
¿Quién te subió…?
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En uno de los mítines finales de campaña electoral del Partido Reformista, en 1986, Corporán de los Santos tomó la palabra y gritó ¿Quién te subió el arrooooz, quién te subió los plátanos, quién te subió…? Y a coro la multitud colorá respondía ¡El PRD!, ¡El PRD!
Hacía apenas ocho años que un poderoso Partido Revolucionario Dominicano, catalizando la rabia, el dolor y el cansancio de la gente provocados por los 12 años de dictadura de Joaquín Balaguer, había desplazado del poder al viejo caudillo.
Para la mayoría de quienes le votaron en contra era impensable creer que un «muerto político» como Balaguer pudiera regresar, y menos cuando las lágrimas todavía humedecían el rostro enlutado de tantas madres, novias, viudas y huéfanos.
Pero ahí estaba el viejo Corpo gritando a todo pulmón ¿Quién te subió…? Y la gente con su contundente respuesta: ¡El PRD!
Poco importaban ya los avances en materia de libertad y democratización de los gobiernos perredeístas de Antonio Guzmán y Jorge Blanco. Ni las cada vez menos concurridas marchas de familiares de desaparecidos y asesinados de los 12 años.
Lo que sí pesaba, y mucho, era el encarecimiento de los alimentos básicos que se habían producido, sobre todo entre 1984 y 1986; era cómo el precio de la canasta familiar se había disparado sin límites. La gente no come cuentos cuando se trata de un gobierno que no ha podido controlar los precios de los alimentos. El estómago decide el voto, no el cerebro, porque, como decía Pascual, un viejo vecino de mi campo, «el mal comío no piensa, y si piensa e’pa fracasar».
La gestión del presidente Luis Abinader y el Partido Revolucionario Moderno exhibe importantes logros en el manejo de una pandemia que ha afectado drásticamente a la mayoría de los países del mundo. Ha mantenido la estabilidad cambiaria y el crecimiento económico; positivo también la persecución de la corrupción administrativa, el crecimiento del turismo y otras áreas de mucha importancia.
Pero a mitad de camino, su mayor reto es detener el incremento sostenido de los precios de los alimentos básicos, bajar el precio de la comida. De lo contrario, en un año volveremos a escuchar a la oposición gritar «¿Quién te subió…?». Y eso pesará mucho a la hora de votar.