
¿Qué pasa con Abel?
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Desde hace meses se nota un rezago en la campaña del candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
La baja se empieza a notar, y a provocar toda clase de rumores, tanto a lo interno como en las redes sociales.
La pasada encuesta Gallup-RCC Media coloca al candidato morado en tercer lugar, con un preocupante 19,9%, detrás de su excompañero Leonel Fernández, que pareciera afianzarse en la segunda posición, con un envidiable 27,9 por ciento.
Cuando una encuesta no es favorable al candidato, lo que manda el librito es reaccionar con fuerza, mostrar músculos, duplicar esfuerzo y tanto en las calles como en la estrategia de comunicación, hacer lo posible por revertir, o cuando menos, atenuar los resultados que se le adjudica.
Sin embargo, no es lo que se ha notado en el caso de Abel. A lo sumo, igual que Leonel Fernández, se han limitado a intentar desmeritar la encuestadora, un jueguito conocido, pero poco eficiente, especiamente en el caso del candidato peledeísta, que tras se escogido como precandidato presidencial del PLD se dio a la tarea de posicionar un liderazago labrado en una bien ponderada gestión al frente de la importante alcaldía de Santiago, pero que poco a poco parece irse desinflando.
De hecho, la encuesta Gallup-RCC Media no solo lo coloca en tercer lugar, sino que revela una tasa de rechazo de un 20,7%, detrás Luis Abinader con 26.6% y Leonel Fernández, que alcanza el mayor nivel de rechazo, con 37.3%.
Para un candidato que a mitad de camino hacia las elecciones muestra signos de depresión, las posibilidades de repunte pasan por cosas propias de los milagros. No será el caso de Abel, todavía. Pero de continuar el panorama que se percibe, en poco tiempo se afianzará en la percepción del electorada la idea de que es un candidato de tercera, importante solo en segunda vuelta, si la hubiera, pues tanto desde las vocerías del gobernante PRM, como de la Fuerza del Pueblo, no solo se habla de ganar, sino de hacerlo en primera vuelta.
El mismo candidato presidencial del PLD ha reconocido «la lentitud con que marcha» su proyecto presidencial hacia los comicios del próximo 2024, atribuyéndole responsabilidad a su equipo y a los voceros de esa organización que no comunican las actividades que realiza ni sus recorridos.
La situación de la campaña de Abel, marcada desde el principio por el abandono del partido de numerosos e importantes dirigentes de su organización, especialmente de Santiago de los Caballeros y cercanías, ha llegado incluso al punto en que algunas voces sugieren su renuncia, mientras otros consideran que debía llegar a un acuerdo con su otrora compañero Leonel Fernández.
Suele escucharse siempre la frase de que «aún queda mucho camino por recorrer» hasta las elecciones del próximo año. Pero el tiempo vuela, especialmente en política. Un descuido y de pronto a cualquiera se le puede hacer «tarde para ablandar habichuelas».
Crece a lo interno del PLD la idea de, como dice la vieja Fefa en un pimentoso merengue, «o te menea, o te apea». Y eso si es peligroso para una candidatura en construcción.
De cualquier manera, Abel es un hombre que no se amilana ante retos y ha demostrado capacidad de trabajo, y de maniobra. Toca esperar en las siguientes semanas una reacción, un cambio de estrategia, acciones contundentes para provocar el repunte de la candidatura. Las encuestas se están cosiendo, y que en ls próximas encuestas no se revele una mejoría, y en cambio se mantenga la tendencia, sería muy desfavorable para el activo alcalde de Santiago y aspirante presidencial.