Ganar elecciones segmentando al elector
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Los hábitos de consumo de los electores se modifican constantemente, y la información política que consumían varía de acuerdo a los distintos públicos, no sólo en su uso, sino también en los medios de comunicación manejados para informarse; lo que hace nueve meses o cuatro años era práctico, no necesariamente te funciona hoy, al margen de que no todos los votantes tienen el mismo objetivo. Una buena estrategia de campaña política busca posicionar al candidato o al partido político en el mercado electoral; de ahí que cada campaña política es única, no se repite, no debe ser igual a otras pasadas y mucho menos puede parecerse a los demás candidatos.
Conocer y comprender a los votantes es importante en una estrategia. Para hacer esto, es preciso segmentarlos según su psicología y definir su personalidad de acuerdo a sus intereses, preferencias, valores, edad, género, lugar donde viven, situación económica y uso de sus redes sociales. Este aspecto último incluye las actividades que hace en el sitio web, lo que visita, lo que le gusta y el tiempo que dedican. Así, se preparan mensajes personalizados y bien dirigidos para atraer la atención del público meta.
También se hace esta segmentación para usar en momento de campaña electoral y durante el desarrollo de la legislatura, a fin de que la aplicación de la estrategia tenga el éxito deseado. Analizar todo lo que engloba la fragmentación del público es usado, no solo, en el universo de los negocios, sino además, en el mundo político, como una herramienta del marketing político que ayuda a alcanzar los objetivos de las campañas electorales, y permite conocer, clasificar, dirigir el mensaje y difundir de manera tal que llegue correctamente a través de los medios personales: correo electrónico, llamadas telefónicas, WhatsApp y mensajes de casa en casa o generales: redes sociales y medios masivos de comunicación, entre otros que son más usados por las personas.
Buscar los votos requiere fragmentar el mercado electoral, para que el partido cautive al target que necesita llegar. Dividir ese público objetivo en grupos que tengan algo en común y de su interés permitirá al candidato preparar el escenario, contactos y alianzas donde él pueda usar datos y discurso común al territorio y colectivo electoral; permitiendo que se hable del problema y soluciones que este vive a su alrededor. Utilizando los instrumentos comunicacionales, las tareas de campaña y la difusión, también realizará estrategias personalizadas, enfocadas y más provechosas para la captación del posible electorado.
Una forma de llegar al ciudadano es conociendo el padrón de electores, cómo está estructurado, cantidad de personas, edades y zona que concentra la mayor cantidad de votantes para que el partido dirija de forma eficiente su campaña electoral. Para los comicios presidenciales y congresuales de mayo de 2024, República Dominicana tiene un registro que cuenta con 8,145,548 electores; dividido en 7,281,763 inscritos en el territorio nacional y 863,785 suscritos en el exterior.
Estos datos ofrecidos por la Junta Central Electoral están segmentados de la siguiente forma: 3,969,183 hombres, para ocupar el 49 %, y 4,176,365 mujeres para un porcentaje del 51%; en edades comprendidas entre 18 a 86 años: de 18 a 25, 1,275,971; entre 26 y 35, 1,788,839; de 36 a 45, 1,530,651; de 46 a 55, 1,359,572; de 56 a 65, 1,097,705 ; de 66 a 75, 667,618; 76 a los 85, 305,514 y de 86 en adelante 119,678 votantes.
Los partidos y candidatos persiguen estimular el corazón y mente del votante para que le depositen su confianza en las urnas el día de las elecciones; diseñar una estrategia electoral eficiente, que se enfoca en el acercamiento con el electorado para ofrecer el programa de trabajo y presentar soluciones a sus necesidades es sumamente conveniente.
Para lograr la campaña electoral, se requiere llegar al público, lo cual implica un gran esfuerzo humano y económico. En unas elecciones, los postulantes desempeñan su función de imagen. Se sirve del marketing electoral para presentar el producto, es decir, el candidato, de la manera más atractiva. En consecuencia, la segmentación posibilita la identificación de los votantes y la comunicación oportuna a aquellos que les resulta relevantes y son de su interés común.