
Bosch, incuestionable y determinante candidato presidencial por el PLD
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Con este primer artículo, iniciamos en este semanario que se especializa en el análisis político, una serie para recorrer la historia de todos los procesos en que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ha seleccionado su candidato presidencial, la forma en que lo ha hecho, los conflictos que se le han presentado, y culminaremos con los pronósticos de lo que podría suceder en su consulta del 16 de octubre.
Es nuestro interés siempre que los acontecimientos de la realidad actual, puedan ser analizados con una visión del pasado y del porvenir entretejidas en una vertiente de informaciones y detalles que muchas veces no son conocidos o analizados objetivamente, pero pueden ser de vital importancia para entender esos acontecimientos.
El PLD, principal partido del país
De los tres principales partidos que dominan hoy día la actualidad política y electoral, el más fuerte y el que representa la más sólida estructura orgánica es, sin lugar a dudas, el Partido de la liberación Dominicana (PLD). Si bien es cierto que el PRM está en el poder y en muchas encuestas tiene las mayores simpatías, lo cierto es que como estructura orgánica es muy débil. Es un partido de solo 8 años que por un golpe de suerte (la división del PLD), logró ganar las elecciones y llegar al poder. La gran fortaleza del PRM en estos momentos no es su estructura orgánica, sino el hecho de que dirigen el gobierno y que el presidente Luis Abinader tiene todavía una muy buena imagen en la población.
En el caso de la Fuerza del Pueblo, es un partido en pañales todavía. Surgió como producto de la división del PLD hace tan solo dos años y está en el proceso de conformar una estructura orgánica sólida a nivel nacional, proceso que de seguro le tomará varios años. La FP no es un partido real en el sentido estricto de la palabra, más bien es un partido en formación. Claro, tiene a su favor el hecho de que su líder y candidato, Leonel Fernández, es un ex presidente de la República en tres oportunidades y una de las figuras de mayor peso político en el país y en toda América Latina.
El PLD es hoy la mayor estructura política real del país. Desde que el PRM llegó por casualidad al poder, se dio cuenta de esa realidad e inició una aviesa campaña de desprestigio del PLD y del mejor presidente de la República en los últimos años, Danilo Medina. El gobierno del PRM, en su campaña por destruir al PLD, ha usado como punta de lanza a un ministerio público que llama independiente, pero que solo ataca a los peledeístas. Esa campaña ha sido sumamente agresiva y totalmente irrespetuosa del debido proceso. Fruto de ella, han sido apresados algunos dirigentes del PLD, familiares de Danilo y varios militares y empresarios que se aprovecharon de las ventajas del gobierno del presidente Medina. Pero esa campaña no ha logrado frenar ni la fortaleza ni el crecimiento del PLD, que en los últimos meses ha mostrado un proceso de crecimiento muy significativo entre jóvenes y mujeres.
Octubre, el gran reto del PLD

Hoy el PLD está dirigido por dos dirigentes políticos, Danilo Medina y Charlie Mariotti, que tienen un gran sentido de la historia y una visión estratégica del valor de la fortaleza orgánica del PLD. Y que están dedicados en cuerpo y alma al trabajo en esa estructura. Danilo es el mejor armador político del país y uno de los principales responsables de la construcción de la estructura del PLD. El conoce a fondo como se construye y se reconstruye una fuerza orgánica y como se convierte en la mejor maquinaria electoral para ganar elecciones. No fue casual que en los años 80, cuando Rafael Alburquerque renunció como secretario general del PLD y se llevó consigo una parte importante de la estructura peledeísta de entonces, a quien llamó Juan Bosch para reconstruir el PLD fue a Danilo Medina. Hoy día, Danilo y Charlie, están totalmente dedicados a fortalecer orgánicamente el PLD, a rescatar y fortalecer su imagen y a garantizar que salga unificado de su proceso de octubre.
Ese es el gran reto del PLD en este momento: Escoger a su candidato o candidata sin que se produzca ningún conflicto. El objetivo principal de Danilo y Charlie, como presidente y secretario general del PLD, es romper con la imagen de división y debilidad que dejó el proceso de elección del candidato en aquel triste octubre del 2019. Si logran ese propósito, y todo apunta que así será, el PLD cambiará todo el panorama político de manera muy significativa a su favor.
Como candidato, Bosch no tenía competencia
El PLD surgió en diciembre del 1973 como un partido que venía a negar todo lo que era el PRD de ese entonces. Juan Bosch, líder, guía, creador y fundador del PLD, dijo que esa organización era “un partido único en América Latina” y que la función principal era “concluir la obra de Duarte y los trinitarios”.
Ciertamente el PLD surgió con una realidad muy especial y muy diferente a todas las organizaciones políticas dominicanas que habían existido hasta ese momento. Lo primero es que nacían de la mano de un ex presidente de la República, que era uno de los más destacados intelectuales de América Latina, el cual había formado el que hasta ese momento era el partido de mayor fortaleza en la nación dominicana, el PRD. Pero también el PLD tenía un criterio de partido cuadros, al estilo leninista o de izquierda, donde la estructura era lo fundamental para hacer acción política.
En ese momento, para lograr ser miembro de la estructura orgánica del PLD, los aspirantes debían pasar por un llamado Círculo de Estudios, donde aprendían de la visión histórica y social que tenía Bosch de la sociedad dominicana y de otros aspectos de la historia. De ese círculo salían graduados y ya preparados para actuar políticamente. El PLD en principio, era una especie de escuela de líderes, donde todos se preparaban y tenían que respetar la disciplina partidaria. Eso era básico, fundamental e inviolable. Para darle importancia a la disciplina, Bosch decía que las dos organizaciones más viejas de la humanidad, la Iglesia y el Ejercito, se habían mantenido tanto tiempo por el respeto a su normas y a su disciplina. Y eso mismo hizo el PLD en sus inicios.
Partiendo de esa realidad, cuando el PLD decidió ir a las primeras elecciones en mayo de 1978, lo lógico y elemental era que llevara a Bosch como su candidato presidencial. El procedimiento en ese momento no era votación de la mayoría de los miembros de forma directa, sino la votación de los organismos. Ese procedimiento se mantuvo durante las cinco ocasiones en que Bosch fue el candidato del PLD.
Bosch fue el candidato del PLD para las elecciones de los años 1978, 1982, 1986, 1990 y 1994. En ese momento su candidatura era siempre incuestionable y aprobada prácticamente a unanimidad. Las expectativas y los inconvenientes se producían con la candidatura vicepresidencial, la cual era una potestad del candidato, pero debía ser refrendada por sus organismos principales, el Comité Político y el Comité Central. En 1978 y 1982, Bosch eligió como compañero de fórmula al secretario general de ese momento, el doctor Rafael Alburquerque, y no hubo inconvenientes.
Pero en el año 1984 se produjo una crisis en el PLD y Rafael Alburqueque se fue de ese partido. Eso provocó que para las elecciones de 1986, Bosch eligiera como su acompañante de boleta al doctor José Joaquín Bidó Medina, un calmado y conciliador dirigente que no creó ninguna situación difícil.
La primera gran crisis del PLD en cuanto a la conformación de la boleta presidencial de ese partido, se produjo para las elecciones de mayo del 1990, en las cuales se proyectaba que serían ganadas de manera abrumadora por Bosch y el PLD. De manera sorpresiva para todo el mundo político, en vez de Bosch escoger como su acompañante vicepresidencial a uno de los dirigentes del PLD, se decidió por un comerciante de Santiago llamado José Francisco Hernández. Eso fue una bomba política y una crisis para el PLD. Esa situación la analizaremos en el próximo artículo.