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LA TRAMA. – La novelita trata acerca de unas chicas disímiles y su vínculo de amistad y competencia. De darse –ya ni se sabe– la mentada alianza «Triple Play», o como diría Vinicito, el «Pacto por la Impunidad», luciría parecido. El autor de esta columna en su canal de YouTube (@dperdomopuello) advirtió que con la implosión del neopeledeísmo en sus hoy versiones verde y morada su ciclo hegemónico en la política dominicana había cerrado; y que, si bien es cierto que eso no necesariamente significaría la desaparición total de esas organizaciones, no menos cierto es que el espacio protagónico del nuevo tramo histórico estaría reservado para otros actores. Conscientes del desvarío que se traduce en pocas posibilidades electorales, han circulado rumores de un pacto entre la Fuerza del Pueblo (FP), el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), cuya mediación se le atribuye a Miguel Vargas Maldonado, quien no tiene vela en el affaire, pero quiere llegar al poder. En teoría, la FP y el PLD, reales partes del ¿conflicto?, se sentarían a la mesa como amiguitos, pero también como rivales. Algunos advierten que incluso con puñales de Bruto en las manos…
DEBILIDADES. – ¡Qué bueno que habla lindo! Con esa alianza, el expresidente Leonel Fernández se tragaría de un bocado la laboriosa narrativa que dio origen a su salida del PLD, y a la fundación de la FP. Si pacta con los malos de donde salió por malos, entonces su salida no tuvo razón de ser, y el errado fue él. ¿Dejó migajas en el camino para volver a casa? El solo acercamiento, y mucho más el acuerdo, influiría, le afectaría, y aunque debe ser algo que considere como una debilidad, no sería el obstáculo principal, ya que los políticos últimamente no le paran bolas a lo que piense la gente de ellos –si no pregunten por Romero–. La viabilidad del pacto y su ejecución estaría en riesgo por dos razones: confianza y competencia.
Luego de más de diez años de inquinas, maniobras, intrigas, incumplimientos y desencuentros entre leonelismo y danilismo, ¿tendrán la capacidad de sentarse sin que unos dudes de las intenciones de otros? La madurez política es una cosa, pero lo personal es otra, y esas aguas marcaron esa orilla. Además, el interés es la medida de la acción. La FP y el PLD compiten por el mismo nicho verdemorados, y de segundo lugar. Sería de bobos pensar que se aliarían solo en municipios pequeños, competerían en los de mayor votación, y en la campaña –o hasta en las mismas negociaciones del aludido pacto– ninguno de los dos levantaría las pesas suficientes, o hasta tomaría esteroides, para enseñar sus músculos más fuertes en las municipales, de cara a proyectarse a las congresuales y presidenciales…
¿OUTS CANTADOS? – La incontinencia verbal de algunos verdemorados rompió el alegado secretismo de la supuesta alianza. Pasó inadvertido, pero significaría el primer incumplimiento del pacto (¿qué esperar después). Han hecho una barahúnda de afirmaciones, negaciones y especulaciones de forma y fondo que lejos de probar enfoque, organización, acuerdo, muestran caos, desconcierto, falta de objetivo, y sobre todo, una carencia especial del manejo de la táctica y de la estrategia. Para muestra un botón: si no se da la alianza, perdieron meses de narrativa, y les caería la noche para presentar candidaturas; si lograren superar los tantos escollos, y el convenio ocurre, poco será el golpe de efecto, que en política es importante. Los mismos jugadores mataron la jugada. Los infielders, fanáticos, árbitros y reporteros están atentos. Sería cosa de darle tiempo al tiempo para escuchar los tres cantados. Y para algunos, la novela no terminaría en final feliz.
