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Al parecer, los motoristas o personas que transitan en un vehículo de dos ruedas, pero que no respetan las normas de tránsito, son los ciudadanos con mayor poder e incidencia en la República Dominicana, tanto así, que en cualquier intercepción podrá encontrarse con las imágenes de estos burlando la disposición de las señales de tránsito o la disposición del agente de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT).
Para someter a los individuos que violan la ley encima de un motor en el país, no hace falta leyes ni disposiciones, existe un marco legal, que si bien no es perfecto, de ser administrado con responsabilidad, combinado con un fuerte sistema de educación implementado de manera articulada por diferentes sectores de la sociedad, aportarían otro resultado como nación y al comportamiento de parte de la ciudadanía. Como elemento generador de esta situación, ha hecho falta aplicar las consecuencias que establece la legislación y una sólida e integral campaña de comunicación que se dedique a sensibilizar, mostrar las consecuencias y los casos de los que infringen la ley; ha faltado educar desde que el dominicano inicia su vida en las escuelas y colegios.
La Digesett está avalada por la Constitución de la República; la Ley 63-17 y sus reglamentos, que de acuerdo a lo que estipula, está «comprometida con el mejoramiento continuo de la viabilidad del tránsito, a fin de salvaguardar el orden público y la seguridad vial», así como por la 241-67 del 28 de diciembre de 1967 sobre Tránsito de Vehículos (Gaceta Oficial), y otras ordenanzas más, ante este escenario salta la pregunta por qué DIGESETT teme al aplicarle las sanciones correspondientes a los motoristas que son deliverys de colmados, de entrega de comestibles, supermercados, servicios de mensajería y los que dan servicio de transporte público. ¿Cuál es el impedimento, cuál es el poder que les impide someterlos al rigor de la lesgilación cuando esto acontece con otros ciudadanos, sobre todo, si son educados o que aparente ser clase media?
Los motoristas crean caos y son violadores de la ley, exceptuando a la élite que se comporta con educación, estos producen accidentes que no solo ponen sus vidas en peligro, sino que arrebatan las de otros ciudadanos inocentes de su comportamiento temerario y retador de la autoridad, tal es el caso más reciente cuando el deliverys de Pedidos Ya, José Mateo Castillo cruzó en rojo y atropelló a un conductor de una motocicleta Harley Davidson, provocándole la muerte, sin embargo, otros tantos casos se suscitan de los que somos actores participantes, y solo la impotencia tenemos como respuesta.
Cuenta la organización sin fines de lucro MOVIDORD que en el año 2023 en la República Dominicana fallecieron más de dos mil personas por accidentes y que se atendieron 32 mil casos en emergencias por este motivo, y que apróximadamente, el 28% quedó lesionado, cifras que representan, además, un gasto en Salud Pública para lograr la recuperación de los afectados que logran sobrevivir.
Ante la problemática, esta fundación ha lanzado una campaña abogando por «No más caos en el tránsito», que debe ser apoyada por los ciudadanos preocupados para la imposición de la anarquía de arte de los motoristas. Está siendo desplegada en la red social Instagram y puede ser compartida con las etiquetas o hashtags #RespetoVialYa; #seguridadparatodos; #Tránsitoseguro, entre otros. Como parte de tu aporte, te invito a compartir, a integrarte y movilizarte a las iniciativas que exigen a las autoridades asumir su rol regulador y a organizar el comportamiento de los motoristas en las vías dominicanas.
