Necesitamos mejores políticos, menos candidatos inorgánicos
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He venido escuchando a diferentes consultores, de distintas latitudes, alzar su voz para volcar el centro de las propuestas de candidatos y programas de gobierno en las necesidades de los ciudadanos, en construir ofertas con la intención de cumplir con la promesa de campaña y en la vuelta a gestionar la proyección y posicionamiento de estos perfiles con más enfoque de la comunicación política, disminuyendo los recursos del marketing político que pueden orientarse más a crear un producto inorgánico.
En el recién realizado XV Congreso Iberoamericano de Comunicación Política, efectuado en la Universidad Autónoma de Santo Domingo esta postura fue un elemento transversal en varias de las conferencias presentadas. Por ejemplo, Ezequiel Parolari, consultor político, especialista en comunicación política y de Gobierno denominó su presentación Más Política «porque necesitamos mejores políticos y mucha más política», argumentaba.
La esencia de este llamado está en fortalecer los lineamientos de desarrollo de las naciones, las democracias y el sistema de partidos, aportando desde la cuota de incidencia que tiene el consultor a construir propuestas de candidatos que sean orgánicos, para que con su cumplimiento devuelvan la confianza a los ciudadanos.
Desde este enfoque el consultor debe aplicar más la ética y el sentido de compromiso para incidir en que los candidatos sean perfiles más reales, que los liderazgos puedan ser orientados a edificar propuestas apegadas a la realidad y con responsabilidad.
He escuchado a distintos consultores, consejeros de aspirantes con diferentes ideologías lanzar la voz de alerta respecto a que se debe volver a diseñar e impulsar candidaturas sólidas, no personajes huecos, que mienten socavando el ecosistema en el que accionan, y con ello ponen en peligro hasta la estabilidad social y económica de esas naciones.
Sobre ese particular, el mexicano Gabriel Díaz, en su conferencia «15 claves para armar el equipo de campaña» recomendó que el electo debe cumplir lo que promete. Enfatizó en el retorno a la humanización en la actuación de candidatos y consultores, y precisó que el aspirante no es la causa, asumir que no debe ser el protagonista de la función pública.
En definitiva, hay una corriente importante de consultores preocupados en que el escenario político se pueda constituir con políticos poseedores de liderazgo y deseo auténtico de gestionar política, y que el sistema se empeñe en construir menos show y estrategia de marketing para desplazar a los candidatos de la farsa.