
Luis Abinader: «Crisis haitiana amenaza seguridad nacional de RD»
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Con el desarrollo del discurso del presidente Luis Abinader ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), República Dominicana lanzó un grito de auxilio en procura de generar una alianza con los países miembros de la entidad, a que le colaboren en afrontar la crisis política, económica y social que afecta a Haití, y de este modo, las consecuencias derivadas de ésta que impactan negativamente a la nación dominicana, y representa una amenaza para la seguridad nacional y de la región.
Al mandatario dominicano le ha tocado gobernar en un contexto que obliga a ejercitar las habilidades políticas desde la directriz de la Presidencia, puesto que se inauguró en medio de una pandemia global como la del Covid 19; acompañado de una crisis económica producto de la situación internacional generada por la guerra de Rusia contra Ucrania y la secuelas como efecto del cambio climático. Esto constituye un cóctel para desarrollar el olfato y músculo de un estadista.
A esto se ha sumado que ha debido continuar con el fortalecimiento del relacionamiento de República Dominicana y su presencia en los espacios de incidencia regionales, por lo que a dos años de haber asumido como mandatario ya ha llevado a escena sendos discursos ante las Naciones Unidas (22 septiembre 2021) y la OEA (18 septiembre 2022), respectivamente. En ambas ocasiones el mensaje clave fue solicitar urgentemente la intervención de los países que conforman el sistema para buscar soluciones que mejoren la situación crítica de Haití, y por ende, lo que representa para el Estado dominicano al compartir la misma isla.
El país tiene presencia y cuotas de decisión en diferentes organismos y sistemas regionales, pero los mandatarios dominicanos deben continuar arraigando su incidencia deliberativa para obtener porcentajes de poder que le permitan influir en iniciativas globales que les beneficien, y ése se convierte en un reto más para el actual gobernante.
Grito de auxilio: amenaza la seguridad nacional y regional
En el salón Las Américas de la OEA, el mandatario fue enfático, al punto de subrayar que estaba repitiendo por segunda vez el pedido ante la comunidad internacional para implementar un plan de acción en Haití, exclamando al momento de su alocución que «la crisis que desborda las fronteras de Haití es una amenaza para la seguridad nacional de República Dominicana».
Además, aprovechó la oportunidad para colocar el mensaje clave de que el gobierno implementará las acciones necesarias para garantizar la paz y la seguridad a los residentes en la parte este de la isla, o sea, sus compatriotas.

En un discurso eminentemente político, previo a adentrarse en su exposición, aprovechó el inusual escenario para presentar los logros obtenidos durante sus dos años de mandato gubernamental, y hasta compartió con sus colegas las felicitaciones recibidas a propósito del manejo de la crisis de la Covid-19.
Y en un nuevo intento por concienciar a los mandatarios reunidos en la sesión, Luis Abinader les reiteró que la situación haitiana no sólo constituye una problemática para República Dominicana, sino que el riesgo se expande a la región, exclamando el presidente que «los efectos de la crisis multidimensional en ese país desbordan nuestra capacidad individual y constituyen una amenaza a la estabilidad y a la seguridad de toda la región».
En el desarrollo del contenido discursivo, Abinader inició con la parte más impactante: la seguridad, la economía y la crisis social, elementos que se irradian a su país y a los geográficamente más cercanos. Por eso, dio inicio al detalle de la situación evidenciando el riesgo que representan las bandas armadas, que actualmente controlan parte del territorio de ese país, llegado el momento en que intenten incursionar a suelo dominicano, situación que afectaría la estabilidad y la integridad nacional.
Estructura técnica del discurso
El discurso, que contó con 1630 palabras, tuvo una estructura que empieza con la introducción, es decir, lo más importante al inicio, luego un desarrollo compuesto por las contextualizaciones y descripción de la problemática. Después de esto pasó al desenlace o final, volviendo a recalcar el mensaje clave que necesitaba colocar en la recordación de su audiencia: que el gobierno de su país hará cuanto fuere necesario para garantizar la seguridad de sus ciudadanos, y la intención de colaborar con la estabilidad y la paz regional. Su disertación fue escrita en prosa clara, breve y precisa, pero con el nivel y los aspectos protocolares correspondientes al momento y a la concurrencia.
Asimismo, les recordó a sus homólogos que respecto de la iniciativa en materia de seguridad, su país ya había dado pasos concretos con algunas actuaciones como el inicio de la verja perimetral, de modo que se blinde un poco el territorio dominicano.
Rol de la OEA en fortalecimiento institucional de Haití
En el contexto propositivo de su discurso Abinader llamó oficialmente a la organización y a su secretario general, a que accionen en lo relativo a las funciones que le confiere la resolución número 2645 del 15 de julio de 2022, y en lo relativo a generar un espacio articulado por las naciones miembros para que colaboren con el fortalecimiento de los estados a nivel democrático.
En el contexto de su proposición el gobernante jugó su rol como miembro del organismo al denunciar la situación y a la vez, utilizar su turno para motivar la cooperación a favor del vecino estado, recordando al Consejo que en diferentes ocasiones el gobierno de Haití había requerido colaboración internacional para fortalecer su infraestructura, especialmente en materia de comunicación vial y territorial.
Este aspecto representa una gran vulnerabilidad para el Estado haitiano, la que es aprovechada por las diferentes bandas criminales que mantienen el caos en sectores de su territorio.

Responsabilidad de la OEA sobre el control de armas
El presidente Abinader se empoderó de su turno y, conforme a la cita de articulados, le recordó al Consejo de la OEA su función de proporcionar asistencia en la «creación de mecanismos y capacidades relativas al control de armas y municiones que llegan a manos de las organizaciones criminales. Este tema es crítico y se encuentra entre los párrafos operativos de la resolución 2645 del consejo de seguridad de la ONU». Es decir, el líder dominicano hizo la tarea concerniente a la visión estratégica a implementar y les presentó las posibles soluciones en función de los deberes de la organización.
Coordinación interagencial
El Presidente dominicano recomienda la gestión de la OEA ante la ONU para la creación de un mecanismo orientado a la capacitación de la policía haitiana en materia de control y dotarla de habilidades para el manejo de la fuerza pública, lo cual beneficiaría también a RD, puesto que tendrían mayores capacidades para lidiar con los conflictos sociales y que sus responsables no crucen al lado dominicano.
Para Abinader es prioritario que esa cooperación entre organismos pueda enfocarse en crear el escenario para la convocatoria a un proceso eleccionario; asimismo que se dote a la población haitiana de registro civil, y así restablecer en el proceso democrático de esa nación.
Cooperación internacional
Fue insistente en que los países deben aunar esfuerzos para crear un fondo de cooperación para ayudar a solventar la crisis actual en Haití, mientras aprovechó el mismo tramo narrativo para reconocer el apoyo de Estados Unidos Mexicanos y Brasil, con una «participación entusiasta y decidida» en esa dirección.
Ya en el trayecto de la parte final de su alocución, fue enfático al destacar el rol jugado por el secretario general de la OEA, Luis Almagro y el de algunos países que han colaborado con apoyo logístico y económico con la vecina nación en diferentes momentos difíciles, como el terremoto de 2010.
Para Abinader, ¿qué debe hacer la OEA?
Desde la visión del Presidente Luis Abinader, la institución debe trabajar diseñando un plan de acción para enfrentar la situación haitiana de manera conjunta.
De su planteamiento se desprende la propuesta de que la Asamblea General de la OEA produzca un enlace para el intercambio fluido con el gobierno haitiano, la Organización de las Naciones Unidas, y quienes deseen cooperar.
Entiende que la responsabilidad de la propuesta para resolver la crisis debe venir del seno de su país, pero reconoce que no hay condiciones ni muestras de entendimiento entre los diferentes sectores que deben propiciarlo. En el momento en que reconocía el liderazgo como sistema a la OEA también abogó por los trabajos para transformarla, o sea, que se actualice su visión en el tiempo.
Concluyendo su discurso Abinader le pasó la antorcha a la organización interamericana recordando que su país siempre ha colaborado y aportado para lograr cambios favorables en materia de seguridad, estabilidad y paz de la región, pero recordó al organismo que sus fuerzas no son suficientes para afrontar la dificultad haitiana, y que el país continuará «aportando, dialogando por un continente en paz, más justo, inclusivo y solidario», pero que es un problema de la regional.