
Luis de León: «Si el PLD se alió con Balaguer, ¿no se podrá aliar con Leonel?»
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Luis de León ha sido un militante permanente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), desde su fundación a esta parte. Durante el primer gobierno de Leonel Fernández, el 16 de agosto de 1999, fundó junto a un grupo de miembros de esa organización, una corriente ideológica «para emular los valores fundamentales y los principios democráticos, patrióticos y sociales del profesor Juan Bosch, la Fuerza Boschista».
La creación de esta organización provocó serios cuestionamientos desde dentro del PLD, pues este partido fue creado bajo un concepto de estructura cerrada, «pero con el paso del tiempo, poco a poco se dieron cuenta que la Fuerza Boschista era un mecanismo político propositivo, no reactivo, de crítica y autocrítica para mejorar el accionar político y para cumplir con los dictados doctrinarios e ideológicos que Juan Bosch le dio al PLD», asegura De León.
Maestro de toda una vida, De León ha ocupado la subsecretaría y viceministerio de Educación en cada uno de los gobiernos del PLD.
Apasionado de las ideas de su líder, Juan Bosch, no pierde una oportunidad de ejemplificar cualquier aspecto de la política, y de la vida, con las enseñanzas del líder histórico del PLD.
Ahora, de frente a su reto mayor, alcanzar la nominación a la candidatura presidencial de la organización morada, Luis de León ha luchado por llevar al debate las ideas y principios que dieron origen a ese partido en 1973, y plantea un gobierno distinto, en el que prevalezcan las ideas y valores de Juan Pablo Duarte, los trinitarios y Juan Bosch.
Amable como siempre, recibió a País Político para conversar sobre su candidatura, su visión acerca de la problemática nacional y sus aspiraciones.

¿Cuál es el proyecto de nación que usted propone desde su candidatura?
Nuestro proyecto, en el marco de este momento político y social de crisis mundial, provocada por la pandemia y sus secuelas económicas, de crisis de la guerra [entre Rusia y Ucrania], y de profundización de la inversión de valores, propone hacer un gobierno de carácter boschista, y desde el Estado crear una cultura de una educación en torno a los ideales de los fundadores de la República, Juan Pablo Duarte, Sánchez, Mella, Luperón. Proponemos que una nueva gobernabilidad del PLD, de cara al 2024, debe ser de crítica y autocrítica, pero fortaleciendo y consolidando los grandes cambios democráticos e institucionales y sociales que puso en marcha los gobiernos del PLD durante 20 años.
Consideramos que un nuevo proyecto [de gobierno] debe estar caracterizado por reencontrarnos con adecentar las prácticas de los políticos en el Estado, y reivindicar la concepción de la política que dijo Duarte, que dijo Juan Bosch. Nosotros prometemos un gobierno que reafirme todos aquellos principios y valores que la República Dominicana, desde su fundación en 1844, ha estado pendiente que se hagan realidad.
El PLD agotó 20 años en el poder. ¿Qué entiende usted impidió que no se avanzara en el proyecto duartiano, trinitario y boschista?
La política se daña, y la democracia también cuando desde el Estado se hacen alianzas con sectores que son tradicionalmente enemigos de una democracia horizontal, para ponerla al servicio de las grandes mayorías y de las soluciones a los problemas principales del país, como la desigualdad social en todos sus ámbitos, un gobierno de equidad y de justicia, que haga del amor por los demás el gran compromiso político nacional.
A un gobierno hay que evaluarlo con sus luces y sus sombras. Las luces del PLD están muy por encima de lo que podría ser la sombra. Pero nosotros creemos que el PLD cedió demasiado en la alianza para gobernar con sectores poderosos, y no los convenció, o no hizo voluntad política con ellos, para que estos sectores cedieran para hacer una revolución boschista, una revolución duartiana, o propiciar una dignificación de los pobres.
¿Cuál es esa fortaleza diferenciadora de Luis de León frente a los demás competidores?
El proyecto de nación que nosotros enarbolamos está enraizado desde la fundación misma del PLD, desde mi militancia y mi decisión de convertirme en discípulo del profesor Juan Bosch. Debo recordar que soy miembro fundador del partido, soy parte de la delegación que vino de Montecristi, cuando yo tenía 18 años, y participamos de su fundación, un 15 de diciembre de 1973, una organización fundada para emular los valores éticos, morales, de principios democráticos, de valores de familia y cultural de nuestro líder histórico, Juan Bosch.
En un gobierno encabezado por usted, ¿qué rol le asignaría a la juventud?
Hay que reivindicar la necesidad de que el pueblo pueda acceder a educación básica y superior. Yo planteo que el Estado debe crear las condiciones del primer empleo, para que toda esa juventud se pueda integrar al emprendedurismo. En un gobierno nuestro, tendrá en el frente de batalla a la juventud. Tenemos que empoderar a la juventud, invirtiendo aún más en ella. La juventud tiene que jugar un papel, a partir de sus competencias, a partir de su sacrificio y de amor por el pueblo, por la sociedad, por la familia.
En una candidatura suya, ¿cómo se plantea usted convencer a quienes consideran que cualquiera que sea el candidato llevará a cuesta la carga de los procesos abiertos contra ex funcionarios del pasado gobierno?
Al surgir esta situación nosotros hemos sostenido que el Partido de la Liberación Dominicana no es un partido corrupto. Su base y sus dirigentes medios y parte de su dirigencia alta no están comprometidos con la corrupción.
Los que han delinquido o están acusados por corrupción, tendrán que responder de manera personal ante la justicia, y la justicia, naturalmente probarlo, porque todo individuo es inocente hasta tanto un tribunal establezca lo contrario. Creemos que hay que respetar el debido proceso de ley, los derechos humanos, la dignidad personal, porque el tema de la corrupción no puede ser para dañar honras.
Nosotros convenceríamos al electorado en el sentido de que vea la obra del gobierno del PLD, todo lo que ha hecho por el país, y no por las acciones de un grupito que no representa al partido, cuya militancia tiene una conciencia crítica contra la corrupción.
En el PLD, gran parte de su dirigencia está de acuerdo que la lucha contra la corrupción debe ser una bandera de combate de la democracia. El gobierno de Luis Abinader comenzó muy bien, y destituyó y sometió, en este caso al administrador de la Lotería Nacional, pero ya los escándalos de corrupción pasan de 15, y él se contenta con destituir a los funcionarios, pero no los somete a la justicia. Y parece entonces que la lucha contra la corrupción parece más una lucha política que una lucha social de alta dignidad, de honor.
Pero, ¿no se supone que el Ejecutivo hace bien con destituír un funcionario sospechoso de corrupción, y dejar que el Ministerio Público investigue y lleve a la justicia a quien haya violado la ley?
Cien por ciento de acuerdo. Es cierto, no le toca al Presidente someterlo. Pero la gente hace sus cálculos. Cuando observa que hay una indiferencia contra esos casos, entonces, ahí el líder de la nación, que es el Jefe del Estado, pierde su credibilidad, su autoridad.

Usted fue viceministro de Educación en cada una de las gestiones del PLD. ¿Qué le faltó a esos años para lograr una educación pública que supere los males estructurales que adolece?
A los gobiernos del PLD les faltó en su gobernabilidad de carácter educativo, mayores niveles de valentía, frente a las situaciones que se presentaron, respecto al hecho de que la educación necesitaba en esos momentos de un mayor compromiso y responsabilidad para tomar determinaciones en las mismas posiciones ministeriales. A los gobiernos del PLD les faltó la doctrina boschista, debió integrarse la doctrina boschista.
Sin embargo, los gobiernos del PLD tuvieron como prioridad la educación. Pueden escribir ante la historia que su gran aporte ha sido el tomar la educación como bandera principal para que el pueblo entienda que esa es la política fundamental y determinante para propiciar desarrollo, progreso, estabilidad económica, institucionalidad. Sin educación no es posible un proyecto democrático, económico y social.
La actual gestión está enferma, o prejuiciada, al no reconocer la continuidad de Estado, y borrar el pasado y decir que no se hizo nada. De ahí que la situación que tiene esta gestión de Educación es de falta de confianza de la población en las autoridades de Educación de este gobierno.
¿Que opina de la intención, suspendida ahora, de recortarle 4 mil millones al Presupuesto de Educación?
Eso es inaudito. La lucha titánica por el 4% que libró la sociedad civil y sectores populares no puede asumir ahora el plantear que se desviarán más de 4 mil millones de pesos del presupuesto de Educación, que es el presupuesto de una Ley, pero además, que está prohibido por la Constitución que en Educación de haga transferencia de una dirección de Estado a otra. Ha sido una acción que ha levantado a los distintos sectores del país, especialmente el educativo. El PLD aumentó de año en año el presupuesto de Educación.
¿La unidad interna del PLD no corre riesgo en este proceso?
La política es una ciencia y un arte decía el profesor Bosch. Hay un compromiso, firmado por todos los precandidatos, de apoyar al ganador, el mismo 16 de octubre cuando se conozcan los resultados. La Fuerza Boschista ha cursado una invitación a todos los precandidatos para que el 25 de septiembre, acudan al altar de la Patria a depositar una ofrenda floral para recordar el aniversario al golpe de Estado contra Juan Bosch, y allí hacer dos juramentos: que el que salga ganador se comprometa a hacer un gobierno enteramente boschista, y un juramento para garantizar la unidad del partido.
¿Qué se impondrá el 16 de octubre, el uso de recursos económicos o las mejores propuestas?
El clientelismo político daña la política y hace que la gente no vote por propuestas, por conductas ética. Tenemos la fe en que la gente votará críticamente, dejando de lado el clientelismo.
¿Hay negociaciones para unificar algunas candidaturas?
Siempre los compañeros que competimos por la candidatura conversamos, y surgen las «puyas», pero ha sido una campaña hermosa, de mucho respeto. Nosotros hacemos un llamado desde este medio a los precandidatos para que en esta fase final no creen expectativas de que necesariamente tienen que ganar, a preservar la unidad del partido, pues hay que estar claro de que hay sectores desde el poder que pueden atentar contra este evento de carácter político y cívico.
Ya sabemos que sectores de ingerencia extranjera, sectores de sociedad civil, quieren la destrucción de los partidos políticos, y el PLD es el último partido político fuerte, grande que queda en América Latina, y quisieran destruirlo.
¿Cómo valora el rol de Danilo Medina en este proceso interno?
Ha sido respetuoso y distante del proceso interno. Solo ha participado en asuntos institucionales. Vale decir que él mismo suspendió las juramentaciones que se estaban celebrando a nivel nacional para dejarle campo abierto a los precandidatos. Hay temores en alguna gente, pero en el PLD la lección de la división está aprendida, y ni se va a producir división ni se va a producir imposición.

«Planteamos una unidad con Leonel»
Esta es una consulta que ha hecho el PLD con seis candidatos, una decisión de carácter ampliamente democrática, porque se va a votar con el padrón de la Junta Central Electoral. En esa boleta, yo estoy marcado con el número 1. Con esta campaña el PLD ha logrado dinamizarse, y ha logrado posicionarse de cara al 16 de octubre, que es la antesala del 2024.
Nosotros somos los representantes, dentro de esa lucha, de la unidad. Por eso nuestro eslogan es «La unidad boschista, garantiza la victoria». En estos nuevos tiempos, se necesita la unidad, de grandes situaciones de carácter patrióticas, como es el asunto de Haití, en vista de que la comunidad internacional ha sido indiferente frente a la tragedia, a la insensibilidad del caso humano de Haití, que vive una crisis alimentaria.
Nosotros planteamos la necesidad de que el PLD coadyuve a fortalecer la presente gobernabilidad para evitar que pueda descarrilarse el orden institucional en función de la crisis económica que hay en el país, del desempleo, de la inseguridad. Se necesita la unidad nacional, la unidad patriótica. Para gobernar en el 2024, debe ser con una unidad de hierro. Nosotros planteamos la unidad con la Fuerza del Pueblo y las demás fuerzas políticas y sociales, para evitar que este gobierno vaya a caer en picada y pueda el país retroceder.
El PLD fue a una alianza con su principal opositor, el PRSC, a quien había combatido, y si el PLD se alió con Balaguer, ¿no se podrá aliar con Leonel Fernández, que es también uno de los discípulos de Bosch, y que también gobernó el país en tres periodos con el PLD? Yo creo que sí es posible.

FICHA
Nació: 07 de octubre 1955 » Nacionalidad: Dominicano » Zigno zodiacal: Libra » Esposa: Si » Hijos: Cinco hembras y dos varones » Altura: 6’00 » Peso: 185 libras » Estudió en: Liceo Luis José Antoine » Profesión: Educador » Egresado de: UASD » Ocupación: Educador y político » Libro preferido: El oro y la paz del Prof. Juan Bosch » Medios en que publica: Hoy, El Nacional, Listín Diario, El Nuevo Diario. » Cuentas en RRSS: Fb, Ig y Twitter » Fortuna: La cultura » Un día perfecto: Un día de convivencia familiar » Lo ideal: Ser Presidente de la República » Lo inaceptable: La injusticia » El país a que aspira: Un país libre de pobreza e inequidad.