
Francisco Domínguez Brito: «No me gusta ver a empresarios metidos a políticos»
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La idea de alcanzar la Presidencia de la República persigue a Francisco Domínguez Brito. En sus aspiraciones, libra batallas en un proceso al que enfrenta a otros dos peledeístas y a tres mujeres decididas a llegar hasta el final: el domingo 16 de octubre cuando se celebrará la consulta de simpatías en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) para seleccionar su propuesta presidencial para el 2024.
Su día comienza bien temprano y no tiene hora para terminar. Es la campaña. Recorre el interior del país con el entusiasmo que le caracteriza. Para asumir el proceso, se instaló en Santo Domingo –reside en Santiago junto a su familia–, abrió oficina y por allí desfilan jóvenes, viejos robles peledeístas que apoyan su proyecto y ciudadanos, ajenos al día a día, que se acercan para manifestarle su admiración y determinación de sumarse a su lado.
Francisco es una persona cercana, afable y de trato dulce. Habla a media voz, y sus expresiones son el reflejo de un hombre con experiencia en la administración pública. Un político curtido, con una visión clara de lo que quiere ir a ejecutar si llegase a ocupar la silla en el Palacio Nacional. Asegura que se mantendrá en competencia hasta el final, aunque cada día es más fuerte el rumor de su posible retiro para apoyar a Margarita Cedeño. «Esa es una estrategia de los que van a perder… acepto el apoyo de Abel y Margarita», responde entre risas..

Vimos que tiene una serigrafía de Juan Bosch en la recepción.
Ah sí. Pero no es mía, es de Catalina.
¿Qué recuerdos le trae la figura de Bosch?
Mira, fui de una generación, de Santiago digamos, que no necesariamente tuvo mucho contacto personal con él. Uno más bien lo vio como el líder, que de vez en cuando iba a allá y le dábamos un cálido abrazo. Para mí lo más importante fue su integridad, una persona que no vio en el dinero un motivo de hacer política, sino que vio la política un manera de hacer cosas positivas por su país.
¿Qué tal ha ido la campaña? Este ha sido el proceso, nacional, en el que más trabajo tiene.
Así es. Es un proceso que va bien. Falta un mes y dos o tres días, y no se han producido conflictos, no ha habido tensión, la cosa va más o menos decente, con mucho respecto y ojalá que se mantenga así.
¿Ha tenido que cambiar el Francisco ecuánime, cercano, afable que conocemos, ahora con el Partido de la Liberación Dominicana en la oposición?
Diría que no. Uno en la oposición tiene que fijar una posición, indudablemente. Pero trato de ser equilibrado, de no ofender. De mi parte nunca ha salido una ofensa personal ni para el Presidente [Luis Abinader] ni para ningún funcionario. Nunca lo haré, siempre lo haré con respeto. No creo en la política de ofensa ni de mentira ni de dañar reputaciones.
Me siento que más o menos igual, en algún momento tú puedes enojarte un poco más, es normal… fijar posiciones talvez más incómodas, un poco más agrias, pero en sentido general soy el mismo.

¿No generará esta campaña en usted decepciones, desilución, disgustos si los resultados no le favorecen?
Me siento preparado para ver cosas que uno no quiere ver, pero que existen, positivas y negativas. Tengo la inteligencia emocional para muchas veces entenderlas, otras veces para no apoyarlas, porque éticamente no tienen cómo justificarlas, pero entender la naturaleza humana. Cada día me siento que cada vez que vayas a juzgar, lo primero es enfocarnos en la naturaleza humana y quizás no hay que juzgar tanto.
A propósito de eso, ¿queda resentimiento o malestar emocional con relación a lo que pasó y que usted vivió en el 2019 en el proceso de elección del candidato del PLD?
Tú tienes que borrar. Si te quedas con eso te envenenas y el otro sigue muy normal. Una de las cosas que yo aprecio mucho es que hay que aprender a borrar porque de lo contrario vives con un malestar eterno.
¿Qué dice la familia de sus aspiraciones, de la campaña?
Bien, muy adaptada. Realmente nosotros estamos muy concentrados, me ha apoyado todo el mundo en este proyecto, tratar de vencer en la consulta que tenemos, tratar de asumir una candidatura con propuestas, con temas. Me gustaría que esta campaña, si soy candidato, sea una campaña de discusiones, de propuestas, que no tomemos el camino de las ofensas. En este país tenemos grandes desafíos, desafíos con el costo de la vida, entonces en vez de contestar y afrontar el gobierno, qué propongo para que bajen los precios de los alimentos; qué propongo para la seguridad ciudadana, para generar más empleos. Me concentraría en las propuestas, racionales, no demagógicas que sean objeto de debate. Lo importante es que sea un proceso de crecimiento político, de desarrollo, que podamos tener algo mejor.
Usted mencionó la palabra demagogia, muy de moda en el país y otras naciones, como también está en auge el populismo. ¿Qué piensa de todo esto que está sucediendo?
Lo más triste es cuando la gente se deja engañar. Uno se pregunta a quién juzgar, al político populista o a una población que no hace el esfuerzo de discernir. Ahí viene la gran discusión que tú decías, emoción versus racionalidad. Por qué yo decido. Entonces, el elector decide mucho por emoción, no importa que se hunda tu país. Hay una población muy alta que define por emoción, ese es el gran reto, de cómo avanzamos, que no sea porque alguien es bonito o se vea bien, sino por alguien capaz, que sepa cómo mejorar tu calidad de vida. Las personas deben plantearse cómo un político puede mejorar mi calidad de vida. Y tomar su decisión en función de eso. No siempre es así. Por eso vemos que en muchos países pasan cosas que uno no las entiende.
¿Cómo siente al peledeísta, cómo cree que está el partido ahora fuera del poder luego de 16 años consecutivos en el Palacio Nacional?
La militancia te habla sobre el día a día como si estuviéramos en el Gobierno. Es impresionante, la política es una pasión. Escuchas a las personas que quieren ser presidentes intermedio, que quiere ser esto o quiere ser aquello. Hay una competencia sana. Me gusta lo que está viviendo el PLD.
¿Qué aprendizajes experimentó en sus años de servicio público… cuando fue senador?
El mayor aprendizaje es que no te creas la gran cosa. Que lo único que queda de lo que tú haces es el servicio, el favor, una ayuda que hayas a las personas.
Luis de León, aspirante también a la candidatura presidencial en el partido, propone una alianza con Leonel Fernández. ¿Qué opina sobre esto?
Pienso que el PLD aceptaría cualquier apoyo, siempre y cuando vaya con alguien… lo que el PLD no cedería la candidatura presidencial, en cualquier negociación. Por eso se ve un poco complejo, una alianza en ese sentido.

¿Se ha visto con el expresidente Leonel Fernández en este proceso?
Lo saludé en el velatorio [de Yolanda Reina, madre del expresidente], es una persona con la que realmente no tengo ninguna dificultad, que respeto.
Hay quienes aseguran que se retirará para apoyar otra candidatura.
Esa es una estrategia de los que van a perder.. [risas]
Pero el rumor es cada vez más fuerte sobre su posible alianza con Margarita Cedeño.
Yo acepto el apoyo de Abel o de Margarita [risas]. No me disgustaría.
La mujer vive un gran momento en la política, tanto en el país como en el resto del mundo…
Hay que facilitarle a la mujer que participe en la política. No eso de la igualdad, que sí es importante, pero a una mujer le es más difícil ejercer, porque tiene que estar con los hijos, porque es más difícil en las noches, hay miles de razones que ustedes conocen. Por eso hay más dificultades para que las mujeres participen en la política. Hay que balancear un poco a los fines de que la igualdad, más que igualdad sea equidad. Cuando digo equidad, entonces por eso creo en la discriminación positiva, en los temas de la cuota porque hay que generar oportunidad de balance.

¿Cómo se siente cuando, a propósito de que fue servidor público, en las redes lo atacan cuando propone cosas que le reclaman que pudo implementarlas en sus gobiernos?
Normalmente, cuando sucede eso son bots, y uno lo que piensa es… imagínate si fuera así, nadie propondrá nunca nada. Porque si el Presidente Luis Abinader dice hay que hacer tal cosa, pues que lo haga. Si en la oposición uno dice que hay que desarrollar un proyecto, la gente cuestiona ‘por qué no lo hiciste antes’. Las cosas no son así. Las personas tienen que ver qué hicimos, qué dejamos de hacer en su momento, cuáles eran las circunstancias. Por ejemplo, creo mucho en la transformación de la Zona Colonial, Ciudad Nueva, soterrar los cables eléctricos, en la economía naranja, motorizar el arte, hacer un gran salón donde opera actualmente Aduana en el puerto, haría de ese lugar un sitio bien acogedor. Entonces, la gente me dice ‘¿por qué no lo hiciste cuando fuiste Gobierno?’ Yo no era Presidente, y quizás el Presidente de turno no lo hizo no porque eran malos gobernando, sino porque tenía otras prioridades.
¿Si llegara a la Presidencia cuáles serían los pilares de su Gobierno?
Educación. Mejorar la calidad de la educación, formar jóvenes.
¿Le preocupa lo que estamos viviendo?
Todo, claro. Se ha perdido la calidad de la educación, la formación en valores, de los jóvenes atreverse en echar adelante.
El tema del 4% por ciento de la educación en el presupuesto nacional vuelve a ser un asunto de debate…
Eso es una falta de responsabilidad, el Gobierno ha sido muy irresponsable con el tema de la educación. Lo ha desdeñado. Debió aprovechar la pandemia para la transformación del currículo, para planificar, para la formación de los maestros, tiempo perdido, ahora quieren bajar… el año pasado no ejecutaron el 4 por ciento, este año tampoco quieren hacerlo. Mientras tanto, las estancias infantiles operan a la mitad, el tema de la discusión de las jornadas extendidas tampoco entró. Realmente perdieron una gran oportunidad, porque la pandemia les permitía sentarse y reflexionar sobre para dónde vamos. Son dos años de España boba.
¿Hacia dónde vamos como país con la clase política nuestra?
Soy optimista. A pesar de todo lo que uno puede criticar, el país avanza. El mundo también crecerá, avanzará a pesar de la guerra. Creo que el país seguirá creciendo, seremos más civilizados. Creo que la sociedad de ahora es mucho mejor que hace 40 o 50 años atrás.
¿En qué sentido está mejor la sociedad?
En todos los sentidos. En materia de respeto, de ambición sana, de crecer, ser menos sumisos, de atreverse. El ser humano es cada día menos ignorante. Deberíamos estar mucho mejor, verdad, pero a pesar de todo, somos una sociedad mucho mejor que medio siglo atrás, por más vueltas que quisiéramos darle al asunto. Hoy hablamos de la pérdida de los valores, pero antes también se hacían cosas peores.
¿Cómo ha sido la dinámica de la campaña?
Mucha comunicación, mucha organización. Son los dos pilares. Estoy instalado en Santo Domingo, voy una vez a la semana a Santiago donde vivo con mi familia. Mi esposa a veces viene y me acompaña. La política es dura, la gente piensa que es fácil. A veces uno se levanta agotado, pero no te puede doler la cabeza, tener un dolor de garganta, que sufras una fiebre… nada, hay que seguir. Y este mes que resta de campaña va a seguir así.
Llegó el 16 de octubre y no sales elegido, ¿apoyarás a quien gane?
Yo apoyo, claro. De mi parte, cumpliré mi palabra.
¿Qué le recomendaría al Presidente Luis Abinader?
Que haga más trabajo de escritorio y salga menos a la calle. Si fuera él, me sentaría y analizaría en silencio, una por una cada cosa… son estilos, también. Mi estilo es más de ese tipo, de los detalles. ¿Qué está pasando en la seguridad ciudadana? No te dejes llevar de lo que dicen, hay que analizar las estadísticas. Déjame ver esto, déjame ver lo otro, fulano tráeme esos datos. Me concentraría en planificar y a la ejecución de un plan.
(En esta entrevista también colaboró Emelyn Baldera).