
Reconocer partido de Ramfis: fantasma contra la democracia
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La debilidad institucional en la República Dominicana cosecha uno de sus peores fantasmas en la actualidad, cuando la Junta Central Electoral, emitió la resolución 24-2023, que legitima al Partido Esperanza Democrática (PED), liderado por Ramfis Domínguez Trujillo, hijo de Angelita Trujillo, nieto del dictador Rafael Leonidas Trujillo, quien se ha manifestado seguidor de la forma de hacer gobierno y del pensamiento político de su abuelo, accionar prohibido en la República Dominicana bajo la Ley 5880.
La legislación es clara en su artículo 1 de la Ley 5880 del 3 de mayo de 1962, todo aquel que alabe o exalte a los Trujillo o su régimen se considerará y juzgará como autor de delito contra la paz y la seguridad públicas «y será castigada con prisión de diez días a un año o multa», lo cual evidentemente ha sido violentado por Domínguez Trujillo, además de estar limitado por otra normativa de la Constitución, al aspirar a la Presidencia de RD teniendo otra nacionalidad, a la que debía renunciar, y contar con 10 años con el otorgamiento de la dominicana.
Sin embargo, el Pleno de la JCE alimenta uno de los fantasmas de la democracia, legalizando su partido, aunque no aún su candidatura, bajo el argumento: «Por haber cumplido con todos y cada uno de los requisitos que establece la ley y que lo convierte en sujeto activo y pasivo de derechos y obligaciones pudiendo realizar, en lo adelante, todos los actos jurídicos que fueren necesarios o útiles para los fines propios».
Esta decisión se convierte en el afilamiento del cuchillo para la garganta de la democracia, porque por su naturaleza y pensamiento autoritarista, el Nietísimo, con la intención de generar temor a los integrantes de los medios de comunicación anunció el sometimiento de dos de los que se manifestaron en contra del reconocimiento de su organización política, en este caso, Mariasela Álvarez y Pablo McKinney, lo cual evidencia su postura respecto de la libertad de prensa y libre expresión del pensamiento, ambas, figuras indispensables para un estado democrático.
No tardará mucho tiempo en que en ese mismo ejercicio, el Ramfis someta recursos para optar por la Presidencia, e ir allanando el camino y persuadir a posibles seguidores.