Gregorio Urbano Gilbert: Héroe Nacional y ejemplo de solidaridad internacional
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Este 29 de noviembre del 2023 se cumplen 53 años del fallecimiento del Héroe Nacional y ejemplo de solidaridad internacional, Gregorio Urbano Gilbert.
Por muchos años, Gilbert fue un gran olvidado de la nación. A pesar de ser un patriota, de ser el único dominicano que tiene el privilegio de haber combatido de manera firme y militante las dos intervenciones militares de Estados Unidos, en 1916 y 1965, nunca en vida se le rindieron los honores de lugar ni su figura logró ser valorada por la sociedad.
La figura de Gilbert fue reivindicada luego que en el 2019 nuestro canal de televisión Señales TV produjera el documental Gilbert, héroe de dos pueblos y con el mismo se iniciara un movimiento en la sociedad para rescatar la imagen de ese gran patriota. A partir del documental, logramos que en el año 2019 el Congreso Nacional lo declarara Héroe Nacional, que se designara el 10 de enero como Día Nacional de Gilbert y que al puerto de San Pedro de Macorís, lugar donde él enfrentó las tropas invasoras de 1916, se le colocará su nombre.
En ese momento, sólo nos faltó lograr que sus restos fueran trasladados al Panteón de la Patria, lugar donde siempre debieron estar. Eso se logró el 25 de mayo del 2021, con un hermoso acto realizado con una caminata desde el Museo de la Resistencia, con parada en la Fortaleza Ozama, hasta dejar colocados los restos de Gilbert en el Panteón de la Patria, justo al lado donde reposan los del coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez y está el nicho donde se depositarán los restos del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Como un justo homenaje a Gilbert en este 53 aniversario de su partida física, quiero dejar a los lectores de País Político un resumen de las palabras que pronuncié en el acto realizado en la Fortaleza Ozama al momento de llevar los restos de Gilbert al Panteón de la Patria.
trasladan los restos del Héroe Nacional, Gregorio Urbano Gilbert, hasta la augusta sala del Panteón de la Patria, estamos saldando una deuda histórica.
Gregorio Urbano Gilbert durante mucho tiempo fue un gran olvidado en la sociedad dominicana. Nunca, hasta ahora, se le había reconocido su gran aporte a la defensa de la patria dominicana. Nunca, hasta ahora, se le había rendido el tributo que merecen los hombres y mujeres que entregan toda su vida para defender la libertad y la soberanía nacional.
Cuando Gilbert falleció, el 29 de noviembre del 1970, a su entierro asistieron pocas personas. El gobierno de entonces, ni siquiera se dignó en enviar una delegación oficial. No se le rindieron honores especiales. Solo estuvieron presentes su familia, algunos historiadores, escasos profesores universitarios, y varios líderes y militantes de la izquierda revolucionaria de ese momento.
Fue enterrado en el cementerio nacional de la avenida Máximo Gómez, pero muy pocos visitaban su tumba o sabían que él estaba allí. Hasta el punto de que la única lápida que tenía su tumba, se la había colocado el gobierno de Nicaragua, y no el gobierno dominicano. Pero a partir de febrero del 2019, por el documental realizado sobre su vida, las cosas cambiaron con la figura y el ejemplo del Héroe Nacional.
Este traslado es un acto de justicia y valoración de la real dimensión de Gregorio Urbano Gilbert. Gilbert es un ejemplo y un estímulo para todos los que amamos la patria fundada por Juan Pablo Duarte.
Un sinónimo de patriotismo
Gilbert es sinónimo de patriotismo y defensa sin tregua de la dominicanidad. Cuando el ejército de los Estados Unidos, en 1916, manchó la soberanía nacional con una infame intervención, ahí estuvo Gilbert combatiéndola. Cuando las tropas estadounidenses invasoras desembarcaron por el puerto de San Pedro de Macorís, el 10 de enero de 1917, Gilbert los enfrentó. Solo. Con un sencillo revolver y con el corazón lleno de amor a la patria.
En ese momento, tenía tan solo 17 años de edad. Cuando en el este del país se formó el movimiento patriótico para enfrentar esa intervención de 1916, y que ha sido llamado injustamente como «Los Gavilleros», ahí estuvo Gilbert, luchando en el campo de batalla como el que más, lleno de amor por la patria. Cuando fue apresado por las tropas estadounidenses interventoras, torturado salvajemente y condenado a pena de muerte, nunca se arrepintió de haber defendido la patria.
En ese momento, cuando un sargento de las indignas tropas invasoras le ofreció un rango militar para que traicionara a su patria, con toda la dignidad de un patriota les dijo:
«Oiga bien, invasor yanqui, por mi cerebro nunca ha pasado la idea de ser colaborador, sin importar la forma, de los enemigos de mi patria. Yo no soy un traidor…»
Gilbert fue maltratado y golpeado de forma salvaje por los invasores estadounidenses de 1916. Se le hizo un juicio irregular y fue condenado a morir en la horca. Pero, por gestiones del sacerdote Rafael Castellanos, cura párroco de Puerto Plata, y de su propio hermano José, se le cambió la pena de muerte por cadena perpetua. Fue confinado en una de las peores celdas de esta misma fortaleza Ozama, que hoy lo recibe en condiciones muy diferentes.
En las ergástulas de la Fortaleza Ozama, Gilbert estuvo preso y torturado, por un tiempo de «cuatro años, ocho meses y 28 días». El 2 de noviembre de 1922, fue indultado y liberado, fruto también de los esfuerzos del Padre Castellanos y de su hermano José.
Al ser liberado, y viendo que su pueblo todavía estaba intervenido por tropas extranjeras, Gilbert encaminó su compromiso patrio hacia Nicaragua. Se integró al ejército del general de hombres libres, Augusto César Sandino, en su lucha en contra de la intervención militar de Estados Unidos a Nicaragua en 1927.
Patriota que enfrentó las dos invasiones de Estados Unidos
Cuando nuevamente en 1965, las tropas militares estadounidenses intervinieron nuestro país y mancillaron por segunda vez la soberanía nacional, ahí estuvo Gilbert, al lado del pueblo dominicano, junto con el coronel Caamaño y las tropas constitucionalistas, defendiendo el honor y la dignidad nacional. En ese momento, tenía 66 años de edad, estaba enfermo, pero nada le impidió responder el llamado de la patria, igual que cuando tenía solo 17 años. Gilbert tienen el honroso récord de ser el único patriota, que ha enfrentado y luchado en contra de las dos intervenciones militares de los Estados Unidos a nuestra nación, la de 1916 y la de 1965.
Es un verdadero ejemplo para las presentes y futuras generaciones. Los jóvenes de hoy deben beber en las fuentes del ejemplo y la entrega de Gilbert, en su profundo amor a la patria, en su entrega por un ideal sin pedir nada a cambio, en su honestidad, en su espíritu solidario internacional y su firme defensa de la soberanía de los pueblos de América Latina.
Gilbert es un modelo y un referente para la juventud y los líderes dominicanos de este tiempo. Con este acto de traslado de los restos de Gilbert al lugar donde siempre debieron estar, se hace justicia y se confirma lo que dice la Biblia en el Salmos 112:6: «El justo siempre será recordado».