Danilo y Leonel sorprenden con abrazo
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El país político dominicano fue sorprendido gratamente el pasado lunes 25 de marzo con una actividad que para muchos, en especial para los estrategas del gobierno, era casi imposible de que pudiera realizarse.
Ver juntos en un mismo escenario a Leonel Fernández, Abel Martínez y Miguel Vargas, candidatos presidenciales de la Fuerza del Pueblo, del Partido de la Liberación Dominicana y el Partido Revolucionario Dominicano, respectivamente, todos bajo el apoyo y manto protector del expresidente Danilo Medina, era algo totalmente impensable, irrealizable e ilusorio.
Desde el momento mismo en que Miguel Vargas, vocero de la Alianza Rescate RD, hizo el anuncio en sus redes sociales de que el lunes 25 se produciría un hecho que cambiaría el panorama político, se produjo una gran expectativa. Algunos especularon que probablemente se anunciaría que se apoyaría a un solo candidato presidencial y que los demás renunciarían, pero para quienes conocemos cómo se mueve el escenario electoral, las expectativas se centraron en un posible encuentro y abrazo de los los dos expresidentes que ha producido el PLD, Leonel y Danilo, y quienes mantenían un evidente y preocupante alejamiento, a pesar de los acuerdos de sus partidos en muchas candidaturas congresuales y en una eventual segunda vuelta.
El reencuentro de dos hermanos separados
La preparación del acto no fue tarea fácil. Danilo y Leonel se pelearon hace casi cuatro años, y las rencillas, resquemores y odios se habían incrementado grandemente en el transcurso de los años. Uno veía en el otro su reto personal a ser superado. Aunque Danilo no es candidato del PLD, sino que es Abel, para Leonel era un reto especial derrotarlos a ambos. Todo eso complicaba grandemente que ellos se reencontraran y, junto con Abel y Miguel, pudieran dar un mensaje que mostrara que de verdad la oposición estaba unida y que todo eso no era solo una intención fracasada.
Después de los desastrosos resultados de las elecciones municipales para la oposición, Danilo cedió y mostró su interés de juntarse con Leonel y juntos salir públicamente. Para convencer a Danilo, jugaron un papel estelar Carlos Pared Pérez, su asistente personal; Miguel Vargas, Francisco Javier García, Carlos Amarante Baret y Alejandro Cruz.
En el caso de Leonel, hasta unos días antes de la actividad, se mostraba reacio a juntarse con Danilo. El expresidente Fernández entendía que eso no era necesario ahora mismo, sino después de las elecciones de mayo, en caso de producirse una segunda vuelta. Pero varios de sus cercanos colaboradores le hicieron entrar en razón y lo convencieron de que este era el momento preciso de darle un golpe contundente al gobierno que no quiere dar el dinero de los partidos políticos y que sigue convenciendo con dinero a muchos lideres y dirigentes de la FP y del PLD. En ese orden, Radhamés Jiménez jugó un papel de primer orden, junto con José Frank Peña Guaba, Miguel Vargas, Franklyn Almeyda y el propio Alejandro Cruz.
Cuando los dos expresidentes y lideres del PLD y la FP, Danilo y Leonel, estuvieron convencidos que una actividad donde ellos salieran juntos era un golpe de efecto importante desde el punto de vista electoral, se preparó el terreno, Miguel Vargas ató todos los cabos de lugar, y se programó la actividad que vendría a ser una verdadera bomba política por sus repercusiones a todos los niveles.
Levanta los ánimos y acerca una segunda vuelta
La imagen de Danilo y Leonel juntos, conversando, planificando y dándose un abrazo de hermanos arrepentidos, lo primero que tiene es un efecto de levantar el ánimo a los peledeístas y fupistas, que han recibido demasiados golpes duros en las últimas semanas.
El acto, el encuentro y el abrazo de Leonel, Danilo, Abel y Miguel, fue como un resorte que subió los ánimos de todos los candidatos, dirigentes y militantes de los partidos de la Alianza Rescate RD. Ese encuentro fue la noticia principal en toda la semana y tuvo un gran efecto multiplicador en las filas opositores que, de seguir ese mismo rumbo después de la semana santa, podría convertirse en el factor principal que lleve a que el presidente Abinader no gane en una primera vuelta y se le ponga sumamente difícil poder reelegirse en una segunda vuelta.
Abrazo de Danilo y Leonel rompe los parámetros del pasado
Para el gobierno y el PRM fue una gran sorpresa y un golpe inesperado que Danilo y Leonel pudieran juntarse. Para ellos, y para muchos sectores políticos de la sociedad, el perdón y la unidad entre ellos, debía da mucho tiempo más adelante, sin tomamos en consideración el parámetro histórico de cómo se han reencontrado los líderes políticos que se han peleado entre sí, después de tener una gran amistad y un trabajo político juntos en una misma organización.
En la historia política moderna se han dado varios casos de líderes que comparten sus inicios o su accionar por mucho tiempo, luego se enfrentan y pasan muchos años para poder reencontrarse. En algunos casos, han muerto ambos sin reconciliarse. Es el caso del doctor Joaquín Balaguer y Francisco Augusto Lora, compañeros ambos en la fundación del Partido Reformista, presidente y vicepresidente, respectivamente, en el período 1966-1970, pero que se enfrentaron y se distanciaron para siempre en las elecciones de 1970.
Otro caso importante fue el del profesor Juan Bosch y el doctor José Francisco Peña Gómez, ambos trabajando como maestro y alumno en el histórico PRD, desde el principios de la década de los 60 hasta que el profesor Juan Bosch renunció del PRD y fundó el PLD en diciembre de 1973. De ahí en adelante, entre ellos empezó una enemistad que llevó a enfrentamientos muy fuertes. Incluso, en las elecciones de 1990, Juan Bosch no quiso reunirse con Peña Gómez y hacer público el apoyo que éste le brindaba, y eso llevó a que perdiera las elecciones del doctor Balaguer por una escasa diferencia de solo 24 mil votos. Peña Gómez y el PRD obtuvieron 449 mil votos, con los cuales Bosch le hubiera ganado am pliamente a Balaguer. La rencilla entre ambos se mantuvo, hasta que en 1997, 24 años después de su ruptura, Bosch visitó a Peña Gómez a un hospital donde éste se trataba de un cáncer que le llevaría a la muerte un año después.
Otro caso trascendente de distanciamiento entre dos importantes líderes de la política lo escenificaron el propio Peña Gómez y Jacobo Majluta. Después de ser amigos y hermanos en un histórico accionar del PRD, se enfrentaron en 1986 por la candidatura presidencial y Majluta se impuso, iniciando una enemistad que nunca pudo encontrar niveles de reconciliación. Ambos murieron de cáncer años después sin que nunca se volvieran a juntar.
Como hemos visto, el parámetro histórico en nuestro país, cuando dos importantes lideres se han peleado, es que duren más de una década antes de reconciliarse, o que uno de ellos visite al otro ya cerca de su lecho de muerte. Danilo y Leonel rompieron ese parámetro. Han logrado una reconciliación sorprendente en menos de cuatro años.
La pregunta es si esta reconciliación de los dos mejores presidentes de la República de los últimos años y las dos principales figuras de la oposición, podrá impedir que el presidente Luis Abinader gane la reelección. El tiempo nos dará la respuesta.