
Carlos Peña: «En el 2024 va a nacer el voto religioso en RD»
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Carlos Peña es un hombre de fe. Desde hace más de 15 años se ha dedicado a evangelizar al pueblo de Dios, sin embargo, para las próximas elecciones tendrá una misión diferente: pretende dirigir los destinos de la nación. Para eso logró que la Junta Central y Electoral le entregara su certificación que lo acredita como presidente del partido Generación de Servidores, que «se convertirá en la cuarta fuerza política del país». Aspiran a sembrar un discurso más apegado a la fe, los buenos valores y a rescatar una nación que «está perdida». Todo ello desde esta plataforma en la que se organiza y esperan seguir captando militantes.
No irá tras los mismos votantes que se disputan los tres partidos mayoritarios, sino a esos que hasta el día de hoy no necesitan de mil pesos y un pica pollo para ir a votar. El político espera tener unos 17 mil delegados en las mesas el día D y no se empeña en calcular el número a los votos que necesita para ganar.
El pastor confía que recibirá el apoyo de la comunidad de fe para conquistar escaños en todos los niveles, a partir de su análisis de la historia sobre lo que ha sucedido en otros país donde el voto religioso empieza a cobrar mayor nivel de empoderamiento.
Convencido de que es posible combinar la fe y la política trabaja con tesón para que en 2024 le cuenten los votos porque «la paga de no participar en política es que mañana será gobernado por gente que no cree en lo que usted cree. Veo la política como un sacerdocio y servicio, de ahí viene el nombre de nuestro partido Generación de Servidores».
¿Cómo surge su interés de participar en politica?
Desde muy niño por el entorno socio-económico de donde me desarrollé. Recuerdo que a los 7 años cargaba pequeñas piedras para la construcción de la escuela Virgen del Carmen, de La Ciénega. El padre Pepe, de los Jesuitas, había dicho que todos debíamos colaborar. Recuerdo que mi madre dirigía el equipo que cocinaba para los trabajadores. Señalo este momento, porque es la actividad social más remota de mi vida que recuerdo. Nos involucramos en las luchas sociales en pos de llevar la luz a nuestros barrios, que se crearon sin planificación. Me di cuenta que desde la iglesia el trabajo era bueno pero limitado que nos circunscribíamos a la gente congregada, pero que había una mayoría que no era alcanzada con el mensaje.
¿Porqué decide hacer carrera hacia el Congreso?
Convencido de que la iglesia tiene un compromiso social que cumplir. Antes de los 18 años formamos parte del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) por el que llegué a ser diputado, siendo en ese momento el más jóven en 2006, con apenas 28 años. Como legislador desarrollamos un trabajo grande.
¿La fe y la política tienen un punto en común?
Los tiempos modernos se ocuparon de separarlas. Al principio no fue así, los reyes jugaron el papel de profetas y sacerdotes, la gente de Dios estuvo asumiendo papeles importantes en término político y de toma de decisión. Daniel, por ejemplo, en la corte de Nabucodonosor, a Ananías, Nehemías, Salomón, el rey David, como concebir Israel sin el rey David. Hay un plan bien diseñado, para sacar la gente de fe de la función pública, porque representan un obstáculo. La gente de fe sabe que robar es pecado, que cuando vaya a la función pública si ve a otro robando no solo está violando las leyes sino que sabe que está pecando. Matar es un pecado, por eso no apoyará el aborto. Entonces se creó todo un esquema para convenser a la ciudadanía que la gente de fe no puede participar en política.
La misma biblia dice en Proverbios, «cuando el justo gobierna, el pueblo se alegra, más cuando es el perverso, el pueblo sufre y gime». Lo peor de eso es que cuando la gente buena que tiene cosas positivas que aportar abandonan el espacio político, eso no se queda vacío, sino que es llenado por los menos buenos, por eso vemos el Congreso lleno de riferos y algunos presos por narcotráfico, y así sucecisamente. Le hemos dejado el espacio a lo peor. La paga de no participar en política es que mañana será gobernado por gente que no cree en lo que usted cree. Veo la política como un sacerdocio y servicio, de ahí viene el nombre de nuestro partido Generación de Servidores.

¿Cree que toda la comunidad de fe e iglesias pudrán ponerse de acuerdo para impulsar candidatos?
Creo que sí, ha ocurrido en otros países, si es así porque no podría ocurrir aquí. Ya nació el voto religioso. Nunca antes la Iglesia había estado tan amanezada como ahora, porque tenemos un gobierno que mandó un proyecto de ley donde se habla de la ideología de género. Hay legisladores que se atreven a incluir en propuestas que el sacerdote o pastor no pueda llamarle a los homexuales que están en pecado, porque según ellos es discriminatorio o un tema de odio, entonces la Iglesia como organismo vivo, hará lo que hace cualquier organismo vivo, defenderse.
No estoy apelando a mi condición de pastor para aspirar a la Presidencia, queremos tener iguales oportunidades, que podamos debatir los temas nacionales. Desde esa perspectiva creemos que por primera vez va a nacer el voto religioso en República Dominicana y que la comunidad de fe apoyará a los candidatos. Nosotros no seremos el pastor de los dominicanos, sino el Presidente, gobernaremos desde una perspectiva de la familia, no de género, para que el problema de la mujer y adolescentes no sólo sea un problema de él, sino de toda la familia.
¿Se han reunido los candidatos de la comunidad de fe?
Sí, nos hemos reunido y conversado, no somos un partido religioso sino que somos un partido político, aunque usaremos herramientras no convencionales, como organización política, que está idelológicamente preparada para dar albergue a todos los dominicanos, no importan quienes sean, pueden ver a Generación de Servidores como ese espacio para canalizar sus inquietudes. Aquí tienen un espacio los que aspiren a diputados, senadores y hasta a presidentes de la República y lo que nos interesa es que el pueblo vea que las únicas alternativas que existen no son los que nos han gobernado. Eso no es verdad.
Nuestro partido es la cuarta fuerza política, no es que estamos en cuarto lugar, sino que estamos subiendo la pendiente y los demás están bajando.
¿Tienen números que aseguran que son la cuarta fuerza política?
Si te digo que estamos cerca del PLD, PRM y Fuerza del Pueblo estaríamos mintiendo. Sin embargo, la sumatoria de esos tres es apenas el 42 por ciento, solo llegan a aglutinar el 42 por ciento del electorado, entonces hay un 58 por ciento que las encuestas dicen que no quieren saber nada de ellos, ese es el nicho electoral que estamos concentrados trabajando. Están todos esos jóvenes que no tienen trabajo, los micro y pequeños empresarios que le subieron la tarifa eléctrica, que no tienen exenciones de impuestos. Esa gente representa el 58 por ciento. Los dominicanos cristianos que han sido apáticos a la política, no estamos buscando a la gente que llenan las guaguas en los barrios.
¿Cómo abordarán la logística y el clientelismo político?
Hay una historia detrás de ese concepto, lo trajo el profesor Juan Bosch y tiene que ver no solo con dinero, implicaba la operatividad, el movimiento y traslado de la gente que no siempre tiene que ver con dinero. En política, el dinero juega un papel importante, pero hay otros aspectos, es para llevar a la gente a votar y nunca hemos visto una papeleta haciendo filas para votar. Si la campaña la hacen en el mismo círculo quitándole gente a otro partido, entonces tienen que usar esos métodos. Usted está en el Gobierno y quiere que un dirigente le apoye usted sabe que tiene que darle dinero, ese manejo de la política basado en la logística solo impacta a un 42 por ciento del electorado.
Todo nuestro esfuerzo electoral y político estará concentrado en esos 700 mil nuevos votantes, que nunca han necesitado de mil pesos y un picapollo para ir a votar, porque saben que eso no les resolverá nada. El impacto del dinero será importante para nosotros, pero no para usarlo como lo usan los partidos tradicionales.

¿No cree que ya tenemos los partidos que necesitamos?
La existencia de los partidos es una manifestación clara de la escencia de la democracia. Los partidos deben ser, en términos cuantitativos, una cantidad tan necesaria como necesesario sea que cada dominicano se sienta representado.
¿Qué rol juagará Generación de Servidores en 2024?
Nosotros vamos a competir, todo dominicano que quiere una propuesta para romper con el antiguo régimen, ahí estamos nosotros. Todo el que quiera un político que no llegue con las manos atadas al Gobierno, no nacimos para ser un presta casilla. No estamos de acuerdo con las alianzas, porque ya estamos aliados con el pueblo y con Dios. A nosotros se nos deberán contar nuestros votos. Nosotros vamos a llevar gente nueva y trasnformada para una república que será renovada.
Renuncié de un partido que en ese momento estaba en el poder y que marcada sobre el 60 por ciento de aceptación. No estoy en política por un cargo o por un salario, sino para servir al país. Por eso me fui.
¿Que significa hoy el PLD para usted?
El PLD al igual que la Fuerza del Pueblo es una historia que no debe volver a vivirse en el país, es un TBT, y lo más triste, es que en ese eso se ha convertido el PRM. Esos tres partidos sólo se distinguen en siglas y colores, pero los tres se declaran como partidos progresistas comprometidos con la ideología de género, el aborto, con el globalismo y la fusión de la isla, y todo lo que esta agenda significa, los tres son miembros del Foro de Sao Paolo, que ahora con el ascenso de Lula, tendrá un poder y trascendencia mayor, porque viene con rabia y deseo. La izquierda tendrá un gran fincanciamiento que nosotros acá esparamos contener con la ayuda de Dios. Son socialdemócratas, aunque han degenerado en partidos progresistas y globalistas, como paso con el PSOE de España, que ha dado grandes cambios.
¿Cómo enfrentarán la agenda progresista?
Aferrarnos al patriotismo, por eso nuestras políticas públicas estarán concebidas para crear soberanía en todos los órdenes. Por ejemplo, el hidrógeno verde, en nuestro gobierno se convertirá en lo que es el petróleo para Arabia Saudita, vamos a buscar la soberanía alimentaria. En fin, tenemos grandes planes.
¿Nunca se topó con el hombre del maletín cuando estuvo en el Congreso?
[Risas]. Nunca lo vi, pero el hombre del maletín en el Congreso, no es nada más que los gobiernos de turno, quien más dinero da para comprar legisladores, es el mismo gobierno, a través de testaferros, empresarios, de contratos, y así sucesivamente. De ahí viene la necesidad de que el pueblo tenga cuidado por quien vota, hay diputados –entre los que se cuenta– a los que nunca se atrevieron a insinuarles cosas como esas. Cuando usted vota por alguien le está diciendo que creo y confío tanto en ti que te enviaré para que tú obres en mi nombre, eso es algo grande, no podemos enviar a cualquier persona a representarnos.
¿No teme perder seguidores de la Iglesia por sus aspiraciones políticas?
Hay que estar seguro de que Dios está en medio de esto, la verdad es que es un gran riesgo pero creo que vale la pena correrlo, creo que por lo que queremos hacer en la Presidencia, vale la pena perder parte de la reputación si con ello se va a conseguir cierto respiro en nuestro pueblo. Sabemos como hacerlo y está la voluntad política. Hemos sido gobernados por intelectuales, agrónomos, economistas, sin embargo, lo que ha hecho falta no es gente con conocimientos, sino voluntad política.
Sus aportes en el Congreso
La palabra biblia nunca estuvo en la Constitución de la República como hombre de fe, Carlos Peña, trabajó para introducirla y para que estuviera establecido que era la biblia que estaba en el centro del Escudo Nacional. Sostiene que antes del 2010 aparecía la biblia por una tradición oral, porque la Constitución no lo mandaba. «Incluso un colega legislador se atrevió a decir que no era la Biblia que estaba en el centro de nuestro escudo sino la constitución francesa, y que debíamos sacarla», comentó a País Político el pastor y político. De igual manera, otro de los aportes como diputado que pudo hacer está el «darle el derecho a los pastores evangélicos de las diferentes denominaciones y cristianos para que tuvieran derecho a oficiar matrimonios religiosos con efectos civiles».
Fue coautor de los artículos que prohíben el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo y sumado a eso, trabajó un proyecto que luego fue unido a la ley 176 de los ayuntamiento, para que el cuatro por ciento del presupuesto de los ayuntamientos se invirtiera en salud, educación y en las mujeres, algo que aún no se cumple. «Nos tocó ser el autor de la ley 186-07 del sector eléctrico, que establece un sin número de parámetros que ha ayudado ahorrar mucho dinero al pueblo. Fuimos coautor de la ley 57-07, de Incentivo al Desarrollo de la Energía Renovable», declaró como algunos de los tantos proyectos en los que estuvo involucrado dejando sus aportes.