
El triste desenlace de un almuerzo de confraternidad política
Comparte Este Artículo
Quién invitó a quién es lo menos trascendental. Hoy contaré la historia de cómo un gesto de convivencia política se convirtió en una crisis partidaria, que si se quiere, castró el ascenso político de uno de los jóvenes con mayor proyección a lo interno y externo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
La biografía digital de José Tomás Pérez dice que es un educador, político y escritor dominicano, que ocupó la importante misión de ser el primer peledeísta puro en ser designado como embajador ante los Estados Unidos. Fue juramentado por el propio Barack Obama.
Recuerdo que trabajando para el desaparecido periódico El Siglo, llegamos a entrevistar en varias ocasiones al joven dirigente sobre temas de mercado político en su condición de decano de la Escuela de Mercadeo del Intec. Fue José Tomás Pérez que trabajó el primer perfil presidenciable del tres veces gobernante Leonel Fernández.
José Tomás Pérez es psicólogo de profesión y en su momento ocupó importantes cargos a lo interno del partido morado. En 1994 fue postulado para el comité central y pudo ingresar, de ahí pasó a ocupar la secretaría de publicidad y propaganda.
Un gran reto en su carrera fue aspirar a la poderosa secretaría general del PLD después de la derrota del 2000. En ese cargo solo permaneció por dos años y medio. Su escogencia vino a romper esquemas o paradigmas en esa organización. Pérez se convirtió el predecesor del liderazgo institucional del profesor Lidio Cadet (vieja escuela boschista), quien duró 14 años en la influyente secretaría.
Es justo reconocer que con la llegada del joven José Tomás Pérez, el peledeísmo lucía más renovado, se proyectaba como una organización más liberal y menos ortodoxa. La organización proyectaba un liderazgo joven y moderno. Sin embargo, un almuerzo protagonizado por el joven secretario general con el aspirante al mismo cargo por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Guido Gómez Mazara, finiquitó con la estrella que proyecta José Tomás Pérez. El almuerzo de la convivencia y confraternidad mutiló el nacimiento de un liderazgo diferente, plural y menos sectario de organización política.
Algunos dinosaurios a lo interno de su organización antagonizaron para que el liderazgo de Pérez no continuara en la importante secretaría, que la había ganado de forma arrolladora con más de un 80%, derrotando a Lidio Cadet, Reinaldo Pérez y a Ramón Ventura Camejo.
Dedico este espacio no para resaltar la figura histórica de José Tomás Pérez. No la necesita, lo hago pensando en el futuro de un joven diputado del Partido Revolucionario Moderno, Aníbal Diaz, que acaba de calificar como injusta la prisión de empresario Donald Guerrero, acusado de actos de corrupción por el Ministerio Público. El joven Diaz me recuerda la «ingenuidad» de José Tomás Pérez. Las organizaciones políticas dominicanas, incluida su cúpula, no son tan modernas como su narrativa. El joven diputado y comentarista radial creo que acaba de sepultar su ascenso político. Lo primero que dudo es que llegue a ser alcalde del Distrito Nacional y lo segundo, me temo que no repetirá como legislador. Si ocurre lo contrario, podemos decir que el tipo es un dichoso.