Un punto de inflexión
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Los resultados de las elecciones de febrero significaron un duro golpe para todo el espectro opositor. El oficialismo se impuso en base a malas artes de la más baja calaña, (compra de candidatos, uso descarado de los recursos del Estado, asfixia de la oposición con la entrega tardía de la contribución estatal a los partidos y la implementación por parte del PRM del novedoso programa Un gramo, un voto).
Como es natural, luego de un resultado tan adverso, el espectro opositor encabezado por la Alianza Rescate RD entró en un estado de desmovilización que contribuyo a fortalecer la percepción de que Abinader y el PRM iban a completar el ciclo electoral con una nueva victoria en mayo y que, a partir de ahí, la Republica Dominicana daría curso a una nueva era.
Sin embargo, lo que diferencia a los grandes hombres, del común de los seres humanos es la forma en que los personajes extraordinarios gestionan los momentos históricos en que las circunstancias les colocan en posición de desventaja. La historia registra más de un caso en que uno o varios líderes políticos han sabido venir desde atrás y coronar épicos triunfos para beneficio de toda la humanidad.
Precisamente, en mayo los dominicanos se juegan su futuro como en ningún anterior proceso electoral en toda nuestra historia. Dado el postureo irresponsable y electorero de Abinader ante el espinoso tema haitiano, su abierto empeño por desarticular el sistema de partidos para erigir a Participación Ciudadana en la única organización política de RD y los manifiestos vínculos de narcotraficantes al PRM (verbigracia Miguel Gutierrez, Yamil Abreu y compartes) expresados en el denunciado intercambio de dosis de drogas por votos en febrero, la tarea de detener el proyecto reeleccionista resulta esta vez en deber patriótico.
Si los dominicanos de bien permitimos que Abinader y su gente logren sus propósitos en mayo, estaremos sepultando la dominicanidad y convirtiendo a nuestro país en un paraíso para el crimen organizado.
Conscientes de que en mayo nos jugamos el destino de la Patria, Danilo Medina, Miguel Vargas, Leonel Fernandez y Abel Martinez sellaron en el dia de ayer un compromiso de asumir una línea política conjunta que en una segunda vuelta les lleve a confluir en una sola candidatura con el apoyo de todo el espectro opositor.
A partir de este momento comienza una nueva batalla en la que el ejército opositor se distribuye en el teatro de operaciones y, con una estrategia común, pondrá en evidencia los perversos propósitos de Abinader, Participación Ciudadana y el PRM de corroer la democracia, diluir la dominicanidad y destruir las libertades ciudadanas que tanto sacrificio nos ha costado.
Si usted amigo lector considera que exagero, recuerde que la ley 1-24 aún está vigente a pesar de que Abinader anunció que la reformaría cuanto antes. Se trata pues del próximo paso: criminalizar la libertad de expresión y, más allá de eso, hacer de la vida privada de cada dominicana un potencial cuerpo del delito si con ello pueden preservar los irritantes privilegios de quienes gobiernan.
Si la conversión del DNI en un supra poder institucional capaz de inmiscuirse en la vida de todos de manera impune no le basta para convencerlo sobre las ambiciones totalitarias de Abinader, pregúntese por qué este gobierno se niega a cumplir la ley para el financiamiento público a los partidos políticos en años electorales.
La Declaración Conjunta de Leonel, Miguel, Abel y Danilo marcará un antes y un después en este proceso electoral y, sin lugar a dudas, será un punto de inflexión de cara a los resultados de mayo. Su aparición juntos por primera vez en muchos años sentará las bases para la celebración de una segunda vuelta electoral en junio y la constitución de un Congreso Nacional plural, con el suficiente espacio para abortar las pretensiones ocultas de Abinader de reformar la Constitución para eliminar la segunda vuelta, procurar repostularse en 2028, sepultar la democracia y convertirse en el primer dictador popi de la historia de América Latina.
Los lideres han dado el primer paso, ahora nos toca nosotros comportarnos a su altura y salir a votar masivamente en mayo para evitar que la nacion dominicana sucumba ante la incapacidad, la perversidad, la mentira y la manipulación personificadas en Abinader, Participación Ciudadana y el PRM.
Llegó la hora de la Patria.