
Crecer, gran desafío de los partidos pequeños
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El reloj marcó la hora con una anticipación inesperada. Por lo menos, para los partidos minoritarios que cargan más pesado frente a las grandes organizaciones que se reparten el pastel electoral, y mantienen una precipitada agenda proselitista que ha forzado a los demás a salir al ruedo cuando aún faltan poco menos de dos años para las elecciones del 2024.
Con una votación que no alcanzó el uno por ciento en las pasadas elecciones presidenciales, en la mayoría de los casos, estas organizaciones empiezan a sacudirse y a movilizar sus cuadros nacionales con un objetivo de vida o muerte: superar esas cifras cueste lo que cueste. Bajo esa premisa, Guillermo Moreno, presidente de Alianza País estuvo el domingo 10 de este mes en un acto de juramentación en Santiago de los Caballeros. El acto marcó el inicio de sus recorridos por el país luego del rompimiento con Opción Democrática, organización que lidera Minou Tavarez Mirabal.
Alianza País apenas consiguió sumar 39,458 votos en julio del 2020 para un porcentaje de 0.96%. Sin duda que la disolución de la fusión con Opción Democrática impone un mayor esfuerzo de sus estructuras para conquistar nuevos votantes, más cuando se anticipa que en la próxima convocatoria electoral se produciría una férrea competencia de las candidaturas a todos los niveles entre los partidos Revolucionario Moderno (PRM), Fuerza del Pueblo (FP) y de la Liberación Dominicana (PLD).
Este cuadro representa un desafío para el resto de los actores políticos que aspiran incrementar los números registrados en los últimos procesos, de cara a sus candidaturas y con una presión cada vez mayor para mantener el reconocimiento de la Junta Central Electoral (JCE).

Con ese mismo norte el pasado domingo arrancó formalmente la agenda de trabajo en el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) que participó en el 2020 como parte del bloque liderado por Leonel Fernández, presidente de la Fuerza del Pueblo (FP). La histórica casa nacional del ensanche La Fe acogió la reunión de su Directorio Presidencial y de la Comisión Política en la que se aprobó la renovación de sus autoridades en una convención de delegados fijada para el 30 de octubre.
Quique Antún, presidente de los reformistas socialcristianos, sale a la arena con un récord de 73,913 votos, equivalente al 1.80% en total en su desempeño en las pasadas elecciones presidenciales. En esta primera fase en la que se alistan para renovar sus estructuras dirigenciales, la organización tendría que promover un liderazgo que conecte con el electorado joven y las mujeres, los dos segmentos mayoritarios en el padrón del 2020. Un factor que incidirá en el desempeño del PRSC a futuro está estrechamente relacionado si decide participar por cuenta propia o va como aliado de uno de los tres partidos que realmente tiene posibilidades de retener el Palacio Nacional o volver a alcanzar la primera magistratura, en el caso de Fernández o quien resulte elegido en la consulta de octubre en el PLD.
Minou Tavarez Mirabal saca la cabeza por el segmento femenino en una Opción Democrática que va sumando en el proceso rostros jóvenes, con el diputado José Horacio Rodríguez como mentor y segundo al mando en la pujante organización. Después de su separación de Alpaís, se preparan para su primera gran guerra ante las urnas, tarea que pone a prueba a cualquier político en un escenario duro, hostil e impecable para quienes se estrenan en estas lides.
¿Qué aportó el partido de la Mirabal en la votación final de 39,458 que logró en el 2020 Alianza País? Habrá que esperar para saberlo. ¿Podrá ella y su rostro político más visible en la figura de José Horacio atraer personas con capital político –y económico– para engrasar la máquina que mueve las estructuras a lo largo y ancho del país durante todo el resto de la campaña? Es otra pregunta todavía sin respuesta.
Todavía es demasiado pronto para pronósticos arriesgados. Pero sí podemos anticipar que este será un maratón de resistencia para los partidos minoritarios, debido al triple esfuerzo que supone para ellos ejecutar acciones al mismo ritmo de sus homólogos sembrados en las tres principales casillas de la boleta electoral. De todas formas, es un enfrentamiento inaplazable y en algún momento tenían que arrancar.