
Hacia la visibilidad mediática de la mujer política
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Los medios masivos de comunicación desde su espacio de peritos y promotores de los sucesos sociales desempeñan un rol fundamental en las interpretaciones generales de los acontecimientos, y la forma de cómo se pondera la notoriedad de cualquier hecho ocurrido en la cotidianidad, porque son los propios medios que forman una opinión pública a partir de las realidades de los colectivos que salen en la agenda pública.
Es común escuchar decir que la política hoy en día se viene desarrollando cada vez más en el campo mediático, y es, precisamente, en esa incidencia pública que radica la relevancia de los medios de comunicación en el ámbito político-electoral y de representación con relación a sectores vulnerables como las mujeres.
Pero para promoverse como representante y líder política es fundamental la construcción de estrategias de comunicación que contribuyan a visibilizar la imagen de la mujer política como se hace con el hombre. Esta visión es además una oportunidad para abrir procesos sostenidos y de más largo plazo que revierta las desventajas históricas que impiden la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en la competencia electoral, y un mayor acceso a los cargos de representación popular por parte de éstas últimas.
Y es que los medios masivos de comunicación son aliados esenciales para que las mujeres puedan tener el nivel de incidencia que le permita llegar donde llegan los demás actores del sistema político. Es bien claro que estos tienen un inmenso poder, lo que les permite crear la conciencia individual y colectiva. En periodos electorales, lo medios cumplen el rol de actuar como agende intermediario, pues son los llevan el mensaje político a las masas.
De ahí que las mujeres políticas al igual que los hombres, deben buscar los medios para llegar a las comunidades. Sin embargo, la cobertura mediática de las mujeres políticas se hace desde una óptica muy diferente de la otorgada a los varones en los medios masivos de comunicación, porque esta es presentada de forma subordinada a la figura masculina o asumiendo los roles tradicionales.
Siendo esto así, es necesario crear la conciencia a la dirigencia de los partidos políticos y a los propios actores de los medios de comunicación para que entienda que tanto los hombres como las mujeres a la hora de presentar su mensaje político electoral puedan tener las mismas oportunidades de llegar a la población.
Entiendo, en este contexto, que lo más acertado es pensar que para que un proceso se haga de forma democrática debe existir igualdad de oportunidades en la participación de sus distintos actores, en tal sentido, la competencia debe ser –siempre– sobre la base del respeto, tolerancia, la opinión a la diversidad, la transparente, neutralidad y pluralidad; de ahí que la grafía social se debe exponer ante la ciudadanía con una imagen resultante de un proceso de promoción, difusión y comunicación política que promueve tanto a las mujeres como hombres representantes y líderes políticos en un tiempo y una sociedad determinada.