Breves pinceladas a la fecha
Comparte Este Artículo
ORIGEN.– El año 2023 ha sido de mucho activismo político en República Dominicana debido a múltiples factores. El principal es que se trata de un año preelectoral. Sin embargo, no se limita a eso. Las elecciones municipales de febrero, y las congresuales y presidenciales de mayo, aparte de servir para escoger a nuestros próximos ejecutivos y representantes, también enviarían las señales de por dónde iría la reestructuración de las fuerzas político-partidarias y de los liderazgos de relevo locales y nacionales.
La implosión del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en el año 2019, y su posterior salida del poder en el 2020, cerró una época en la que la organización de la estrella amarilla controló casi por más de 20 años la política institucional y fáctica dominicana. De esa ruptura sistémica, pero democrática, nació la Fuerza del Pueblo (FP) y alcanzó el poder el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y sus aliados. En el ínterin, el PRM y aliados se han enfocado en gobernar el país y consolidar su liderazgo institucional ante la sociedad, mientras que la FP en posicionarse con miras a reconquistar de otro color el espacio perdido, frente a un PLD que luce languidecer en lontananza…
BALANCE.– Al día de hoy, en términos generales, el presidente Luis Abinader, el PRM y sus aliados están cumpliendo sus objetivos. Han sabido ejercer un gobierno democrático, moderado, y cuya principal bandera es la transparencia y la lucha contra la corrupción, lo que se ha visto en la forma independiente en la que se conduce el Ministerio Público, así como en el tratamiento dado a eventuales casos concretos. El oficialismo ha sabido mantener la estabilidad social, política y económica, razón por la que ha aumentado la inversión extranjera. En adición, el manejo dado al tema Haití le ha granjeado simpatías en la población.
En lo político, ha expandido su base social, concurriendo al proceso con una coalición de más de 20 partidos y movimientos independientes, que lo colocan entre un 52% y 57% de las preferencias del electorado, para un estimado triunfo en primera vuelta, frente a un entre 25% y 30% que le corresponderían al expresidente Leonel Fernández y a la Fuerza del Pueblo, quienes contra todo pronóstico han hecho un ejercicio de oposición, intermitente en unos casos, pero últimamente aguerrido, que les ha permitido colocarse por encima del PLD, dentro y fuera del contexto de la Alianza Rescate, por lo que se podría decir que, dentro de sus perspectivas, también estos han obtenido logros…
LA ESTRELLA.- El caso del PLD es el que luce menos promisorio. En República Dominicana, los partidos fuertes suelen depender de liderazgos fuertes, y, sin ánimos de desmérito, frente un presidente Abinader en la cúspide de la popularidad y el peso de un expresidente Leonel Fernández, aunque en lejano segundo lugar, líder de la oposición, es poca la pasión o efervescencia que un proyecto presidencial joven pueda sumar a un partido cuya marca lamentablemente todavía está devaluada, y no se termina de recuperar de la crisis que la embistió, por más que se insista en decir que tiene a su disposición las influyentes estructuras de antaño.
Así las cosas, todo indicaría que el PLD se encamina, si no a la extinción, hacia un letargo como los que se han visto en la historia reciente, hasta que, en el mejor de los casos, los años, las circunstancias y una camada de nuevos dirigentes asuman realmente el control de la organización, y puedan impregnarle un nuevo aroma de credibilidad, validación ciudadana y aspiracional de triunfo electoral. Mientras, les tocaría resistir, sobrevivir y hacer el mejor papel posible, dentro de lo posible…