Una tragedia y una mala comunicación
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Un momento terrible, tragedias que afectan a la República Dominicana, y para empeorar la sensación de impotencia de sus ciudadanos, se dirige una comunicación nada inteligente y mucho menos característica de un abordaje estratégico de la comunicación de crisis de parte del Ministerio de Obras Públicas.
Así como se ensombreció la tarde, se nubló la sonrisa de la ciudadanía cuando los medios digitales compartían al unísono que había acontecido la tragedia que dañó el sábado y los días por venir. Se desplomó la pared de uno de los pasos a desnivel, murieron nueve personas por un desplome que pudo haberse evitado, y que mientras veíamos las transmisiones, queríamos desesperadamente que los socorristas los pudieran salvar antes de que la profusa agua los ahogara.
Todos los que vimos los videos recurríamos a pedir por sus vidas, nada los pudo salvar. Pero la herida se profundiza más cuando aparecen los instrumentos de comunicación institucional gubernamental. El Ministerio de Obras Públicas emite sus declaraciones a través de un comunicado, esta acción pudo ser la asertiva si no fuera por diferentes mensajes colocados en él con una intención de evadir responsabilidad, pero que no los exime de la que corresponde, provocando lo contrario al objetivo de su narrativa.
Por supuesto, el texto lamenta, como debe ser, las pérdidas y expresa sus condolencias a los familiares de las víctimas, sin embargo, coloca párrafos que provocaron la indignación de parte de la gente que no vaciló en manifestarse en las redes sociales.
“Es un hecho que nos conmueve profundamente, las obras de infraestructuras no deben estar diseñadas para que colapsen, por lo tanto estamos instruyendo iniciar las investigaciones de lugar para determinar lo ocurrido, expresó Deligne Ascención, ministro de Obras Públicas. Lo transcrito no calma el dolor y menos sirve de contención a las emociones que se desatan cuando fallecen personas en medio de cualquier incidente. Su estructuración tampoco responde a la colocación táctica de la prosa que debe manejarse, que aunque no solucione el fatídico momento, por lo menos, sirva de bálsamo para los dolientes.
Además, se utiliza una cita que convierte un comunicado en una especie de nota de prensa, y en el momento de consumirlo, el lector no sabe si es un comunicado o el instrumento de comunicación que se entrega en las ruedas con los periodistas. En fin, un comunicado que intenta justificar que un mantenimiento no fuera mantenimiento, y unas palabras que ahondaron la herida de corazones ya desgarrados, resultado de una comunicación institucional.