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Hay momentos en que sobran las palabras cuando las desgracias acechan en cualquier sociedad. Nadie está exento de nada y los cambios climatológicos forman parte de la vida de todos, aunque muchos aún no quieran entender. Nos atacó un ciclón tropical casi fuera del tiempo «reglamentario» de temporada ciclónica para una gran parte del Caribe. Con todo y aviso de la oficina de meteorología el golpe fue duro y aún cuesta encontrar palabras que alivien el dolor de las pérdidas humanas en todo el país.
La lluvia que cayó desde el pasado viernes fue intensa y la del sábado aún más dejando fatales resultados. Desde la ONAMET, Oficina Nacional de Meteorología, dijeron que se registraron acumulados de lluvia de 431 milímetros, cifra histórica según las autoridades. Según Gloria Ceballos, quien desde inicios de semana advirtió en distintos programas de que se producirían fuertes lluvias por ese fenómeno atmosférico inesperado debido al cambio climático y llamó a la población a estar alerta.
Con lo que no contaba nadie era que la fuerza de ese torrencial lluvioso provocaría que una de las paredes del túnel de la avenida 27 de Febrero con Máximo Gómez, se precipitara y cayera encima de varios vehículos que en ese momento circulaban por la vía, aplastando hasta la muerte a sus ocupantes. Terrible, desgarrador. Eso sumado a la denuncia que, desde hace años, específicamente en el año 1999 fue emitida por el ingeniero Osiris de León sobre el muro, pero del otro lado del túnel y el nulo mantenimiento a las obras de infraestructura en el país.
Y caemos en lo mismo de siempre: somos un país que demuestra su debilidad desde que nos ocurre un desastre climatológico, de tránsito, institucional y más… Al ocurrir estas terribles muertes en el túnel las autoridades llegaron al lugar de los hechos para sacar a las personas de sus vehículos y levantar el paramento noroeste para que el agua que en la calle. Es la fuerza del agua que busca la manera de cómo salir de cualquier lugar. Ley de la naturaleza.
En ese sentido, como he dicho en artículos anteriores esto que hemos visto en el país continuará y de peor manera. El clima cambió, los fenómenos de la naturaleza y climatológicos ya no son lo mismo, como consecuencia del cambio climático y del calentamiento global que desde hace años se habla, pero que los gobiernos antes y ahora, no han diseñado seriamente políticas medio ambientales y de mantenimientos de estructuras que pueda medianamente paliar estos cambios que se vive en cada país del mundo. Lo dicen los expertos, no lo digo yo, pero seguimos sin hacer caso.
El ingeniero Osiris de León, conocedor y experto en estas lides desde lo ocurrido no ha parado solo momento de explicar lo sucedido a través de los medios de comunicación y de las redes sociales: «Se debe tener aquí capacidad de drenaje, hay que reconstruir el muro con un diseño acorde a la presión que recibirá en el futuro debido a la presión del agua que entra del subsuelo. En aquel momento (año 1999), se entendió que no era demoler el muro sino devolverlo, enderezarlo y se ancló con un perno. Aquí intervino el CODIA. Ellos sugirieron en aquel momento que lo mejor para la seguridad del conductor es que sea demolido y se hiciera bajo otro criterio técnico. Lo que siempre se temía, ocurrió».
Así mismo, añadió «es tiempo de que revisemos los pasos a desnivel del todo el país desde el punto de vista de su integridad estructural, de su operatividad, bajo condiciones extremas de lluvias. Estas situaciones deben esperarse con más frecuencia, es el cambio climático. Es más, serán peores que lo visto por todos hasta ahora».
El gobierno dominicano declaró tres días de duelo en señal de respeto y solidaridad con las víctimas y se suspendió la docencia en las escuelas públicas.