
Aquí nadie se jubila en política
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La primera vez que escuché hablar del excelso intelectual venezolano Arturo Uslar Pietri fue en las aulas de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. El maestro Rafael Núñez Grassals recomendó a sus alumnos resumir, recuerdo, que una entrevista o un artículo de opinión que publicó un diario nacional.
Al concluir 90 años, el brillante intelectual concedió una entrevista a una canal de su país y allí habló de la democracia venezolana, del bipartidismo, del contrapeso de las organizaciones de oposición al gobierno de turno. Y obviamente, del daño que ha provocado la conversión de Venezuela en una potencia petrolera al sistema político de esa nación.
Don Arturo Uslar Pietri fundó el Partido Venezolano, fue diputado, filósofo, periodista y productor de televisión. Vivió en el exilio, específicamente en New York, según reseñas periodísticas.
En la mencionada entrevista, el destacado hombre de letras criticó el Pacto de Punto Fijo. «El objetivo del pacto era conseguir la sostenibilidad de la recién instaurada democracia, mediante la participación equitativa de todos los partidos en el gabinete ejecutivo del partido triunfador, excluyendo al Partido Comunista de Venezuela y a los sectores afines a la derrocada dictadura de Marcos Pérez Jiménez». Hasta sus últimos días, entendió que ese acuerdo no fue nada positivo para la democracia venezolana. Muriendo criticando la alternabilidad entre Acción Democrática y el Copei (Comité de Organización Política Electoral Independiente).
Sin embargo, en la referida entrevista habló de la importancia de la existencia de una oposición fuerte, que sirva de contrapeso a los gestores de políticas públicas, instalados en las instituciones gubernamentales. Entiende que recio intelectual venezolano que el trabajo de la oposición política es criticar, vigilar el uso de los fondos públicos y proponer un plan de gobierno contrario al que ejecuta el gobierno de turno cuando no está ajustado al interés nacional.
La semana pasada (luego del anunciado pacto tripartito) escribimos una perspectiva noticiosa donde asegurábamos que nadie había quedado indiferente con el anuncio del surgimiento de la Alianza Rescate RD. En su columna Mirada Libre, el periodista boricua y subdirector de Diario Libre; Benjamín Morales Meléndez, afirma que el acuerdo constituye «una alianza poco sólida», bajo el argumento de la ausencia de los candidatos presidenciales Abel Martínez y Leonel Fernández. El ganador de un importante premio en su natal Puerto Rico apela a una expresión del aspirante presidencial oficialista, Ramón Alburquerque, que afirma que el ingeniero Miguel Vargas Maldonado no es el vocero más idóneo porque es «un muerto político».
La primera vez que escuché calificar a un político dominicano como un difunto para la política partidaria con pocas esperanzas de regresar al poder fue al doctor Joaquín Balaguer en el año 1978 con el triunfo del PRD. La historia indica que ocho años después, el viejo chamán de la política criolla regresó triunfante y en esta ocasión, ciego y muchas veces se hacía el sordo.
En fin, en la clase política dominicana no existe fecha de vencimiento y como dice Sergio Vargas «oíste». Si fuera así, Ramón Alburquerque, estaría reposando tranquilamente en el campo santo municipal de Monte Plata. RIP (1998).