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Roberto Rodríguez es un apasionado de las estadísticas de los procesos electorales, materia a la que otorga gran importancia para entender cómo se comporta el electorado. Con él conversamos en esta entrevista con País Político, a propósito de la campaña electoral, las próximas elecciones municipales, congresuales y presidenciales del 2024 y la publicación de su libro Resultados electorales: nivel presidencial (1962-2020).
¿Cómo surge la idea de tu libro «Resultados electorales: nivel presidencial (1962-2020)»?
Me inicié en política en 1990 con Fernando Álvarez Bogaert en su Sector Externo, recuerdo que luego de la campaña de 1996 ya vinculado a otro proyecto presidencial, el de Don Jacinto Peynado, surgió la necesidad de designar un responsable de un programa organizativo denominado 10x Peynado que consistía en agrupar a los posibles simpatizantes de Peynado en comités de 10 miembros. Él me designó como su director, descubrimos que los dirigentes relataban historias de los procesos electorales adjudicándose victorias pasadas para impresionar al candidato, victorias que descubrimos que en muchos de los casos no se correspondían con la verdad al confrontar los datos, de esto surgió mi pasión por la recolección y documentación de datos electorales.
Al finalizar mis servicios como delegado técnico ante el departamento de informática de la Junta Central Electoral, trabajo que realicé para el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) entre 2005 y 2010, me propuse iniciar una serie de publicaciones para hacer este trabajo más fácil para todos los partidos del sistema, este libro es el primero de una serie que pretendo pública, por nivel de elección.
¿Para qué le sirven las estadísticas electorales a un político en campaña?
Deben ser el punto de partida para la planificación electoral y también para proyectar el voto meta mínimo requerido para ganar las candidaturas de carácter proporcional.
¿Sirve tu libro como un recurso para mejorar el desempeño en una campaña?
Sirve para hacer análisis del comportamiento electoral de las organizaciones políticas en el nivel presidencial, todo el que ha estudiado ciencias políticas sabe que los resultados pueden dar triunfos dependiendo no solo de que el candidato tenga mayorías relativas, lo más importante es comprender cómo funciona el sistema electoral, en República Dominicana mayoría simple entre 1962 y 1994 y con sistema de balotaje a partir de 1996.
¿Qué tendencias pudiste establecer a lo largo de los resultados electorales de las elecciones presidenciales entre el 1962-2020?
Las más notables: primero, para ganar de forma holgada se requiere establecer la mayor cantidad de alianzas políticas al menos 10 meses antes de las elecciones; segundo, para ganar se necesita obtener al menos entre 75 y 90 votos promedio por colegio electoral, eso claramente podría ser un poco mayor en elecciones con baja abstención.
Tercero, las organizaciones minoritarias obtienen cero votos en promedio en el 70% de los colegios electorales, para futuras modificaciones en las leyes electorales debería tomarse en cuenta ese dato para condicionar que una organización política pueda ser considerada de alcance nacional. Una ilegal y mala práctica que genera beneficios económicos a esos partidos es la venta de credenciales, que es además usado en contra de otras candidaturas; cuarto, por el método de adjudicación de escaño que usamos, el método D’Hondt, los partidos minoritarios han dejado de obtener decenas de candidaturas, esa es una de las razones por la que en el nivel presidencial no han podido desarrollarse.
En la introducción, citas los libros «Origen y evolución de la JCE» (1982), e «Historia electoral dominicana (1848-1986)», ambos de Julio Genaro Campillo Pérez, ¿te sirvieron de guía para tu aporte editorial?
El doctor Campillo Pérez inició lo que estoy tratando de documentar, como abogado, historiador y genealogista, su fuerte fueron las cronologías, sus aportes fueron inmensos para construir una historia política dominicana; además de ese enfoque uso las ciencias estadísticas y las técnicas de análisis de big data para lograr aproximaciones más científicas en los análisis.
Anticipas algún pronóstico cómo quedará el mapa electoral en las elecciones municipales de febrero del 2024?
Estoy terminando un análisis por demarcaciones, luego de vencido el plazo la alianza del partido de gobierno tiene relativa ventaja, pactó con la mayor cantidad de organizaciones políticas, notable es la realizada con el Partido Reformista en más de 120/158 municipios y 198/235 distritos municipales. Un buen ejemplo es la boleta de Santiago de los Caballeros, que le permitirá llegar casi al 50% de los votos según estimo. La alianza opositora se logró muy al final y está por confirmarse en el terrero si logra concretizarse.
Crees que el político promedio estudia este tipo de obras para tener un mejor entendimiento de la campaña?
Imagino que no, antes de la publicación de este libro la referencias a estadísticas eran escasas, casi siempre divulgadas por especialistas en el tema, este año por lo que veo en las redes sociales hay un boom en el uso de esta herramienta, y eso me alegra no solo porque ha sido bueno para la venta de mi libro sino porque se está creando una cultura del uso de los datos estadísticos. Eso redundará en beneficios para la actividad política en el país.
¿Seguirás reeditando el libro en el futuro con nuevos datos de los próximos procesos electorales?
Definitivamente. Mientras tenga salud dentro de lo posible, luego de cada elección publicaré una nueva edición actualizada. Quiero agradecer a Manuel Estrella quien apadrinó esta edición y a los amigos Pedro Goico G. (Pepe), Tácito Perdomo, Yván Rodríguez, Ricardo Rojas León y Oscar Capellán, por su apoyo incondicional a este proyecto.
