
Un año venturoso, con mejores políticos
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El sentido de responsabilidad, el buen ánimo de ver a los demás estar mejor es parte de lo que mueve a los ciudadanos a ambicionar un futuro promisorio para sus naciones y compatriotas, envuelto en políticas públicas realmente progresistas y con una visión de depuración-selección de sus políticos dirigentes y de los técnicos que los acompañen.
A un país no se le puede desear como ritual de fin de año algo superior que el hecho de que sus políticos sean personas capaces y éticas, no solo gente que utiliza la política como instrumento oportunista para lograr el enriquecimiento y satisfacción del ego personal a toda costa.
Para este nuevo año anhelo profundamente que los ciudadanos tengan una autoestima fortalecida y se detengan conscientemente a meditar en cuál es el perfil del político o funcionario público que realmente le conviene a un país que debe desarrollarse, que de seguir como va, con altas tasas de embarazos en adolescentes y la educación como una gran promesa que los dirigentes políticos no permiten cumplir aunque se asigna el presupuesto, el rumbo sería convertirse a largo plazo en un lugar invivible.
Le deseo al dominicano para este año nuevo que se apropie del poder que posee a través de evaluar quiénes realmente pueden ser los que asuman la dirección de la función pública, que entiendan que no deben empeñar el progreso del país, suyo y de las nuevas generaciones por los rastrojos que muchos supuestos dirigentes les dan a cambio en el ejercicio del clientelismo.
Un pueblo empoderado exigirá mejores gobernantes, funcionarios y líderes de políticas públicas reales. No apuesta a personajes mediocres, sin competencias ni intenciones reales de ver a sus conciudadanos mejorar su movilidad social. La mayoría de los políticos se apropian de ese crecimiento, y les roban el de las mayorías. Esto debe cambiar para que esta media isla no se vaya por el derrotero y la desesperanza. Aspiro a un nuevo año con ciudadanos impulsando candidaturas decentes, evaluando funcionarios, exigiendo transparencia y castigando o premiando a los políticos con el poder de su voto. ¡Salud, paz y prosperidad!