente político actual sucede una situación muy especial con los tres principales líderes de la oposición: Leonel Fernández, Danilo Medina y Abel Martínez.
Todo el que analiza la realidad electoral de este momento entiende que lo más conveniente para todos los sectores de la oposición es articular una gran alianza opositora, que vaya unificada en los 158 municipios en las elecciones municipales de febrero y en las 32 provincias y las candidaturas presidencial y vicepresidencial, para las elecciones de mayo del 2024.
Pero los tres principales líderes, Leonel, Abel y Danilo, parece que no lo ven así. De acuerdo a informaciones oficiosas que circulan, ellos en vez de estar al frente de las negociaciones de sus organizaciones políticas impulsando y viabilizando esa alianza, son quienes ponen los principales obstáculos. Y en eso pierden de vista los intereses generales y ponen como prioridad los beneficios que puedan alcanzar sus respectivas organizaciones.
Y es cierto que Leonel, Danilo y Abel no actúan así por mezquindad o por vanidad personal. Es muy válido el hecho de que los tres quieran que sus partidos salgan lo más beneficiados posibles de las elecciones. Pero, al actuar de esa forma, al estar luchando de manera absurda e irracional por quedar en segundo lugar en una primera vuelta y tratar de que quien quede en tercero le apoye, podría darse el caso de que el presidente Luis Abinader y el PRM arrasen en las elecciones municipales de febrero y ganen en la primera vuelta de mayo. Y así Leonel, Danilo y Abel se podrían quedar sin pito y sin flauta.
Los egos y los odios, afectan la visión política
En República Dominicana no se ha concretado un gran pacto de la oposición, y parece muy difícil que pueda concretarse, por los egos y los odios que se anidan en las tres principales figuras de la oposición. En Leonel, Danilo y Abel se presentan situaciones que pueden explicar, pero jamás podrán justificar, que esos egos y odios se impongan al pragmatismo político y a la concertación de una alianza opositora.

En el caso de Leonel Fernández, que es la figura opositora que ahora mismo se perfila con mayor fuerza en las encuestas para ganar las elecciones, es quien debería tener el mayor interés de ese acuerdo puesto que él sería el de mayor ganancia del mismo. Pero su ego no le permite ceder ante quienes dice que le trajeron a Quirino y le hicieron un supuesto fraude en la elección interna de octubre del 2019. El odio y los resentimientos, lógicos y hasta válidos, de Leonel contra sus antiguos compañeros del PLD no le permite tener una visión amplia y actuar con humildad ante la necesidad política de pactar para derrotar el actual gobierno y conducir el país con un gobierno de coalición.
En el caso de Danilo Medina, como presidente y principal estratega del PLD, su interés y accionar se han concentrado en hacer que ese partido tenga un buen papel electoral y pueda quedar por encima de Leonel en la primera vuelta. El ego de Danilo, quien siempre ha sido un hombre humilde, hoy ha salido y lo tiene un poco obnubilado en la visión política. Sus resentimientos y odios políticos contra Leonel, válidos y hasta justificados en parte, no deberían ser óbices para que Danilo mire más allá de la curva y se siente con Leonel a preparar esa Gran Alianza Opositora de la que los dos saldrían altamente beneficiados.
En el caso de Abel Martínez, candidato del PLD y un líder con muchas perspectivas políticas, ha hecho un enorme esfuerzo por difundir su figura, por darse a conocer en la nación y por ganar la mayoría del electorado. Pero a pesar de todo ese esfuerzo y de la gran maquinaria del PLD que le sirve de soporte, debe tener la humildad de reconocer que en la percepción electoral es que está en tercer lugar y que Leonel, como figura y como candidato, lo supera en las encuestas y en parte del sentir de mucha gente.
De los tres líderes opositores, Abel es quien tiene mayor futuro político. Danilo ya no puede aspirar y después de estas elecciones, es casi seguro que Leonel ya no será opción presidencial. Por eso, es a Abel a quien le corresponde hacer el mayor esfuerzo para que se de esta Gran Alianza Opositora, en la que el puede ser el candidato presidencial o el vicepresidencial. Ante eso, debe actuar con humildad y no debe permitir que su ego y sus intereses personales se impongan.
Una alianza PLD y FP, es una garantía de triunfo
La lógica política y el sentido común indican que si Leonel, Danilo y Abel auspician y concertan una alianza entre el PLD y la FP, tienen todas las posibilidades de ganar ampliamente las elecciones municipales, congresuales y nacionales del 2024.

Esa alianza en el plano municipal podría ser en los 158 municipios y los 235 distritos, donde cada partido le toque el 50% de las candidaturas. O tal vez podría ser en las diez provincias que tienen el mayor número de electores, siempre con la proporción de 50% a cada partido, pues ninguno puede subestimar al otro. En el caso de los senadores, el acuerdo debería se en las 32 provincias con 16 para cada uno y para las fuerzas aliadas que apoyen ese acuerdo PLD-FP.
En el caso de la candidatura presidencial, lo más conveniente sería un acuerdo entre Leonel y Abel, donde uno de ellos decline en favor del otro, hacer un compromiso programático de las principales políticas públicas a implementar y firmar un compromiso de gobierno compartido entre PLD y FP, con un 50% de los puestos principales para cada uno. Como se que, por los egos y los intereses personales, es casi imposible pensar que Leonel o Abel declinen, por lo menos debería desde ahora firmarse un acuerdo municipal y congresional de participación unificada y el compromiso de que, en caso de una segunda vuelta, quien quede en tercer lugar apoye a quien quede en segunda posición. Ese sería un buen mensaje de unidad que le daría fortaleza, confianza y credibilidad a la oposición.
Se que esto que planteó es muy difícil que pueda concretarse, aunque confío en que Dios ilumine a Leonel, a Danilo y a Abel, y esos tres líderes opositores retomen el sentido de la historia y puedan vencer los egos, el odio y los intereses personales que les impide sentarse a pactar y concertar una gran alianza de oposición.
Si Leonel, Danilo y Abel actúan con visión y pactan una alianza, serían absueltos en el juicio de la historia. De lo contrario, si por su perdida de visión y sus intereses personales, van divididos a las elecciones del 2024, serán condenados en el inexorable juicio de la historia.