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LA GESTA. – Si una dictadura es mala, una extranjera es peor… Con la proclamación de la Independencia de la República Dominicana, la sociedad secreta La Trinitaria, lidereada por Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella, pusieron fin a veintidós años de opresión y oprobio del poderío haitiano sobre nuestro territorio. Si bien es cierto que posteriormente la República Dominicana enfrentaría nuevas amenazas (incluso hoy), no menos cierto es que la visión, el esfuerzo y las manos de los patriotas cambiaron el curso de la historia y dieron inicio al entonces nuevo ciclo social y político de la nación dominicana: la libertad. Mucho hay que rescatar de la epopeya, pero quiero enfocarme en una sola palabra: «construir».
En un país sin conocimiento, si tan siquiera noción del ejercicio democrático, un grupo de ciudadanos, inspirados principalmente por jóvenes políticos y militares, construyeron desde cero un ideal republicano; le dieron nombre, lo cimentaron sobre valores y le otorgaron misión. Forjaron su narrativa, la encarnaron y buscaron la forma de promoverla inteligentemente en medio de un entorno hostil, con sus propias vidas en riesgo. Hoy, ese sueño y ese empeño, es una realidad. No pudieron ver la magnitud de su obra, pero nosotros sí, aunque nos falte. ¡Qué difícil es hacer, qué sencillo lo contrario!…
CONSTRUIR. – En la sociedad dominicana hay mucho que emular de la nobleza, heroicidad y laboriosidad de los patricios; en el país político, los sectores organizados y las «fuerzas vivas» todavía más, por su responsabilidad y obligación de liderazgo. Sin embargo, sigo enfocado en la idea central: «construir» … democracia, desarrollo, oportunidades, calidad de vida, seguridad, felicidad… pero también consensos, unidad, relaciones interpersonales e interinstitucionales, en todos los ámbitos de la vida personal y nacional…
En fin, ¡construir país es algo de todos! Cada quien desde el lugar en el que se encuentre y en el ejercicio del rol o la función que le corresponda. Debe haber una consciencia social que nos mueva a avanzar sobre la base de hacer, no deshacer, en conjunto, como nación, o separadamente, como individuos; pero también como actores de la institucionalidad democrática. Actualmente, en campaña electoral, esto adquiere más vigencia. Los retos que encaramos para el próximo cuatrienio y los que afrontarían las próximas generaciones, demandarían el ímpetu de un ánimo colectivo, donde las fisuras, si las hubiere, no sean mayores que la voluntad de logra la armonía y el crecimiento colectivo, aplica en todas las estructuras sociales…
FIESTA.– Esta columna se une al regocijo de las celebraciones con motivo del 180º aniversario de la Independencia de nuestra amada República Dominicana, y exhorta a que sigamos construyendo el cambio que queremos para ella, y preservando el clima de paz social, política y económica que nos permite ser un ejemplo en los países de la región, así como incentivar, atraer y captar inversiones locales y extranjeras cuyos resultados sean en beneficios para todos.
Independientemente del litoral ideológico o político en el que uno se encuentre, la unidad entre los dominicanos debe prevalecer, porque Patria… Patria es compartir el pan, fruto del trabajo, con autodeterminación y confraternidad, siempre a la égida de la Constitución, las leyes y las palabras grandiosas de nuestro escudo nacional: ¡Dios, Patria y Libertad! ¡Que viva la República Dominicana! ¡Bendiciones para todos!
