
Impacto moral en la imagen
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La controversia generada por el supuesto beso entre Jill Biden y Doug Emhoff demostró el impacto de lo moral y los valores establecidos en la imagen, tanto que, opacó la atención del mensaje clave, por lo menos de aquellos quienes más que el discurso, buscan las controversias que se generan en los entornos de poder. El supuesto beso entre la Primera Dama de los Estados Unidos de Norteamérica, y el esposo de la vicepresidenta Kamala Harris durante el discurso del Estado de la Unión, desarrollado por el presidente Joe Biden ante el Congreso causó revuelo.
Aún se mantiene la discusión de si fue una ilusión óptica, coincidencia desafortunada o una acción delibera de besarse por el trato cercano, lo real es el impacto generado por un posible saludo, sentenciado, debido a los y principios proyectados por las marcas de los involucrados, personas casadas con la primera y la segunda persona más influyentes del país, con costumbres religiosas no compatibles con actos que pudieran estar en contra de las normas del matrimonio.
Ahí es donde entra en juego el daño de la imagen, porque para muchos el supuesto beso fue lo que captó su atención, y ni se enteraron del repaso que hizo el mandatario respecto de las medidas socioeconómicas asumidas para contrarrestar los efectos de la crisis económica originada por la Covid 19 y la guerra de Rusia y Ucrania.
El discurso del Estado de la Unión es un espacio de un peso político demasiado incidente para los poderes políticos y la institucionalidad norteamericana, donde Biden exhibió lo realizado por su administración para que los residentes de su país tuvieran cómo amortiguar el impacto de la crisis, empero, el efecto se vio eclipsado porque una parte de las masas no piensa en indicadores, sino con los paradigmas morales y culturales.
La vicepresidenta hizo lo que se denomina puenteo en oratoria política, cuando un periodista le preguntó por lo acontecido, respondió como si se le hubiera entrevistado respecto de las labores sociales efectuadas por su esposo, pero de seguro los asesores de las figuras han medido el impacto del hecho, y el daño en imagen para los involucrados.