
La táctica no es el silencio
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Es cierto que en comunicación estratégica la administración del silencio es un arma táctica, y que mantenerlo en momentos es la mejor respuesta, también hay que saber cuándo soltarlo y acudir a la expresión como instrumento de confrontación y generación del contrapeso de la información que se ha servido. Tal es el caso del intento de oprobio a la memoria de las hermanas Mirabal, Patria, Minerva y María Teresa.
Para el 25 de noviembre, fecha en que se conmemora el asesinato de Las Mariposas, seudónimo con el que eran conocidas las tres mujeres inmortalizadas por su postura en defensa de la libertad, tuvieron un ataque a su imagen como ícono universal de la lucha por la no violencia, y ante la agresión muchos manifestaron que la postura debió ser el silencio ante la intención de quien produjo el mensaje de opacarlas en la fecha emblemática, y así no otorgarle el trofeo que afanosamente buscaba.
Esta reflexión es lógica y debe ser tomada en cuenta, sin embargo, entiendo que hay que responder.
Desde el punto de vista de la comunicación política es evidente que la acción fue pensada, articulada para que tuviera impacto un día como el del aniversario de sus muertes, que creara conmoción y, en el mar de reflexiones, incluso las más puras en favor de la libertad de expresión, se pudiera colocar el discurso del odio y la confrontación contra la ideología de respeto a los derechos humanos que promovían.
Fue un ataque de sus contrarios ideológicos, a través de alguien que puede parecer la parte más superficial de la cadena. Esto aunado al momentum elegido, la persona seleccionada y la intención de instaurar un cuestionamiento a ellas como referentes, representa un escenario más de la lucha del conservadurismo contra el progresismo.
En comunicación política los mensajes y los instrumentos transmedia son partes fundamentales de la caja de herramientas estratégicas, y en este caso fueron utilizadas por los artífices del pronunciamiento de una encomendera, por lo que quienes se identifican con la garantía de derechos, que están en contra del sicariato moral a los héroes y referentes positivos de la identidad dominicana sí deben pronunciarse, también articular e incidir para que enseñen los colmillos a nivel comunicacional y echen la batalla donde fueron retados.