
Cordura política
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En el contexto de la campaña electoral en la República Dominicana sobresalen tres candidatos presidenciales que han capturado la atención del público y la prensa: Luis Abinader, Leonel Fernández y Abel Martínez. Estos destacados líderes políticos están compitiendo en una contienda que se presenta como crucial para el futuro de la nación.
Leonel Fernández, de la Fuerza del Pueblo, un experimentado político con un legado en la presidencia, busca regresar al poder y ofrecer su visión para el país. Su trayectoria y propuestas han generado debates apasionados entre sus seguidores y detractores, convirtiéndolo en un factor clave en la carrera electoral.
Luis Abinader, un presidente de la República en reelección por el Partido Revolucionario Moderno, se consolida como una opción segura para continuar en el poder, y con su discurso patriótico y a favor de la honestidad. Su enfoque en la transparencia y la lucha contra la corrupción ha resonado con un sector importante de la población, y su liderazgo en la oposición le ha brindado una plataforma sólida.
Abel Martínez, en tanto, representa una tercera vía en esta competencia. Con su experiencia en el gobierno local como alcalde de Santiago de los Caballeros por el Partido de la Liberación Dominicana y una plataforma centrada en políticas sociales, busca atraer a aquellos que buscan soluciones pragmáticas a los desafíos del país.
La elección entre estos tres candidatos no solo definirá el futuro liderazgo de la República Dominicana, sino también la dirección política y económica que tomará el país en los próximos años. Los votantes enfrentan una decisión crucial, y la campaña electoral se presenta como un escenario de debates intensos y decisiones trascendentales.
Ya decíamos en un editorial anterior en una e reciente, el tripartidismo está de regreso. Obvio con grandes desafíos porque para nadie es un secreto que después de la muerte del tirano Trujillo, la estabilidad política ha sido el mayor sostén de nuestra democracia.
El órgano rector del actual proceso electoral tiene que seguir velando por la preservación de esa activo, resquebrajado en dos oportunidades por intervenciones militares innecesarias e irritantes. En este tramo del proceso electoral con expresas manifestaciones de poder y activismo electoral, los partidos políticos mayoritarios tienen un gran desafío: mantener la cordura.