
Sueños o ideas de un capitaleño
Comparte Este Artículo
La capital dominicana clama por un gerente municipal comprometido con los verdaderos problemas de sus habitantes. El tráfico se erige como la principal aflicción en las tres demarcaciones del Distrito Nacional.
Es imperativo reinstaurar la recogida de basura nocturna o madrugada para mantener la ciudad limpia y ordenada.
La inseguridad ciudadana, una sombra persistente, requiere estrategias efectivas y un enfoque integral para devolver la tranquilidad a las calles.
Santo Domingo ansía un líder municipal capaz de revitalizar las antiguas tradiciones de sus barrios, transformándose en un destino atractivo para el turismo cultural, religioso e histórico. Desde la Gobernación de la Ciudad Colonial, podríamos organizar un festival cultural para enriquecer la vida de la ciudad.
Imaginemos San Carlos, Villa Francisca y Villa Consuelo convertidos en espacios donde los turistas puedan aprender sobre nuestro son, rescatando así nuestra rica herencia musical.
La recuperación de los juegos capitaleños sería un paso clave para fomentar la participación comunitaria y fortalecer el tejido social.
Tomemos ejemplo de Antanas Mokus en la capital colombiana, quien logró avances significativos entre los bogotanos.
Como capitaleño desde la infancia, siempre me enorgulleció ser reconocido como «serie palito» al visitar a mis primos en Hato Mayor.
Mi identificación con San Carlos, inmortalizada en un documental de la cineasta Martha Checo, evoca viejos amores y una nostalgia constante. En este barrio, donde también descansa mi madre, guardamos nuestros tesoros nostálgicos más preciados.
Amo mi ciudad y aspiro a duplicar ese orgullo, soñando con proclamar ante los franceses: «Santo Domingo es una acuarela sonora, segura, llena de historias, organizada y digna».
Por ello, me quedo en mi amada ciudad capital. Sin embargo, reconozco que la caótica realidad actual debe transformarse para que Santo Domingo sea verdaderamente acogedora.