
El descenso a los infiernos de las urnas
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Octubre es un mes con una connotación histórica. Los rusos tienen su Revolución de Octubre, se crea en Nueva York la Organización de las Naciones Unidas y fue cuando en 1492 Cristóbal Colón llega al continente americano. La historia que escribirán el domingo 16 de ese mes de este 2022 las tres precandidatas del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) no tiene absolutamente ninguna relación con esos acontecimientos, pero sí la tiene con la extenuante lucha a la que hacen frente las mujeres tratando de alcanzar la Presidencia de la República.
Margarita Cedeño, con experiencia de Estado pero que nunca se ha sometido al escrutinio electoral en su exitosa carrera política; Maritza Hernández y la ex diputada Karen Ricardo, representan la esperanza fémina que tratará de superar en la contienda al alcalde de Santiago, Abel Martínez; el ex procurador de la República, Francisco Domínguez Brito y a Luis de León, procedente de «la corriente boschista» que sorpresivamente se sumó de último a la quiniela peledeísta.
No solo el anuncio de la precandidatura de Luis de León ocasionó gran sorpresa más allá entre quienes pertenecen al círculo de los morados, igual o mayor escepticismo generó la salida de Karen, que el ocho de noviembre del 2021 se alineó al resto de los aspirantes a la codiciada y privilegiada candidatura que desde el 1996 solo alcanzaron en el PLD Leonel Fernández y Danilo Medina.
El 6 de febrero de este año el Comité Central aprobó el acuerdo refrendado por todos los precandidatos y esto cerraba la lista en igualdad de género: tres mujeres y tres hombres. Todo apuntaba a que Margarita Cedeño sería la abanderada femenina, quien viene intentando –quizás cuando mejor posicionamiento electoral acumulaba– con aspirar a la Presidencia, pretensiones que finalmente se materializan este año.
La «mujer de hierro» en el PLD
Margarita fue primera dama (2004-2012), vicepresidenta en dos ocasiones (2012-2020), mujer de hierro con poder supremo en el PLD de antes. Ahora, en ese otro PLD sin Leonel Fernández como líder, liderado por el ex presidente Danilo Medina, enfrenta retos inimaginables. A poco menos de cinco meses para la consulta, término que acuñó el buró dirigencial peledeísta para nombrar este proceso, Cedeño recorre a una mayor velocidad que sus otras dos compañeras, con una campaña con altas y bajas, por lo que por lo menos se puede contrastar con su agenda pública.
La notable miembro del Comité Político sí estaba lista para iniciar este recorrido. Pese que probablemente no cuenta con una estructura partidaria que responda a sus directrices particulares, para Maritza Hernández y Karen Ricardo ella es la mujer a vencer. Dentro y fuera de las urnas. Primero como primera dama y luego como vicepresidenta de la República, teniendo a su cargo importantísimos programas sociales gubernamentales, es una figura conocida a nivel nacional, fortaleza que no le garantizará el triunfo el 16 de octubre, pero sí le posibilataría un favorable margen de negociación.
Pero a Margarita le espera un trayecto tan o más pedregoso que el que empezó a caminar en el 2011 cuando intentó sin éxito alcanzar ni siquiera la precandidatura. Tiempos en que el espectro del stablishment mediático le atribuía grandes posibilidades electorales, gracias a un envidiable posicionamiento que quizás no ha tenido otra política. Es el aura, por lo menos en esas proporciones, que algunos se niegan a endosarle. No en estos días.
En su discurso del 26 de septiembre del 2021 cuando anunció a través de las redes sociales sus aspiraciones a la candidatura presidencial en el PLD, apeló al electorado que ella tiene experiencia de Estado y es una mujer cercana a todos los sectores de la nación. Y aseguró que desde ese momento recorrería todo el país para socializar su propuesta con quienes vean en su figura a una persona capaz de dirigir los destinos de la República.
Su estrategia concentra esfuerzos en sumar figuras notables de las estructuras orgánicas del partido. El ex vicepresidente Jaime David Fernández Mirabal, miembro del Comité Político, fue uno de los primeros en endosarle su apoyo. En enero pasado, otro integrante del CC y secretario de tecnología de la organización, Armando García, se unió al equipo de Cedeño porque «tiene vocación social y la capacidad de servicio que requiere el país». Danilo Díaz y Melanio Paredes son otros dos altos dirigentes que apoyan su proyecto.
Golpes de efectos que fortalecen su campaña, sin duda, que deberán seguir produciéndose mientras se acerque octubre y el tiempo se encargue de ir separando la paja del grano. Mientras tanto, Margarita Cedeño tiene el tiempo a su favor, con relación a sus otras dos adversarias internas, que además cuentan con menos recursos y reconocimiento de cara al electorado.

Karen Ricardo, al ruedo
Recursos y notoriedad son dos barreras que deberá derribar Karen Ricardo. Es una mujer con trayectoria, conocimiento de lo que supone asumir una campaña. Ganó en el 2006 una curul en la Cámara de Diputados en la populosa circunscripción número uno de Santo Domingo Este, demarcación por la cual aspiró en las primarias internas del 2019 para la alcaldía. La candidatura la ganó Luis Alberto.
Karen es una política del círculo cercano del presidente del PLD, Danilo Medina. Renunció como diputada el 10 de enero del 2020 para asumir como directora de Programas Especiales de la Presidencia (Digepep), cargo que quedó vacante tras la salida de Domingo Contreras para asumir la candidatura a alcalde por el Distrito Nacional.
Perdiendo es la que más ganaría entre las tres precandidatas. Su participación en este proceso pudo definirse más allá de sus intenciones personales, quizás más por el flirteo de un círculo íntimo que ve en ella más allá de la curva. Recto en el horizonte, sin embargo, Karen Ricardo está decidida a lograr un desempeño tan sorpresivo como lo fue su inesperada precandidatura.

Maritza Hernández, de nuevo
Servido el pedazo del pastel de Margarita y Karen –sin contabilizar la porción reservada para Abel Martínez, Francisco Domínguez Brito y Luis de León, que son comensales para otra ocasión–, Maritza Hernández confrontará serios inconvenientes para reservarse la suya. Poco se sabe de la gestión proselitista de la única mujer que aspiró a esta misma posición en las controversiales primarias del PLD celebradas el 6 de octubre del 2019.
Hernández, que luego de votar en las primarias «se marchó a reflexionar», contradijo los deseos de Danilo Medina, negándose a firmar el acuerdo suscrito por aquellos peledeístas que renunciaron a sus aspiraciones para apoyar a Gonzalo Castillo. Con los resultados de esas votaciones aún calientes, la ex precandidata atribuyó su derrota a que la «asesinó» el poderoso grupo denominado la OTAN dentro del Comité Político del partido. «Me venció el poder Danilo. Me asesinó la OTAN-CP, porque me atreví a mantener mis aspiraciones presidenciales del 6 de octubre, y porque no salí a felicitar a Gonzalo Castillo».
Es la Maritza Hernández que no se rinde y vuelve y vuelve. Hasta el momento, a la ex ministra de Trabajo se le ha visto cómoda y sonriente en todas las imágenes oficiales en la que aparece junto al resto de los precandidatos. Contrario a sus oponentes que agotan una agenda de actividades regulares propia de estas contiendas, es «con el discurso» que ella aspira obtener el triunfo.
«Con el discurso. Ese discurso de constante, de credibilidad, no inmediatista ni mediático es que el pueblo necesita después de haber vivido una decepción en donde le ofrecieron villas y castillas, pero cuando revisas en el andar hay una diferencia muy grande entre lo que dices y haces. Es por ello, que quiero decirle que no tengo la menor duda que para octubre veremos cómo están las cosas. Eso es lo importante, qué puede pasar. La política es como un barco de vela y es algo que produce el pueblo dominicano: es pasión, pero al mismo tiempo es credibilidad y esa credibilidad es mi bandera». Así respondió en marzo pasado a una pregunta de María Elena Núñez en una entrevista en «El sol de la mañana».
La consulta de octubre tiene una connotación histórica para el futuro inmediato de Margarita Cedeño, Karen Ricardo y Maritza Hernández. Una más, otra menos, pero las tres con un liderazgo político indiscutible. Discutible será verlas descender a los infiernos de las urnas, consumado el ejercicio cívico de los ciudadanos convocados.
El PLD trata de organizar un proceso sin mayores traumas
El PLD es el más interesado en organizar una consulta del cual saldrá el aspirante oficial (que posteriormente sería su propuesta oficial para las elecciones del 2024) sin mayores traumas. Dada la naturaleza de este proceso pautado para octubre de este año, no logró que la Junta Central Electoral (JCE) participara en la organización. Las votaciones de la jornada sí se llevarán a cabo con el voto automatizado utilizando los equipos que cederá el organismo electoral para esos fines.
Charlie Mariotti, secretario general del partido, informó que el software que utilizarán en las votaciones es propiedad del PLD, el mismo que se utilizó en las elecciones en que se escogieron a los nuevos integrantes del Comité Central y los titulares de secretarías. La comisión electoral designada por el partido espera que el Poder Ejecutivo autorice la utilización de los centros educativos que se habilitarían para las elecciones a nivel nacional.
Quien saque la mayor cantidad de votos entre los seis precandidatos, según establece la Ley de Partidos, Movimientos y Agrupaciones Políticas, será sometido a un Congreso Elector como establecen los estatutos del PLD, para validarlo como candidato presidencial.