
Camacho el caprichoso
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Me tomo el atrevimiento de decir, y creo que es el pensar de gran parte del pueblo dominicano, que el puesto se le ha subido a la cabeza a Wilson Camacho y Yeni Berenice. Lucen descoordinados, desgastados, con declaraciones atroces y no son ni la sombra de lo que eran al principio de su gestión, han pasado a ser una parodia de los fiscales que eran.
Como dice la canción del inmortal cantautor Emmanuel, «todo se derrumbó», lamentablemente los casos en la justicia se están desmantelando uno por uno, comenzando con que casi todos los imputados de las diferentes operaciones de corrupción, van para su casa en esta Navidad. Y en cierto sentido es razonable, porque el Ministerio Público no se tomó el tiempo de presentar una acusación sustentada en los plazos que exige la ley, mantener a esos imputados era violentar derechos humanos por caprichos de fiscales incompetentes, los jueces actuaron apegados a sus funciones, algo que el Ministerio Público debería imitar.
Pero principalmente esta actitud viene de Wilson Camacho, que se ha mostrado soberbio, quejándose del trabajo de los jueces sin mirar el mal trabajo que está haciendo como persecutor de la corrupción administrativa, mientras quiere mirar la paja del ojo de los jueces, no mira la que está en su ojo y excediéndose en sus funciones acusando a los tribunales de beneficiar a procesados por corrupción.
Demasiados plazos le han dado los jueces dominicanos al Ministerio Público, le han dado todo lo que ha pedido, pero el malagradecido no tiene memoria ni remordimiento para hablar descaradamente. Antes los jueces eran buenos cuando les daban prórrogas al Ministerio Público, ahora son lo peor según el mismo Camacho cuando no cumplen sus caprichos.
Lo que pasa es que Wilson Camacho se ha confundido tanto en sus funciones, que cree que es relacionista público en vez de Ministerio Publico, su función no es atacar jueces cuando no le dan lo que quiere por ser contrario a la ley ni dar comunicados de prensa ni declaraciones cuando algo no le gusta. El trabajo de un fiscal le ha quedado grande a Camacho el caprichoso, por eso el pueblo no cree en la lucha contra la corrupción ya y sabe muy bien que los culpables han sido él, que siga el ejemplo de su compañera Berenice y que suelte su deseo de estar en los medios, que haga silencio y se concentre en su trabajo, también qué deje a los jueces hacer el suyo.