
Delito contra el Censo
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Orquestar una campaña en contra del Décimo Censo Nacional de Población y Vivienda es un arma característica de táctica perversa que responde a una manera de gestionar adhesiones de los que han fracasado en la política y que le mantiene el miedo a los gobiernos en base a temas fantasmas que se inventan como si fueran sacados de una película. Ese acto contra un instrumento científico estatal debía ser considerado un delito.
Un país democrático y que aspire a fortalecerse institucionalmente debe apostar a este instrumento científico para conocer su realidad a nivel social, demográfico o económico. Es un medio para el levantamiento de información sistemático y de normalidad en las naciones que toman decisiones basadas en datos reales, sustentados con calidad y que revelen los escenarios reales para poder desarrollar políticas públicas y programas que de verdad beneficien a su economía y a sus habitantes.
Cuando un país no implementa mecanismos como un censo nacional, marcado por unos objetivos, desconoce su estatus en múltiples renglones que impactan a sus ciudadanos, lo que motiva a los tomadores de decisiones a actuar en base a supuestos, afianzando la improvisación y los mueve a actuar conforme a suposiciones.
En la República Dominicana actualmente se implementa el X Censo Nacional de Población y Vivienda (XCNPV), coordinado por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), acción que ha sido atacada por sectores que han desarrollado la gestión de su notoriedad momentánea montados en una férrea oposición y campaña de descrédito, que más que contundente y creíble es vocinglera. Nada del escándalo que es creado por estos grupos en la red social Twitter, específicamente, se traduce en incidencia política y social en la vida real. Para muestra los resultados de su participación en los últimos procesos en los que decidieron participar.
Sin embargo, hay que reconocer su capacidad para liar entre mentiras y fábulas a gente que no tiene ideología ni propósitos, convirtiéndose fácilmente en presa de sus noveladas historietas para lograr la atención y hacer daño. Si no los cubriera la sombrilla legal de la libertad de expresión podrían ser penalizados por el daño de imagen que generan de manera deliberada. Pero a ti que me estás leyendo te recuerdo una de las frases fuerza de la campaña ¡el Censo va ¡¡pá la calle a censar!.