En el debate presidencial de ANJE, las candidatas deben ser incluidas
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El debate presidencial que ha posicionado la Asociación de Jóvenes Empresarios (ANJE), es emblemático, y se ha constituido en un verdadero espacio donde los aspirantes a puestos presidenciales, de la sindicatura o congresuales deban mostrar si poseen o no propuestas contundentes como oferta a su electorado, este ha significado un canal de discusión importante para la democracia contemporánea, y sobre todo, un esfuerzo por hacer emerger a los jóvenes para que no los aplaste la tradicional discriminación por edad, y puedan constituirse en relevo experimentado de los puestos públicos de la nación, por tal motivo, sería contraproducente que excluyeran a las dos mujeres aspirantes a la Presidencia del debate electoral próximo, María Teresa Cabrera, Frente Amplio y Virginia Antares, por Opción Democrática.
Parece mentira, como dice la canción, que las mujeres candidatas a la presidencia hayan sido excluidas del debate presidencial organizado por la Asociación de Jóvenes Empresarios, habiendo entre ellas una joven por demás, bajo el alegado de que su reglamento estipula que los aspirantes que deben confrontar sus propuestas son aquellos pertenecientes a los partidos políticos que obtuvieron más de 5 por ciento de los votos del electorado.
Si bien es cierto que esta organización se reserva el derecho de seleccionar a quiénes invita a sus debates, estipulado a través de sus reglamentos, también sería conveniente que sopesaran una medida de excepción, debido a que realmente afecta principios de garantía de derechos por los que ellos han luchado siempre, como la participación sin discriminación de los jóvenes en la política y la posibilidad de activismo de la mujer en el activismo político nacional con equidad.
Con su forma y marca, ANJE se ha manifestado acerca de aspectos que pueden afectar el desarrollo de los ciudadanos en espacios colectivos o privados, desde el acceso a los diferentes mercados productivos, laborales, como sociales, fomentando espacios de discusión y confrontación de las ideas, en la búsqueda de las mejores y más eficientes prácticas para la nación, y a ello es lo que apelan las políticas dirigentes de Frente Amplio y Opción Democrática, porque lo planteado como argumento para participar en el reputado debate se alinea perfectamente con sus principios fundamentalistas y con los propósitos que buscan conseguir al lograr el fortalecimiento de la democracia de la República Dominicana.
¿Para qué un debate?
Un debate electoral es la discusión acerca de los mismos temas de parte de aspirantes a posiciones electivas partiendo de que el electorado, como proceso democrático, debe conocer las diferentes propuestas, contrapuestas discutidas por los candidatos, para que tenga información oportuna que lo lleve a tomar la decisión más acertada acerca de a quién otorgar su voto.
Los debates surgen con el propósito de visibilizar e incidir en que los candidatos estructuren propuestas planificadas, con las cuales puedan impactar realmente a los problemas o desafíos que tienen los territorios a los cuales aspiran dirigir.
Como parte de los antecedentes, diferentes fuentes relatan que se ubican en el siglo XIX, realizándose por el medio masivo de mayor apogeo hasta entonces que era la radio, y que en América, de acuerdo a un documento elaborado y compartido por ANJE, ya cuando apareció la televisión, Brasil tomó la delantera en la presentación de su debate electoral que efectúa el 15 de septiembre, y en Estados Unidos, se lleva a cabo el 26 del mismo mes, convirtiéndose en la emblemática discusión entre Richard Nixon y John F. Kennedy, que se lleva la primacía en ser el televisado, después de la modificación de la Ley de Radiofonía de ese país.
Antecedentes
En los Estados Unidos donde se ha establecido una cultura o forma de debatir para poder exhibir las propuestas de los candidatos, se instauró en 1987 su obligatoriedad, a través de la Comisión de Debates Presidenciales (CDP), y en otros países del continente, propio de los cambios suscitados, pasando por dictaduras, gobiernos democráticos e intermedios entre los dos, la instauración de esta forma de contraponer las ideas no ha podido establecerse con la misma dinámica. La existencia de los debates ha sido el resultado de las luchas permanentes de las mentes con mayor apertura al diálogo, dato encontrando en el documento «El sí y el no en los debates electorales», autoría de ANJE.
A pesar de que hubo un apogeo en la promoción de la realización de debates electorales en Latinoamérica, en el país, desde el año 1998 ANJE inició los esfuerzos propiciando los debates electorales, y para ello, tratando de articular la aceptación de para de los partidos políticos y de los demás sectores incidentes de la sociedad.
Desde finales de los 90 se establece la iniciativa de organizar los debates, pero ya en la década de los 60 se dio el más controversial de la historia política nacional, Reynaldo N. Espinal, articulista del periódico Acento escribe que el debate entre Juan Bosch y el padre Láutico García se produjo “el lunes 17 de diciembre de 1962, a través del programa Actualidades, que dirigía el destacado el periodista Salvador Pittaluga Nivar a través de Radio Santo Domingo Televisión, a las 9: 30 p.m, se realizaría el debate, que muchos analistas políticos y expertos en comunicación calificaron como «el programa del año».
Exclusión de las candidatas del debate presidencial de ANJE
Virginia Antares, candidata el partido Opción Democrática. Es la candidata mujer más joven que aspira a la Presidencia de la República. Goza de un perfil profesional favorable a la solidificación y generación de los planteamientos e ideas políticas. Graduada de comunicadora, es educadora y activista. Becaria Chevening 2010-11 para maestría en Políticas de Medio Ambiente y Desarrollo de la Universidad de Sussex, Reino Unido.
Su reacción
Acerca de la exclusión en el debate de ANJE, Virginia Antares, candidata representando al partido Opción Democrática, apela a que la entidad pueda sopesar la decisión debido a que ha propiciado la iniciativa de establecer los debates como parte de las plataformas de exposición de los planes de gobierno, lo cual saludó, y porque, además, ha realizado estudios para evidenciar los elementos que dificultan la participación de los jóvenes en política.
Antares alega que en el 2020 se le impidió participar en las elecciones a su partido, lo cual fue reconocido posteriormente por el Tribunal Constitucional y la Junta Central Electoral (JCE), y este hecho no los incluye entre los partidos que obtuvieron resultados en los pasados comicios.
La dirigente política destacó, incluso, los datos arrojados por el estudio «El votante joven dominicano», realizado por la organización, publicado en 2023, «que indica que las mujeres jóvenes son el grupo más amplio de votantes, con casi un 19 % y son también el grupo más insatisfecho con la democracia, por lo que el informe recomienda deben ser consideradas como una población prioritaria», de acuerdo a una publicación del periódico Diario Libre.
María Teresa Cabrera
Experta en Educación, es expresidente de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), dirigente política de larga trayectoria, y una activista en temas como el 4 por ciento para la Educación y la Marcha Verde. Es graduada en licenciatura en Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), además posee una maestría en Desarrollo Humano y Sostenible del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).
Su reacción
Respecto del debate de ANJE, le dijo a Diario Libre que «me parece que es válido la idea del debate, de conformar las ideas de todo el que interviene y participa en ese proceso». Sin embargo, calificó como un sesgo que acontece en el país.
En ese sentido, apeló a que los ciudadanos tienen el derecho de conocer cuál es el planteamiento de todos los candidatos presidenciales, para saber qué motiva a los aspirantes y cuál es su propuesta en caso de ganar las lecciones.
Ambas solicitan, con toda razón, que el gremio empresarial reflexione la decisión de realizar su debate electoral con el cargo presidencial, sin la participación de ambas. Hacen un llamado a la revisión de esta medida, considerando que tienen las cualidades para debatir con el nivel y profundidad requeridos por la entidad.