
Rescatar la Alianza del Rescate
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Aunque parezca un contrasentido, el pacto que fue anunciado con bombos y platillos entre los principales partidos de oposición –Partido de la Liberación Dominicana, Fuerza del Pueblo y Partido Revolucionario Dominicano– apenas el pasado 21 de agosto, hoy necesita rescate, según informa uno de los principales y más diligentes proponentes de la «Alianza Opositora para el Rescate de la República Dominicana», José Francisco Peña Guaba.
La Alianza Opositora Rescate RD «cambia el panorama político-electoral dominicano», por intentar ser un frente de esas fuerzas políticas de oposición común contra el oficialista PRM, que volverá a tener a Luis Abinader como candidato presidencial en las elecciones generales presidenciales, congresuales y municipales del año 2024.
Hay varias preocupaciones en el seno de los pro alianza para tratar de rescatar la misma, la principal es lo insuficiente que resulta lo pactado para enfrentar al partido de gobierno. Sólo fue acordado un 30% de las demarcaciones y no están incluidas Santiago, el Gran Santo Domingo, Distrito Nacional y San Cristóbal, entre otras provincias que concentran la mayoría de los votantes. En este acuerdo el PLD-FP-PRD llevarán de manera unificada a 86 candidatos a alcaldes y alcaldesas y a 150 candidatos a directores y directoras municipales de todo el territorio nacional.
Sin embargo, lo que no parece preocupar a los que simpatizan o a los que están en contra de la alianza es el implacable paso del tiempo y los plazos legales que contemplan la leyes de Partidos Políticos y de Régimen Electoral, sin mencionar lo vulnerables y débiles que se proyectan esas organizaciones políticas ante los votantes por su falta de entendimiento.
Otras quejas de los aliancistas van dirigidas hacia el presidente del PLD, Danilo Medina y su candidato presidencial para las elecciones del año 2024, Abel Martínez, a quienes acusan de todo lo imaginable, hasta de pactar con el gobierno por –supuestamente- boicotear un acuerdo de mayor alcance, también les achacan odios, resentimientos y venganza. Sin embargo, intuyo lo que podrían entender el expresidente del país y el actual alcalde de Santiago, sólo ejercen su legítimo derecho de autodefender, preservar sus figuras y al partido del profesor Juan Bosch. Pues tan sencillo como la suma de dos más dos, si como está sucediendo en la actualidad que Leonel Fernández y la Fuerza del Pueblo se alimentan de los militantes peledeístas, sin tener el poder político en sus manos, ¿qué sería del PLD si este alcanza cierta cuota de poder? Lo cierto es que ¡hasta ahí llega el PLD!
El «caramelito envenenado» del Acuerdo Rescate RD no ha sido ingerido por Danilo ni Abel y con razón, en su momento Danilo Medina tuvo que distanciarse y enfrentó al Dr. Leonel Fernández para así poder llegar en el año 2012 a la presidencia y, al parecer, Abel Martínez lo advirtió y sigue el mismo guion de Medina para no correr la misma suerte de otros prospectos que se quedaron en el camino, como fueron el exsenador José Tomás Pérez, los ex vicepresidentes Jaime David Fernández y Rafael Alburquerque, el ex administrador de la CDE, Radhamés Segura; ex procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito; Francisco Javier García, ex ministro de Turismo; ex fiscal del Distrito Nacional, Guillermo Moreno y el mismo Miguel Vargas Maldonado, presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), quien después del famoso «pacto de las corbatas azules», únicamente le queda las siglas de su partido, pero sigue tan encantado con el líder que piensa ser una estrella en la que todos los satélites giran a su alrededor, y vuelve a dejarse embelesar para este nuevo pacto de cara a las elecciones del año 2024.
Danilo Medina y Abel Martínez no propiciaron, ni mucho menos asistieron a la firma de la alianza, pero sí entienden las consecuencias que asumiría su partido con ese compromiso, pues a parte de que le engrandece la cabeza a su más férreo contrincante, «afilan cuchillo para su garganta» y favorecen la desaparición política del PLD apagándose la estrella amarilla.