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Luego de 47 días de guerra entre Israel y Palestina (Estado aún no reconocido) hay una tregua desde la semana pasada. Es la primera tregua desde que reinició el horror de este despiadado capítulo de la eterna rivalidad de estos pueblos. Un «espacio» sin bombas ni «muertes» que produjo el primer intercambio de rehenes israelíes secuestrados el 7 de octubre por al menos 150 presos palestinos en cárceles israelíes.
El acuerdo del momentáneo «cese del fuego», fruto de la mediación de Qatar y con participación de Estados Unidos y Egipto, estuvo a punto de fracasar por el gobierno israelí. El mismo Benjamin Netanyahu dijo «es una decisión difícil, pero la correcta» aunque añadió y que nadie se lleve a engaño que la guerra seguirá. En ese momento casi todos de acuerdo para el primer canje, el líder político de Hamás, Ismail Haniya, aseguró que había enviado ya su respuesta a Qatar.
Es oportuno recordar que Hamás, organización terrorista (que no se olvide), movimiento sunita surgido de la Hermandad Internacional, atacó de manera sorpresiva el sur de Israel, específicamente a los asistentes de un concierto que se estaba realizando al aire libre y luego perpetró otra matanza descomunal en los kibutz de la zona aquel fatídico 7 de octubre. A los que Hamás no mató, se los llevó secuestrados y estos hechos dieron al traste con toda esta «nueva» guerra a escalas mayores entre esos dos pueblos con Irán como telón de fondo.
El primer y segundo canje de rehenes israelíes por presos palestinos se llevó con total normalidad y continúan cuando usted lea este artículo. Lo importante también es que las autoridades de la Unión Europa y otros involucrados en dialogar con ambas partes en esta guerra piden la prórroga del cese al fuego, pero hay obstáculos como: ayuda, visitas a rehenes y elección de presos.
Según el acuerdo, cuatro días de tregua en los que Hamás está entregando de forma paulatina a 50 rehenes israelíes cautivos en Gaza desde el 7 de octubre, mientras que Israel está excarcelando a 150 presos palestinos y por suerte, permitiendo que la ayuda humanitaria desde Egipto pueda llegar a los necesitados.
Y como si no faltará un ingrediente más, estuvo en Israel el magnate Elon Musk recibido por el mismísimo Netanyahu y visitó los escenarios de la matanza del 7 de octubre y dijo que «Israel trata de evitar la muerte de civiles». Con esto se despachó el empresario y dueño de la red social X. Una vista para quitarse de encima la etiqueta de antisemita que algunos le han colgado. En eso que dijo Musk «olvida» que en esta cruenta y demencial guerra van mas de 13,000 muertos palestinos y los bebés y niños están metidos en esa salvaje cifra.
Israel atacó con furia como respuesta a la desgracia sucedida hace casi 50 días, sin miramientos sin distinción, incluso atacando hospitales, porque los milicianos de Hamás se esconden incluso dentro o debajo de los hospitales. Es decir, sí eso mismo que usted está pensando, ellos han contribuido a esta matanza sin distinción contra sus propios iguales. Por cierto, también el jefe de gobierno de España estuvo la semana pasada visitando los mismos lugares de la tragedia al sur de Israel.
De momento, Estados Unidos, Egipto, Qatar, la Unión Europea y la Organización de Naciones Unidas (ONU) piden solicitan extender el alto al fuego. Israel aseguro que todo dependerá de las negociaciones para que los rehenes sean liberados.
En ese sentido, a nosotros en la actualidad no nos hace falta más desgracias que presenciar y ver. Estamos saturados de dolor y muerte. Nos llegan todo a través redes sociales y medios, pero no podemos perder, a pesar de todo esto, la capacidad de asombro porque como dicen algunos el «olvido agranda las tragedias». No se respeta nada y en vez de ayudar, se graba todo desde un teléfono.
