Políticas públicas versus acciones reactivas
Comparte Este Artículo
El pasado 19 de octubre, el Gobierno dominicano anunció una serie de medidas para mitigar los efectos del dengue en el país. En ese momento las autoridades daban cuenta de 12,991 casos de la enfermedad y un saldo de 11 fallecidos. Dichas acciones reactivas podrían ser efectivas y contener al mosquito que transmite el virus, no obstante, la situación retrata en cuerpo entero las fallas de las políticas públicas.
Aunque existe la formulación y aprobación de políticas públicas en materia de salud, para que la ejecución tenga éxito requiere la participación de profesionales y técnicos debidamente preparados, capaces, competentes y activos.
Una falta de información oportuna de las autoridades dejaron ver al dengue como desafiante de la capacidad del sistema de salud. Y aunque aseguran la transparencia de datos que ofrecen sobre esta y otras enfermedades y llamaron a la población a no alarmarse y acudir al servicio médico desde que se presenten fiebre para evitar casos graves. Esta ausencia explicativa lo hizo ver sin planificación.
Salud Pública junto a la Defensa Civil y otras instituciones desarrollaron desde hace meses jornadas de fumigación y orientación ciudadana en todo el país para evitar la propagación de la enfermedad, sin embargo, no fue hasta la reunión de emergencia convocada por el presidente de la República Luis Abinader –creó el Gabinete de Acción contra el Dengue– para hacerle frente al brote cuando la población sintió la atención del Estado dominicano a esta alarmante situación.
Y aunque la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud, advirtieron los brotes que ocurren de manera cíclica cada 3 a 5 años. Precisaron que para este año 2023, entre la Semana Epidemiológica (SE) 1 y la 35, se notificaron 3,407,921 casos de dengue y los países con casos más graves: Brasil con 1,396 casos, Colombia con 1,071, Perú con 916 (a la SE 32), Bolivia con 612 y México con 443 casos. Como se ve el país no registra estas estadísticas de criticidad.
Asimismo, el informe explicó que las condiciones climáticas registradas en RD, calor, lluvias y agua almacenada de manera incorrecta, favorecen la reproducción de las larvas del mosquito y aumento de casos. Para la región de las Américas los reportes experimentan un aumento significativo en las estadísticas publicadas, aunque detallan que el dengue está en un periodo de repunte a nivel internacional, la República Dominicana en estos momentos experimenta uno de los mejores indicadores de la región.
Estos datos aunque reflejan que el país se mantiene entre los lugares de menos casos reportados en referencia a otros países, le hizo falta a Salud Pública mayor integración social y desarrollar campañas educativas e informativas mediáticas que dejaran ver la acciones desarrolladas para combatir el dengue desde ese ministerio.
Estas autoridades, cuentan con esta información y recursos suficientes para planificar mejor e informar adecuadamente a la población. No obstante, operativos reactivos dejan ver una falta de planificación y cero observancias de políticas públicas que den respuesta a la sociedad, en un tema de vital importancia como la salud.
Otros aspectos que pudo evitar Salud Pública fue la politización del tema y que el presidente tome las riendas; Perspectiva que presenta al Gobierno como reactivo.
Es bueno recordar, que ante situaciones de crisis, la falta de control de funcionarios es algo que carga Abinader desde que inició su mandato, puede atribuirse a que tiene profesionales pasivos o temerosos, lo que le obliga a tomar medidas extraordinarias y ponerse él o su vicepresidenta al frente para intervenir; una muestra de falta de planificación.
Un hecho recurrente en más de uno de los ministerios o direcciones del actual Gobierno, el presidente siempre sale a salvar la situación, aspecto que –quizás– ayuda en su popularidad, pero genera el desconsuelo de la gente que exige de sus autoridades más actuación y menos reacción.
Es importante que cada cartera tenga clara sus funciones. La responsabilidad de Salud Pública es la vigilancia epidemiológica, la promoción y enfrentar los problemas de salud sin escatimar esfuerzos en las acciones preventivas, ya que está bajo su compromiso informar, educar para evitar la politización y alarma de la población ante cualquier enfermedad.